La democracia en Venezuela y su problema de ‘’Madurez’’

Por: Alejandro Villanueva

Las deficiencias sociales, económicas y políticas de Venezuela permiten inferir una falla grave en el país; donde la democracia se ha visto seriamente afectada y la manifestación ciudadana se presenta como una herramienta clave de contrapoder, sin embargo, las protestas no logran cumplir eficazmente con su función.

 Las fallas recientes de la democracia venezolana

Las últimas marchas en contra del régimen de Nicolás Maduro no son las primeras, sin embargo, sí son las únicas que han tenido como detonante las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia, pues hace más de un año esta institución le concedió al presidente las funciones de la Asamblea Nacional cuando esta se considerara en desacato. La condición de desacato fue dictada por el mismo Tribunal, lo que supuso el fin de la separación de poderes y por ende una falla evidente en el sistema democrático venezolano, pues se incumple el principio que busca que este no se concentre en una sola rama, y además, se viola el criterio democrático de participación efectiva, debido a que, aún con la oposición como mayoría en la Asamblea, su participación es irrelevante ante las atribuciones del poder ejecutivo, es decir, sin importar la mayoría opositora, el presidente, bajo las capacidades concedidas por el Tribunal Supremo de Justicia, tiene más poder y limita la participación de la oposición.

Por otra parte, en la democracia venezolana también falla la comprensión informada, otro de los principios necesarios para la democracia planteados por el politólogo Robert Dahl. La constante censura a los medios de comunicación, obstaculiza el proceso informativo mediante el cual el pueblo se instruye sobre la situación política de su país.  Sólo en 2017, han sido cerrados los canales de El Tiempo, de Colombia, y Todo Noticias, de Argentina, por transmitir en vivo las manifestaciones que se estaban desarrollando en ese país.

La fuerza del contrapoder y el poder del Chavismo

Teniendo en cuenta las diversas y profundas fallas en el proceso democrático del vecino país, vale la pena preguntarse: ¿Por qué le ha tomado al contrapoder tanto trabajo acabar con un supuesto régimen inestable? O ¿El régimen es más estable de lo que se piensa y contrapoder más débil? Las recientes marchas no solo fueron en contra del actual gobierno, como se piensa; una considerable parte de los venezolanos marcharon en la que se denominó la marcha del Chavismo en ‘’defensa de la soberanía y la paz’’ que también movilizó miles de personas que demostraron que el chavismo sigue vigente, y que, a pesar de todas las críticas, el gobierno actual cuenta todavía con un gran apoyo, lo que puede significar, entre otras cosas, que el régimen tiene un contrapeso considerable hacia la oposición y esto impide que la balanza se incline hacia ese lado, lo que constituye un argumento elemental sobre la legitimidad que posee un gobierno.

Los nuevos problemas democráticos en Venezuela, se generan por la violación al principio de división de poderes que evidenció la manipulación de las instituciones públicas por parte del ejecutivo y que derivó en un poder mayor de este.

Por otra parte, la oposición no se ha consolidado, pues, tras años de lucha contra un supuesto régimen inestable, ya debería existir algún cambio que les resultara favorable. Además, el Chavismo sigue siendo un actor relevante en las decisiones políticas del país, por consiguiente, no existe un actor mayoritario en esta lucha de fuerzas que sea capaz de hacerse con el control de todo.

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