Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

26 de noviembre de 2019

Hidroituango, una pesadilla sin fin

Por: Daniel Zapata Arango

Una obra que empezó, sin dudas, como el proyecto hidroeléctrico más ambicioso e importante del país, hoy en día es una pesadilla que no tiene fin. La Hidroeléctrica Ituango o mejor conocida como Hidroituango, ubicada en el norte del departamento de Antioquia, es un proyecto auspiciado por las Empresas Públicas de Medellín (EPM), el cual tiene como propósito aprovechar el caudal del río Cauca, para convertirlo en energía, y que en un futuro sea comercializada en el territorio nacional. Pero en las actuales circunstancias este afluente hídrico ya está sediento.

Una obra que empezó, sin dudas, como el proyecto hidroeléctrico más ambicioso e importante del país, hoy en día es una pesadilla que no tiene fin. La Hidroeléctrica Ituango o mejor conocida como Hidroituango, ubicada en el norte del departamento de Antioquia, es un proyecto auspiciado por las Empresas Públicas de Medellín (EPM), el cual tiene como propósito aprovechar el caudal del río Cauca, para convertirlo en energía, y que en un futuro sea comercializada en el territorio nacional. Pero en las actuales circunstancias este afluente hídrico ya está sediento.

El inicio de la pesadilla

 La hidroeléctrica estuvo en el “ojo del huracán”, por decirlo así, por primera vez, a mediados de mayo del 2018­, ­que por motivos que aún están en investigación, sufrió un deslizamiento sobre uno de los túneles que desviaba el río. Ello provocó su taponamiento y, por consiguiente, el desbordamiento del mismo.  Las pérdidas materiales según Jorge Londoño de la Cuesta, gerente de EPM, podrían llegar los 180 millones de dólares. Pero eso no fue lo peor, lo más agobiante era lo que podía suceder río abajo, ya que con la posibilidad de una inminente avalancha lugares como Puerto Valdivia y Puerto Antioquia tuvieron que ser evacuados para evitar una tragedia mayor.

Desafortunadamente, cuando el país ya se estaba olvidando lo ocurrido el año pasado, la hidroeléctrica volvió a los titulares de los medios de comunicación a principio de este año, pero esta vez con más fuerza. ¿La razón?, fácil, tras la decisión de cerrar las compuertas del vertedero de Hidroituango, el río Cauca literalmente se secó por completo, provocando  la muerte de miles de peces y dejando al país  en una emergencia humanitaria y ambiental comprable a la de Armero, décadas atrás.

¿Hay luz al final del túnel?

Ahora bien, tanto EPM como la hidroeléctrica dicen que van a resolver este problema lo más pronto posible, pero los ingenieros y, especialmente la comunidad, no ven con buenos ojos esta realidad, ya que según un estudio realizado por el grupo Skava Consulting, los errores de infraestructura empezaron desde los mismos diseños de la planta. Como si fuera poco, a Luis Guillermo Gómez, exgerente de la hidroeléctrica, y Luis Javier Vélez, exdirector del proyecto, se les imputará cargos en su contra por “irregularidades en los contratos” lo cual deja muy mal parado la confiabilidad del proyecto.

Asimismo, la pregunta que se harán tanto los encargados del proyecto, como los funcionarios del Estado y no menos importante, el pueblo colombiano después de resolver esta delicada situación ambiental y judicial es: ¿Podrá Hidroituango una vez por todas cumplir con su objetivo, la cual es suplir de energía al territorio nacional o será otra obra más (de miles de millones) que pasará a la historia de Colombia en algo que nunca fue? Como lo hicieron en sus respectivos momentos los Juegos Nacionales de Ibagué, La Ruta del Sol II o Reficar, entre otros.

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