Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

27 de agosto de 2015

La risa: una cura para el cuerpo y el alma

Por: Paula Andrea Páez Beltrán

“Un día sin reír, es un día perdido”, palabras de un sabio personaje de la historia que es experto, precisamente, en la cultura de la risa: Charles Chaplin. En la actualidad, los seres humanos son sometidos a constantes cambios de ánimo, estrés, rabia, tristeza y, por supuesto, la  felicidad que forma parte del  día a día de muchos. Lamentablemente, no todo puede ser siempre color de rosa, las circunstancias de la vida, algunas veces, hacen pasar una mala jugada, que termina afectando nuestra salud mental y física. Para afrontarlo, el maravilloso cuerpo humano tiene una solución efectiva, sana y económica: reír. Esta es la mejor cura para un mal día y si se hace costumbre, se pueden obtener beneficios que, a largo plazo, convertirán la vida en una más feliz y placentera. Ahora bien, Bogotá es una ciudad cosmopolita en donde se mezclan culturas, etnias y hasta malas costumbres. Esta hermosa, pero dura ciudad, cada día crea en sus ciudadanos un estrés constante, pero así también, muchos ambientes en donde los ciudadanos pueden liberar las cargas negativas y ser felices, al menos, por un momento.

Reír es sano

Efectivamente, reír es una excelente manera de deshacerse del estrés, la depresión y la angustia. Al reírse, el cuerpo libera dos neurotransmisores, la endorfina que usualmente genera euforia, además, de efectos analgésicos  y dopamina relacionada con los estados psicológicos de bienestar; por tanto. se reduce el cortisol, la hormona del estrés.

Al parecer, Sigmund Freud había anticipado desde bastante tiempo atrás que las carcajadas liberan la energía negativa, demostrado en la actualidad con un estudio científico que  prueba que el córtex cerebral libera impulsos eléctricos un segundo después de comenzar a reír. La risa se localiza en la zona prefrontal de la corteza cerebral, lugar asociado con la creatividad y con la capacidad de tomar decisiones para el futuro.

Reír representa diferentes beneficios para el cuerpo, porque el ser humano es uno de los pocos animales en el mundo, junto con los primates, que puede reír así que: si un animal al cual le llevamos años de evolución puede hacerlo ¿por qué nosotros no? De forma descendente, reírse ayuda a oxigenar el cerebro, regula el pulso cardiaco, ayuda a la digestión, relaja músculos tensos y disminuye la presión arterial en la sangre además,  fortalece los lazos afectivos, mejora la autoestima y elimina pensamientos y cargas negativas. Algunos especialistas aseguran que reír, equivale a 10 minutos de hacer ejercicio aeróbicos o 15 minutos de estar en la bicicleta,  ya que al reír movemos aproximadamente 400 músculos, lo que nos hace quemar calorías.

¡Váyase de plan!

Tal vez esta ciudad parezca solo llena de trancones, pero si se busca bien existen planes que pueden llevar a robar no el celular, sino un sonrisa. Para empezar, todos los viernes se encuentra en el centro de la ciudad un espacio llamado “El septimazo” –creo que se imaginarán por dónde–  en el cual artistas callejeros de toda clase, especialistas en el rebusque como cuenteros, bailarines, dibujantes, cantantes, actores y hasta magos transforman esta vía de asfalto, en un espacio que pinta la noche de colores y por qué no de risas. Estos artistas desarrollan distintas actividades, con el fin de entretener a la audiencia y hacer que esta pase un rato agradable y lo mejor de todo, a bajo costo, pues hay que estirar el salario.

No muy lejos de ahí, existe un lugar que expide cultura colombiana, El Chorro de Quevedo, que se encuentra  quizá el barrio más  antiguo de Bogotá, La Candelaria. El Chorro, lugar importante para nuestra historia, atrae a diario a miles de turistas, la mayoría rubios con ojos azules y con un aire un poco hippie que buscan nuevas experiencias en un lugar que los transporta a la época colonial. Pero este maravilloso y místico lugar, no solo atrae a turistas, los viernes en la noche se transforma en un foco de risa. Alrededor de las cuatro o cinco de la tarde, cuando la mayoría de los universitarios han salido de sus obligaciones académicas,  dicho lugar se convierte en centro de dispersión perfecto: cuenteros de turno empiezan a narrar las historias preparadas para esa noche, músicos salen a tocar, a veces, extraños instrumentos  y la chicha, bebida emblemática de nuestro país, empieza a tomar su lugar en los jóvenes.

Para aquellos con un poco más de presupuesto, Bogotá ofrece una variedad de obras teatrales con artistas nacionales que prometen divertir y contar una entretenida historia a los asistentes. Según las preferencias, se puede encontrar distintas obras de comedia en los teatros de la ciudad, una salida de la rutina, ya que no es costumbre de muchos asistir a este tipo de eventos de entretenimiento. Por último, pero no menos importante, el plan más común de todos, asistir a cine y ver una buena película cómica;  el cine bogotano ofrece una amplia cartelera que da la posibilidad de elegir una de las tantas películas internacionales e, inclusive, algunas nacionales que desarrollan  tramas divertidas, que se podrán disfrutar  en buena compañía. Así que planes para dejar la rutina al lado hay. Depende de usted elegir imprimirle un rato de dispersión y alegría a su vida.

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