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18 de marzo de 2019

Homosexualidad: La cura sin enfermedad que curar

Por: Juan Camilo Valencia

La homosexualidad es, aún en el siglo XXI, un tema de discusión. Mientas están quienes consideran que es algo natural y que se debe respetar debido a que es intrínseco de la persona, están, también, quienes creen que es un defecto o una enfermedad, que es una patología que aqueja a ciertas personas y que por tanto se debe curar.

La reciente decisión de la justicia brasileña que aprueba las “curas contra la homosexualidad” revive el debate.

Ya dejó de ser

Michael Scholfield, en el año 1965, concluyó, gracias a sus estudios comparativos, que la homosexualidad es una de las formas de la sexualidad humana al igual que la heterosexualidad.

Robert Spitzer fue el psiquiatra que, después de haber realizado una serie de investigaciones sobre las personas homosexuales, declaró que la homosexualidad no era una enfermedad y que no se trataba de un trastorno médico, ya que uno está asociado a angustia subjetiva, sufrimiento o discapacidad de la función social. Spitze concluyó que, las personas poseen esta orientación sexual, por razón de ella no presentan ninguna incomodidad, así que no podría tratarse de ninguna enfermedad mental.

Esta investigación, sin duda, generó un gran impacto en la sociedad; en primer lugar, llevó a que la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) eliminara la homosexualidad del DSM, su manual de enfermedades; además, hizo que, en 1990, La Organización Mundial de la Salud (OMS) dejara de catalogarla como tal.

Más que lograr cambiar la perspectiva que instituciones como APA y la OMS tenían sobre la homosexualidad, la importancia del estudio de Spitze radica en que sirvió para hacer entender a las personas que, hasta 1973 sufrían de esta “patología”, que lo que importa es que se sientan bien consigo mismas y que esto solo se logra con la aceptación.

Vuelve y juega

A pesar de toda la evidencia científica y de la posición oficial de las autoridades médicas internacionales al respecto, aún se presentan casos en los que se evidencia que esta decisión sigue generando dudas y debates entre la población. Uno de estos casos es el del catedrático de psicopatología Aquilino Polaino, quien llego a declarar que, aunque la homosexualidad se halla descalificado como enfermedad, no quiere decir que no haya trastornos que se pueden tratar mediante terapias reparativas; en conclusión, la homosexualidad es un problema a tratar.

Existen países donde aún se pretende curar la homosexualidad como si fuese una enfermedad. En Rusia hay gente que acude a médicos que ofrecen una variedad de “curas gays”. El psicoterapeuta Yan Goland, de 80 años, es uno de los pioneros en el “tratamiento” contra la homosexualidad en el país y asegura haber curado tanto a homosexuales como a transexuales con un método relacionado con la hipnosis y la autoayuda. Así como Yan, Nikolai Nikitenko busca ayudar a quienes padecen la homosexualidad ya que ve la ve como una clase de trastorno obsesivo compulsivo. Existen, también, organizaciones religiosas que ofrecen “tratamientos” para homosexuales.

De igual manera, en Brasil, psicólogos podrán ofrecer a partir de ahora terapias de reversión sexual a sus pacientes, esto después de que el juez Waldemar Cláudio de Carvalho, de un tribunal de la Justicia Federal de Brasilia, autorizó estas prácticas, que estaban prohibidas en el país por el Consejo Federal de Psicología. Hay quienes afirman que la decisión dictada por la justicia, abre la peligrosa posibilidad del uso de terapias de reversión sexual que no tiene ninguna base científica.

Los prejuicios conservadores que prevalecen en la actualidad, son los que llevan a la población a contradecir y tratar de cambiar una realidad indudable como lo es la esencia de una persona. Es cierto que todas las personas son diferentes, sin embargo, es necesario recordar que la diferencia a la que se hace alusión no es únicamente la externa, sino también la interna, y, que cuando de preferencias sexuales se trata, no existe ni enfermedad, ni trastorno ni síndrome que deba o pueda ser tratado.

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BBC – Los controvertidos tratamientos que médicos usan en Rusia para “curar la homosexualidad”

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El País – Robert Spitzer, el médico que ‘curó’ a los gais