Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

7 de abril de 2022

UNIDAD DE GÉNERO EXTERNADISTA: ¿ESO PARA QUÉ?

La Universidad Externado de Colombia en aras de garantizar la igualdad de género dentro de la institución educativa creó, bajo la Secretaría General, una instancia llamada Unidad de Género. Esta es integrada por seis mujeres y busca introducir políticas que permitan al estudiantado desenvolverse en un ambiente de tolerancia y respeto, aspectos característicos del alma máter. El trabajo de esta unidad se encamina hacia la construcción de protocolos que eviten el acoso, las formas de discriminación y violencias basadas en género. Además, la metodología utilizada para la consecución de sus objetivos se basa en la orientación tanto a docentes como a estudiantes, por medio de charlas y talleres, sobre temas relacionados al género. Es una instancia abierta para todos los estudiantes, su intencionalidad es poder orientar y guiar a quienes tengan dudas o necesiten algún tipo de acompañamiento, según sea el caso.

Para comprender mejor la labor de la Unidad de Género, Luisa Riaño, corresponsal del Libre Pensador dialogó con Jéssika Barragán López, abogada de la Unidad de Género.

Luisa Riaño: ¿Por qué es importante, en este momento, hablar de género y qué se entiende por este término?

Jéssika Barragán:  Desde siempre ha sido importante hablar entiendo el género como una categoría que atraviesa nuestra vida y determina, en gran medida, la forma en que nos comportamos y que justifica además las violencias que las mujeres sufrimos. Pero también aquellas identidades consideras disidentes que no corresponden a cierta normatividad.

Es importante ahora, porque es una de las grandes victorias del movimiento feminista, que es demostrar como el género es una fuente que puede llegar a generar violencia y es importante discutirla justamente para dejar de naturalizarla, para dar cuenta de las realidades estructurales que la alimentan y que deben de ser transformadas inevitablemente, sobre todo en espacios como el universitario.

L.R.: ¿Su labor puede tener incidencia fuera del campus universitario, como en el hogar?

J.B.: La unidad es una dependencia administrativa de la universidad creada el año 2021. Tiene varios ejes de acción, entre los cuales el principal es crear una política integral de género que incluye una apuesta pedagógica. Esta apuesta pedagógica pasa, justamente, por la discusión, la reflexión y la transformación de formas en las que comúnmente nos hemos relacionado que han naturalizado y perpetuado ciertas violencias.

En ese sentido, el hecho de discutir esto en un espacio como la universidad pasa por una apuesta que va más allá de las parades de la universidad, y es dar herramientas para que las personas reconozcan las identidades de los otros y las propias, identifiquen la violencia que sufren ellas y otras personas. Por supuesto, impactarán en las demás relaciones interpersonales o al menos esa es la pretensión.

L.R: ¿En qué puede ayudar la Unidad de Género a un estudiante?

J.B: Por ahora la Unidad tiene un rol de crear la política integral de género, y dentro de su apuesta pedagógica está todo el ejercicio de reforma al protocolo en casos de acoso existente, es decir, la unidad no está dentro de la ruta de atención del protocolo.

La Unidad de Género, actualmente, cumple una labor de pensárselo más no de actuar. Eso no implica que la unidad no esté al servicio de los y las estudiantes. Lo que la Unidad puede hacer es escuchar a las personas que deseen ser escuchadas y brindar un espacio seguro para que quienes quieren hablar, aun reconociendo que es lo que la unidad puede ofrecer, que no es iniciar un proceso todavía ni integrarlo a la ruta del protocolo, sino servir como un espacio de contención.

L.R: En un futuro, ¿ustedes cómo piensan plantear la unidad y ponerla al servicio de la comunidad, una vez tengan la política integral de género?

J.B: La Unidad ya tiene una relación con el estudiantado, aunque no pase necesariamente por el protocolo. Sin embargo, el funcionamiento de la Unidad más adelante no depende totalmente de la unidad. La Unidad está en proceso de pensar cuál va a ser el rol dentro de las rutas, en la política de género, pero eso está por verse todavía.

