Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

18 de febrero de 2015

Venezuela: Miedo al olvido

Por: Leonor Elena Celis Martínez

Venezuela, ¿qué está sucediendo?, ¿por qué las redes sociales están plagadas de imágenes y noticias? Lo que empezó como una protesta pacífica para pedir la liberación de varios estudiantes en Táchira (estado fronterizo con Colombia), terminó siendo una masacre a la democracia y a la libertad. Ese 12 de febrero, día de la Juventud en Venezuela, murieron dos jóvenes asesinados por protestar. Murieron por querer una Venezuela diferente , libre y segura. Murieron buscando un camino para ese país que se anhela, ese hermoso país de ocho estrellas. Una de las frases emblemáticas de ese día decía: “Mama me fui a luchar por Venezuela, si no vuelvo es que me fui con ella”. Pero nadie se esperaba que esas líneas tuviesen algo de razón, dos madres no tuvieron la oportunidad de decirle adiós a sus hijos.

Desde ese día, los estudiantes no han parado, han sido víctimas de una brutal represión, pero han mantenido su lucha en pie, y el llamado es a no desistir, a continuar. La convocatoria es para Venezuela: estudiantes, gremios, industriales, madres, cualquiera que sienta que se merece otro país, se pide parar las actividades y solo exigir en las calles lo que se merece Venezuela. Ahora se espera no existan más muertos, suficiente es la cantidad de estudiantes y personas detenidas, y con los heridos por aquellas fuerzas que juraron protegernos, que juraron protegerte a ti, Venezuela.

Cada día las represiones aumentan y cada vez buscan medios más dañinos para evitar que se alcen las voces de Venezuela. Las denuncias parecen chistes en los organismos del Estado, la información se ha vuelto casi inexistente en el país. Las redes sociales han sido nuestro refugio en la lucha, donde se le informa a Venezuela y al mundo qué sucede. Se han tornado en un espacio de convocatoria, de exigencias y ahora es el portador de noticias. La censura se ha vuelto una venda en los ojos de muchos, las escasas noticias que se proyectan solo difaman a aquellos que tienen una visión diferente, una visión que exige un futuro distinto para el país…

El Estado ha logrado su cometido polarizar al máximo, reprimir y violar los derechos de los ciudadanos, sin quejas relevantes del exterior. Ha comprado el silencio y la consciencia de mandatarios en América latina y en el mundo. Pero peor que eso, compró la consciencia de los defensores del pueblo Venezolano: las Fuerzas Armadas, policías y servidores públicos. Y quedan varios interrogantes por responder que sólo el tiempo contestará: ¿despertarán las consciencias de los mandatarios en el exterior?, ¿los servidores públicos de Venezuela rememorarán que tenían principios?, ¿se prolongará el conflicto o pronto quedará en el olvido?, ¿las muertes serán en vano?