Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

1 de noviembre de 2018

Más allá del ingreso, somos hermanos latinos

Por: Karla Núñez

A partir de la migración venezolana en el territorio colombiano, se empezó a reflejar la aporofobia: el rechazo hacia los venezolanos pobres. Aunque normalmente se confunde con la xenofobia que se define como el rechazo a los extranjeros. Ahora bien, ¿por qué se da este fenómeno? Simple, la mayoría de los extranjeros pobres le quitan la seguridad y las posibilidades de trabajo, en este caso, a los colombianos, pues cobran menos para tener más posibilidades de empleo. Esto hace que exista un rechazo hacia los migrantes. Todo ello sin que se tenga presente, que muchos extranjeros venezolanos tienen empresas donde se emplean a los colombianos.

Aporofobia, el pecado de ser extranjero pobre

La aporofobia en Colombia se observa de una manera muy específica, ya que existe un alto porcentaje de rechazo hacia los migrantes venezolanos de manera denigrante. Ellos llegan a Colombia a conseguir trabajo y nuevas oportunidades de vida,  pues pueden obtener un empleo para satisfacer sus necesidades. Debido a esto, algunos nativos se encontraron en una posición intolerante frente a los venezolanos de bajos recursos que buscan estas oportunidades laborales, puesto que consideran que ellos no traen un aporte significativo para el país, sino que, por el contrario, aumentan los porcentajes de desempleo en Colombia, reducen los ingresos económicos de cada individuo, lo que conduce a una desmejora en la calidad de vida del colombiano.

Carlos Holmes Trujillo anunció que en al país han ingresado  cerca de un millón de venezolanos, lo que hace de esta la tercera más grande del mundo. Ahora bien, el gobierno colombiano ha previsto que en los próximos meses aumente un millón más. De ser así, al país le costaría para el 2021, 12 billones de pesos esta crisis. Esta suma se invertiría para educación, salud y trabajo. Frente a este panorama, diferentes entes gubernamentales, como reconocidos directores de medios, como Roberto Pombo, han advertido loa necesidad de parar el recelo que sienten algunos colombianos frente a los nuevos residentes del vecino país.

Se tiene en cuenta que, debido a la crisis económica venezolana, los migrantes para obtener ingresos económicos rápidamente e, incluso, a veces por tener una estadía ilegal en el país, cobran sus servicios por debajo del sueldo mínimo colombiano para ser más atractiva su contratación en las empresas. Ahora bien, por lo anterior se han sancionado a varias de ellas por contratar a venezolanos ilegales y por realizar pagos menores a los establecidos por la ley colombiana. Por ello, Migración Colombia anunció que cerca de 15 empresas han sido sancionadas por contrataciones fraudulentas. Las ciudades en donde más casos se han registrado son: Cartagena, Barranquilla y Norte de Santander.

Además, aquellos venezolanos que tienen documentación colombiana tienen la posibilidad de tomar las ayudas que brinda el gobierno colombiano a sus nativos de bajos recursos, como, por ejemplo, las casas donadas por el Estado colombiano, oportunidades de estudios superiores, entre otros. Esta situación lleva a que un alto porcentaje de colombianos que aplican a estas ayudas tengan menos posibilidades de obtener este beneficio, debido a que se da de manera equitativa entre los nativos y los migrantes documentados, partiendo del análisis de la situación de cada individuo, se determina si el gobierno les brinda  o no este auxilio.

El equilibrio que se encuentra con los venezolanos

A pesar de que algunos migrantes han tenido repercusiones negativas en el país, se puede debatir sobre algunos colombianos que suelen generalizar a los venezolanos, llamándolos limosneros y “putas”, sin tener en cuenta que existe una cantidad de empresas y franquicias que emplean a los nativos, de esta forma, se logra un equilibrio entre los unos y los otros. Además, con ello se obtienen variedad de artículos en el mercado o nuevas oportunidades laborales.

Algunas de las empresas venezolanas con mayor producción, ventas y empleos son Farmatodo y Locatel. Esta última trajo a Colombia una amplia gama de productos para la salud, que no se conseguían fácilmente en el país. Ello ha favorecido al sistema de salud: a través de máquinas que han servido de apoyo a clínicas y hospitales. Estas empresas tienen buenas ganancias, las cuales favorecen al país: al rededor 40,8 millones de dólares, según el Banco de la República. Además de estas, también existen pequeñas compañías que emplean a los colombianos, tal es el caso de CNG ENERGY SAS, la cual se encarga de mantenimiento de tuberías de gas y servicios petroleros.

Si se considera lo anterior, hay un equilibrio entre los migrantes venezolanos y los colombianos, así como se solicitan trabajos también se generan, en este caso por parte de empresarios venezolanos. Vale la pena destacar que hay un grupo de colombianos que han brindado apoyo desinteresado a los migrantes en condiciones económicas precarias, además sostienen su indignación frente algunos connacionales que no recuerdan la mano que se le tendió a los colombianos en Venezuela, durante la época de narcotráfico y violencia más fuerte vivida en Colombia.

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