24 de diciembre de 2015
Petróleo: el verdugo de la economía nacional (Parte 2/2)
Por: Gustavo Paz Revelo.
El desafío de la OPEP a los Estados Unidos reduce el precio del crudo, fortaleciendo el dólar en los países dependientes de su exportación. El comportamiento de estos dos sectores es muy opuesto, mientras uno crece el otro decrece, además este fenómeno fue catalogado como una “desindustrialización” que está viviendo Colombia, por la política de crecimiento económico que tiene el gobierno en este país, la cual es aprovechar al máximo los excedentes monetarios que genera el crudo para de esta forma utilizarlos en las importaciones de bienes necesarios para que otras industrias puedan seguir desarrollándose normalmente.
Cabe recordar en este punto que “en el caso de los bienes de la minería e hidrocarburos, el intercambio comercial es el típico interrama, en el que los países se especializan en productos básicos sin mayor valor agregado, vendidos como commodities para que otros los transformen, mientras con ellos se financia la importación de bienes de mayor complejidad tecnológica. La especialización de Colombia es esta última: vender masivamente petróleo y carbón para financiar las compras de maquinaria, automóviles y electrodomésticos.” (Gonzáles, 2011).
Adicionalmente, las inversiones extranjeras directas (IED) hacia el sector de hidrocarburos han sido importantes, esto significa que además de estar recibiendo excedentes en dólares por la producción del crudo, el ingreso de esta divisa a Colombia también se estaba dando por este tipo de inversiones, según Ricardo Bonilla el sector de minas y petróleo abarcaba cerca del 40.5% del total de IED en dólares.
En otras palabras, Colombia ha sido un país que ha dejado su balanza comercial a merced del comportamiento del precio de los commodities, en la actualidad del petróleo principalmente, puesto que éste ha pasado de estar por encima de los USD 100 por barril a estar en un rango de USD 40-50 lo cual significa que en términos monetarios ahora se está recibiendo menos dólares por barril exportado, también esto acarrea consecuencias para las empresas petroleras del país en su costo de ventas, puesto que dicho precio no les genera tantos márgenes de utilidades y por lo contrario cada día se hace más costosa la exploración, explotación y producción del crudo.
El momento de las decisiones
Al recibir menos dólares por barril exportado, se está reduciendo aún más la presencia de esta divisa en el mercado colombiano, a una mayor demanda y menor oferta es lógico que se esperara que la TRM haya tenido un comportamiento tan volátil y al mismo tiempo que el peso colombiano se haya devaluado tanto respecto al dólar.
Teniendo en cuenta que el petróleo es un recurso no renovable y adicionalmente finito, es momento para que el gobierno tome decisiones adecuadas y acertadas para encaminar a la economía hacia otros sectores más productivos y de esta forma diversificar la canasta exportadora, con el fin de producir bienes con más valor agregado que puedan de cierta forma mitigar el impacto de la caída de los precios de los commodities, lo cual a su vez se traduce en una menor vulnerabilidad de la balanza comercial dadas las fluctuaciones de los precios del crudo de los cuales Colombia es tan dependiente.
Se buscan sustitutos
Por otro lado, si bien es cierto que el sector de los hidrocarburos y la minería son los que más recursos absorben por parte de las IED a su vez son los que menos empleos generan, como se lo puede apreciar en las siguientes gráficas tomadas del artículo de Ricardo Bonilla:
Es interesante observar cómo los sectores que reciben menos o similar IED que el de minas y petróleo son los que más empleos generan, tal es el caso del sector de Comercio, restaurantes y hoteles que genera el 25.6% como se lo puede detallar en las gráficas seguido del sector de Servicios sociales y gobierno con un 19.4% y de los sectores agropecuario e industrial con 18.5% y 12.3% respectivamente, que de cierta forma y con apoyo del gobierno podrían ser los sectores que puedan mitigar los impactos negativos en la balanza comercial generados por la caída del precio del petróleo, y que a su vez pueden contribuir a obtener una canasta exportadora más diversificada y menos dependiente de bienes con bajo valor agregado.
Otro argumento por el cual el gobierno debería empezar a actuar desde ya en la creación de un nuevo modelo de crecimiento, es por el simple hecho que a Colombia le quedan muy pocos años de reservas probadas de petróleo, con el fin de que el país se encuentre preparado para afrontar la nueva realidad y que de esta forma la TRM no llegue a niveles superiores a los presentados en la actualidad. Respecto a las reservas “con cierre a 31 de diciembre de 2012, mostraron un total de 2.377 millones de barriles que equivalen a un aumento de 5,2% respecto de 2011 y en términos de volumen, 227 millones incluyendo los 345 millones de barriles producidos en 2012, que permite un R/P (Relación reservas-producción) de 6,89 años a la tasa de producción del mismo 2012.” (UPME, 2013)
Por su parte la última reunión de la junta directiva del Banco de la República realizada el 21 de Agosto del 2015 mencionó que “el precio internacional del petróleo tuvo un descenso significativo y las cotizaciones de varios productos básicos que importa Colombia dejaron de caer. Si estos niveles en los precios de las exportaciones e importaciones se mantienen, los términos de intercambio y el ingreso nacional caerían más de lo previsto. Esto explica en gran medida la fuerte devaluación del peso frente al dólar en comparación con las monedas de otros países.” (Banco De La República, 2015)
A manera de conclusión, la coyuntura de competencia entre la OPEP y los Estados Unidos ha hecho que el precio del petróleo haya bajado significativamente por los altos índices de producción con el fin de sacar del mercado el tipo de petróleo (esquisto) producido por Estados Unidos, lo cual ha afectado paralelamente a países que son altamente dependientes de las exportaciones del crudo. En el caso de Colombia el panorama se agrava aún más por el hecho de no tener una canasta exportadora diversificada y altamente dependiente del petróleo, que hace que los ingresos también dependan en su mayoría de los excedentes de la producción del crudo, en especial en dólares. Al estar recibiendo menos dólares por cada barril de petróleo, se está reduciendo la masa monetaria de esta divisa en el mercado, es decir menos oferta, lo cual ha hecho que la tasa representativa del mercado haya llegado a topes nunca antes vistos en la historia del país. A lo largo de este escrito se pudo evidenciar los motivos por los cuales el precio del petróleo baja pero el dólar se fortalece por el hecho de que muchos países dependen de los excedentes que genera esta actividad, como Colombia.
(leer primera parte del artículo)
Referencias El Libre Pensador:
El Espectador – De la bonanza a la crisis, un siglo de economía cafetera.
Portafolio – ‘La Opep ya no puede proteger más precios del petróleo’
CNN Money – Yuan devaluation is tiny vs. dramatic drops in euro, yen and ruble.