17 de marzo de 2020
120 años del maestro que volvió a las pesadillas en películas
Por: María Valentina Díaz.
Alfred Joseph Hitchcock fue un director británico que supo cómo poner los pelos de punta de su audiencia al mismo tiempo que los hacía reír. Nació en Londres, en 1899 y murió en Bel Air, en 1980 a la edad de 80 años. Maestro en el manejo del suspenso, genio del miedo psicológico y sutil sarcástico. Encontró la manera para que todos los sentidos se conectaran desde los sonidos que se escuchaban hasta los gestos que se veían plasmados en la cara de los actores de sus películas con una luminosidad estremecedora y tomas escalofriantes con unos ángulos perfectos para que se sintiera de manera genuina el miedo. A Hitchcock no le importaba meramente el contenido de sus películas, sino lo que estas le transmitían al público. Hitchcock dejó un legado invaluable para el cine. Entonces, en este artículo se hablará un poco de él, desde el uso que el director le dio al lente, hasta las temáticas de sus películas.
“Dales placer, el mismo que consiguen cuando despiertan de una pesadilla”
– Alfred Hitchcock
Alfred Joseph Hitchcock fue un director británico que supo cómo poner los pelos de punta de su audiencia al mismo tiempo que los hacía reír. Nació en Londres, en 1899 y murió en Bel Air, en 1980 a la edad de 80 años. Maestro en el manejo del suspenso, genio del miedo psicológico y sutil sarcástico. Encontró la manera para que todos los sentidos se conectaran desde los sonidos que se escuchaban hasta los gestos que se veían plasmados en la cara de los actores de sus películas con una luminosidad estremecedora y tomas escalofriantes con unos ángulos perfectos para que se sintiera de manera genuina el miedo. A Hitchcock no le importaba meramente el contenido de sus películas, sino lo que estas le transmitían al público. Hitchcock dejó un legado invaluable para el cine. Entonces, en este artículo se hablará un poco de él, desde el uso que el director le dio al lente, hasta las temáticas de sus películas.
Hitchcock encuentra la entrañable relación entre el guión y la técnica
Esta relación se caracteriza por siete elementos:
Primero, sus guiones. Usó un método común que consistía en que la audiencia sabía cierta información, pero los personajes no, lo cual causa una tensión incesante en la audiencia: esa es una de las huellas del director. Los diálogos como en la voz en off de los personajes de sus filmes contenían una descripción psicológica de los mismos y lo que estos estaban sintiendo, para que la audiencia se identificará. También usaba un léxico selecto y distinguido que endulzaba los oídos de su público. En Family Plot (1976) Hitchcock le muestra a la audiencia que el líquido de frenos se está escapando de un automóvil mucho antes de que los personajes se enteren.
Segundo, su concepto de suspenso. Se basaba en desarrollar toda una historia y en los últimos minutos en los cuales la audiencia cree saber con certeza qué pasará, pero de repente, Hitchcock cambia todo lo anterior para dar un giro inesperado al final de la trama. El suspenso tiene que equilibrarse con un poco de humor, bueno eso es lo que creía Hitchcock, ponía a sus personajes en unas situaciones trágicas, pero en escenarios alegres, una ironía para distraerlo de la patada emocional que se les iba a propiciar en seguidos instantes. Psicosis ejemplifica un plot twist al estilo Hitchcock donde en los últimos 7 minutos destruye y crea de nuevo toda la película.
Tercero, Hitchcock crea el plano “MacGuffin”. Este puede ser un objeto, una persona o un objetivo más abstracto, que motiva al o a los personajes de una historia a entrar en acción y a avanzar la trama. En Vértigo el macguffin es el collar de Carlotta.
Cuarto, los ángulos son indispensables para Hitchcock, ya que estos transfiguran la perspectiva, en razón de que la cámara también actúa como un ojo humano. Si Hitchcock quería aumentar el suspenso, usaría un ángulo alto sobre la cabeza del personaje, porque mira alrededor de objetos como curioseando. Su idea de personificar la cámara era su forma de comunicarse con el público. Los pájaros (1963) en la escena más tensa en donde se ve a Melanie hurgando en su bolso y fumando cigarrillos, de primer plano está su rostro, mostrando su creciente impaciencia, pero cada vez que se aleja más la cámara dando un plano más amplio se revela que los pájaros se han situado en el parque detrás de ella, aumentando la amenaza.
