5 de enero de 2021
La mutación del panóptico a partir de Snowden
Por: Andrés David Mondragón
El 11 de septiembre del 2001ocurrió un acontecimiento que generó un punto de inflexión en la concepción de seguridad nacional. El ataque directo al corazón de Manhattan, centro del comercio mundial, y el pentágono, hogar de la inteligencia militar estadunidense, generó un impacto global. Dicho hecho ordenaba una acción, por parte del Estado, en la que se pudiera garantizar la seguridad. Antes de dichos ataques, la mayor amenaza a la seguridad nacional provenía...
El 11 de septiembre del 2001ocurrió un acontecimiento que generó un punto de inflexión en la concepción de seguridad nacional. El ataque directo al corazón de Manhattan, centro del comercio mundial, y el pentágono, hogar de la inteligencia militar estadunidense, generó un impacto global. Dicho hecho ordenaba una acción, por parte del Estado, en la que se pudiera garantizar la seguridad. Antes de dichos ataques, la mayor amenaza a la seguridad nacional provenía del comunismo en la época de la Guerra Fría. Sin embargo, después del terror sembrado aquel 11 de septiembre, se replanteó el modo en que se debía preservar la seguridad. Ya no se trataba de un actor externo amenazando la libertad occidental, ahora se trataba de un impacto directo al corazón del capitalismo orquestado desde adentro. Estados Unidos dejó de preocuparse por lo que pasaba afuera a preocuparse por su realidad adentro.
En mayo de 2013 Edward Snowden le desveló al mundo el modo en que los Estados Unidos mantenía la seguridad nacional en aras de evitar un segundo once de septiembre. Chuzadas telefónicas, intervención de dispositivos, chats, correos electrónicos, direcciones IP y redes sociales, eran las herramientas utilizadas por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, sus siglas en ingles). La intervención de la libertad y la intimidad de todos los ciudadanos norteamericanos representaba el desespero del Estado por mantener la seguridad colectiva. El escandalo de dichas filtraciones no tenía precedentes. Estados Unidos, el gran defensor de la libertad, vigilaba e intervenía la privacidad de sus ciudadanos.
El nuevo panóptico
Michel Foucault define el concepto de panóptico como un sistema de vigilancia, un medio de control y un repartidor de disciplina. Es un sistema que todo lo sabe y todo lo ve, es aquel poder disciplinario que nos vigila constantemente, es una vigilancia invisible que controla nuestros comportamientos y es la certeza de la homogeneidad en una sociedad por medio del control. En síntesis, el panóptico es un sistema de vigilancia que manipula los comportamientos con el fin de mantener la seguridad y evitar las acciones disruptivas, un ataque terrorista, por ejemplo. Es así como la creación de un panóptico puede ser el sistema para garantizar que no ocurran acciones similares al 9/11.
La NSA partió de este principio para crear un sistema mejorado del panóptico, una mutación y perfeccionamiento donde la vigilancia electrónica impera. En una sociedad consumista, los individuos están sujetos a una red donde, para no sentirse excluidos, se utilizan constantemente las redes electrónicas. Hoy en día los ciudadanos son dependientes del tráfico de información pues el impulso del consumo, como poder normalizador, fuerza el uso de medios electrónicos donde se hacen transacciones de información. Dicha información es aprovechada por este panóptico electrónico para evaluar acciones disruptivas, mantener la homogeneidad y de este modo garantizar la seguridad.
Es así como este panóptico mutado utiliza el consumismo para crear un fuerte nexo de dependencia con los individuos mientras se les vigila y controla. Los individuos dependen del consumo lo cual inherentemente los vincula con el panóptico. Existe dependencia de ambas partes, el panóptico requiere información, pues la información es el sustrato del poder, mientras el proveedor de dicha información requiere del consumo, un sistema establecido, generando un método interdependiente de manipulación. De ahí su fortaleza.
Esclavismo: La falta de racionalidad
En un Estado que garantiza la seguridad de sus miembros, la vigilancia es un medio efectivo de contener las acciones disruptivas en el conglomerado social. Teniendo en cuenta el panóptico mutado desvelado por Snowden, no es muy difícil asimilar que, para mantener dicha seguridad social, se debe comprometer la libertad y la privacidad de los individuos. La vigilancia electrónica es un instrumento para mantener la homogeneidad de la sociedad.
La libertad es la auto emancipación de la irracionalidad. Emanuel Kant, filosofo de la ilustración, plantea la irracionalidad como el comportamiento doméstico al que está sujeto los individuos de una sociedad donde se obstaculiza que el sujeto piense por si mismo. El Estado, la religión y la cultura son los “tutores” que imponen la irracionalidad en los individuos con el fin de hacerlos controlables. La cultura consumista, mediante el uso del nuevo panóptico (vigilancia electrónica) priva a los individuos de su racionalidad, crea seres domésticos y homogéneos. De esta manera se observa como en este nuevo panóptico la irracionalidad, es decir su falta de libertad, es la garantía para mantener la seguridad.
Edward Snowden fue el relevador de una mutación que se había producido en los sistemas de vigilancia. Si bien los ataques terroristas al World Trade Center le demostraron al mundo que se debían adaptar su panóptico a innovadores métodos tecnológicos para evitar otra catástrofe, el costo de dicha certeza es la libertad de los individuos. El uso de redes electrónicas impulsado por la cultura consumista genera un trueque donde el individuo ofrece su libertad, entendido también como racionalidad, a cambio de seguridad. Es así como, aun si ser conscientes, la libertad es el precio a pagar para nuestra seguridad.