Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

26 de noviembre de 2019

La marihuana: el problema de los gobiernos conservadores

Por: Luis Daniel Borda

Hoy en día la marihuana es quizás el debate más discutido en todo el mundo a causa de las recientes decisiones tomadas por los gobiernos de Canadá y Uruguay, al legalizar el consumo de marihuana de uso recreativo. Además, el gobierno de los Estados Unidos legalizó en ciertos Estados su uso medicinal. Sin embargo, el mundo tiene una postura dudosa o confusa acerca de este debate, de modo tal que se pone en tela de juicio el cambio de pensamiento e ideología dominante que está sucediendo en el mismo, especialmente, en Colombia a raíz del paso de las generaciones.

Estados Unidos y la marihuana

El mundo ha visto la legalización de la marihuana desde diferentes perspectivas sean estas económicas, sociales, religiosas, entre otras. Del mismo modo, existen analistas y personajes públicos como el ex presidente José Mujica que han manifestado su contento y asombro por la legalización de la marihuana, pues ven estos hechos como parte de desarrollo y salir del mundo “retrogrado” que según para ellos aún se vive. Asimismo, expresan que la legalización de la marihuana da paso a dejar de lado la guerra contra las drogas que tanto defiende Estados Unidos y que además se le critica, debido al número de ciudadanos encarcelados a causa de la guerra contra las drogas y retorna una oportunidad para el mercado y la reinvención social y recreativa. De hecho, muchos autores han dedicado obras y artículos a exponer cómo esas políticas son una máscara, con el fin de argumentar la violencia en contra de la población afroamericana.

La marihuana fue legal durante gran parte del siglo XIX e inicios del XX, sin embargo, en los inicios del siglo XX Francia, Estados Unidos, México, entre otros, volvieron su uso ilegal. Del mismo modo, argumentaron que el uso de esta sustancia era la inducción a la violencia y crimen que luego se vería reflejado en la década de los años 70 en Estados Unidos en contra de la drogadicción, especialmente, por consumo de marihuana. Esta situación llevó a Richard Nixon a empezar una lucha en su contra.

Colombia y su posición sobre la marihuana

Por otra parte, Colombia ha tenido un debate constante con el paso de los gobiernos sobre la legalización de esta droga, sin embargo, lo más cercano que se estuvo de su legalización fue la dosis mínima y su vigencia que se dio hasta la entrada del gobierno Duque. A pesar de ello, la producción de marihuana en Colombia fue legalizada en 2016 con la ley 1787, es por eso que en promedio 20 empresas colombianas están compitiendo en el mercado global de marihuana y se está convirtiendo en un producto vital en Colombia.

Del mismo modo, la gran ola de legalización de la marihuana de uso medicinal y recreativo ha hecho que las principales empresas colombianas perfilen su producción hacia este producto. Es así como la marihuana está empezando a ser un detonante en la economía colombiana, mientras que se sigue debatiendo en el congreso la legalización de su uso recreativo. Ahora bien, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se pronunció el 14 de diciembre de 2017 afirmando que el uso de marihuana para su uso medicinal no afecta la condición humana y más bien es un producto que puede ayudar para controlar ciertas enfermedades crónicas como la epilepsia.

Por último, solo queda esperar qué decidirá el Gobierno colombiano en materia de drogas y seguir presenciando los debates en que la oposición sigue haciendo frente al gobierno para legalizar su uso recreativo, mientras que los conservadores siguen manteniendo su posición en firme.

Según Juan Carlos Onetti (Borges): “He visto una celda llena de yanquis enfermos, silenciosos e inmóviles, en aislada miseria. Ellos conocían la inutilidad de quejarse o moverse. Ellos sabían que básicamente nadie puede ayudar a otro. No existe clave, no hay secreto que el otro tenga y que pueda comunicar. He aprendido la ecuación de la droga. La droga no es, como el alcohol o la yerba, un medio para incrementar el disfrute de la vida. La droga no es un estimulante. Es un modo de vivir”.

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