Quinto elemento, la iluminación hace alucinar a la audiencia creando siluetas de formas que no existen y que terminan por desorientar. La iluminación en la película Pacto siniestro (1951) indica simbólicamente la verdadera naturaleza de los personajes. Durante la escena de apertura donde Bruno y Guy están hablando en el tren, Bruno se sienta de modo en que la sombra de las persianas golpea su rostro directamente. En contraste, ninguna sombra oscurece la cara de Guy. La iluminación envía un mensaje subliminal de que el personaje de Bruno es el único en el que no se puede confiar.
Sexto, el uso del silencio. Hitchcock criticaba la obsesión con las palabras, el silencio otorga. El silencio crea un estado de shock paralizante, la sensación de que el tiempo se ha detenido. En Chantaje (1929) solo se ve el brazo agitado de Alicia atravesando la cortina, buscando desesperadamente un cuchillo para agarrar. Luego, se ve la mano del pintor, lo que indica que ahora es un cadáver. El silencio continúa mientras, Alice se levanta, coloca cuidadosamente el cuchillo sobre la mesa y se queda en estado de shock. Solo después de un largo y tenso silencio comienza la partitura musical que indica la muerte del pintor.
Séptimo elemento, las bandas sonoras. Estas inducen al suspenso, la forma en que la música crea suspenso es aumentando el tempo y utilizando sonidos altos. En Psicosis, la partitura es una de las más reconocidas en la historia del cine; allanó el camino para la música slasher e hizo que la escena en la ducha fuera fenomenal.
Sus temáticas son emblemáticas, ya que tomaban la vida cotidiana y desde ahí, de lo común, se encontraba la estrafalaria complejidad psicológica del ser humano y la emocionalidad de los mismos que las vincula con conductas sexuales como humorísticas. También en sus películas es recurrente encontrar la búsqueda infame de un falso culpable y el cambio de apariencia de sus personajes.
Sus musas, las rubias, en las películas han sido clasificadas como “tontas y despistadas” o “sofisticadas y heladas”. Las rubias de Hitchcock son todo lo contrario. La mayoría de estos personajes fueron el foco central de sus citas. Las representaciones eran elegantes, inteligentes y sensuales. Trabajó numerosas veces con Grace Kelly, Ingrid Bergman y Tippi Hedren.
Un psicótico y miles de mentes
Psicosis, película de suspenso y thriller psicológico, de 1960, que fue dirigida por Alfred Hitchcock, se basa ambiguamente en los crímenes en la vida real del asesino en serie de Wisconsin Ed Gein. Psicosis se considera como su obra más importante por su famosa escena de la ducha donde matan a Marion. Esta no solo es famosa por ser aterradora y psicológicamente emocionante, sino que también es impactante porque la protagonista principal es asesinada de manera apresurada. El horror proviene de la mente, estar en una ducha, bañarse es parte de la rutina diaria, allí se supone que debe sentirse seguro, y luego ser asesinado, es espeluznante.
El horror también radica en la expresión de Marion y sus gritos. Aunque nunca se ve que el cuchillo penetre en el cuerpo, se escucha el sonido de este cuando entra en él y los poderosos alaridos de Marion al ser asesinada. Ello hace que la muerte se sienta real y causa que la gente se encoja ante la idea. Esto nuevamente muestra a Hitchcock jugando con las emociones y los pensamientos de las personas, ya que las perturba psicológicamente haciéndoles imaginar que el cuchillo entra y sale, en lugar de mostrarle al público esa acción explícitamente. Estas características hacen que la escena sea más poderosa, intensa y también creíble. Psicosis le regala a los fanáticos del séptimo arte a uno de los psicóticos más famosos de la historia del cine.
Para concluir, Hitchcock supo cómo manipular a su público y este dócilmente lo admiraba y pedía cada vez más para saciar su sed. Hitchcock se propuso crear cintas en las cuales el público se sumergiera en un ambiente frenético por la inestabilidad, la sensación tensionante que traspasa el límite de la pantalla a la corteza cerebral del receptor.
Serra, A. – 120 años de Alfred Hitchcock, el genio del miedo y del suspenso en el cine,