L.R: ¿Qué es el acoso y cómo un miembro de la comunidad externadista puede saber si lo padece?

J.B: El acoso entendido como comportamiento generado por una persona que tiene la intención, deliberada o no, de generar incomodidad, miedo, temor, en donde existe una relación de poder que está dado por el lugar que se ocupa en al ámbito laboral, educativo, entre otros. El acoso sexual tiene una finalidad sexual y eso es lo que los diferencia.

No hay una forma de decir sí lo que se ha vivenciado es o no acoso, pasa por la experiencia propia, pasa por ver que nos hace sentir incomodos y cuál es la gravedad del daño que me ha generado el otro o la otra. Por eso, es tan importante hacer toda una pedagogía en torno al reconocimiento de las violencias que hemos naturalizado.

L.R: En caso de padecer acoso, ¿qué puede hacer y cuál es el conducto regular para la respectiva denuncia?

J.B: La universidad desde el año 2018 tiene un protocolo en caso de acoso. La ruta existente dicta que el o la estudiante pueden acercarse directamente a bienestar universitario o pueden remitir su caso a través del correo cuentamente@uexternado.edu.co.

Además, las personas que quieran acercarse a la Unidad de Género a contar su historia pueden hacerlo, en esta de alguna manera se puede hacer la remisión con acompañamiento, siempre teniendo en cuenta que la unidad no tiene la competencia para activar directamente la ruta.

L.R: ¿Por qué no se debe permitir el acoso?

J.B: La violencia no es admisible, es un acuerdo social: no se agrede a otra persona. En el caso particular del acoso sexual es relevante porque ha sido una actitud respaldada, legitimada por acción u omisión en muchos espacios universitarios y porque si la pretensión es que las mujeres y, en general, las personas se sientan seguras en espacios que pretenden brindarles oportunidades de formación y crecimiento simplemente no es tolerable que esto siga sucediendo en la relación con estudiantes, con docentes o con administrativos.

L.R: ¿Cuál es el trabajo que se puede hacer en pro de la igualdad de género al interior del campus universitario?

J.B: Hay muchas formas de tratar estos temas y de trabajar en pro de la igualdad. Uno por supuesto es un compromiso más explícito que implica trabajar activamente desde la academia, desde la militancia. Pero si no es esa la pretensión, ni la apuesta política y personal de todas las personas que sabemos que no es así, pasa por el reconocimiento de la existencia, la agencia y el consentimiento ajeno: reconocer al otro como un ser humano que tiene pretensiones, gustos, deseos. Bajo el reconocimiento de identidades que no concurren necesariamente con la mía es que seguramente se logra ir eliminando la violencia que repetimos y replicamos a través del lenguaje o a través de nuestros comportamientos en la cotidianidad.

L.R: Un miembro de la comunidad externadista, ¿cómo puede aportar para el fortalecimiento de la unidad de género?

J.B: Hay diferentes frentes: uno pasa por el involucramiento en las diferentes actividades que la Unidad de Género hace, que se van ampliando con el tiempo. Por ejemplo, el 8 y 9 de marzo en el marco de la Conmemoración del día internacional de la Mujer se llevaron a cabo una serie de actividades académicas, simbólicas y culturales en donde todas y todos los estudiantes, funcionarios y docentes estaban invitados.

Otro frente es el aprovechamiento de nuevos escenarios de discusión, de reflexión y de concientización que se van abriendo. También la Unidad sigue en el diseño de una política de practicas en varias facultades con las que se quieren generar alianzas, donde se ha venido trabajando con las colectivas universitarias que abordan estos temas, para la planeación de los eventos y para la discusión que se viene más adelante con relación al protocolo y a la política.

Además, deben ver si abren o no la posibilidad de que estudiantes se involucren de manera independente como voluntarias o voluntarios a este proceso.