25 de enero de 2016
La fuga del Chapo o el renacimiento del Cartel de Sinaloa
Por: María Adelaida García Londoño.
Para entender qué es El Cartel de Sinaloa nos debemos remontar a la clasificación que se hace de un grupo armado, considerándolo como la principal causa de anarquía en un Estado ya que puede mantener una autonomía considerable. Los grupos armados, que en 1991 no eran considerados como una amenaza nacional o internacional, comienzan a fortalecerse y a tener un gran renombre en el escenario internacional debido a los ataques del 9/11 en Estados Unidos. En tanto que se les define como organizaciones ilegales que no se rigen por las reglas democráticas establecidas y buscan una ventaja sobre los Estados, a partir de una actuación que sostiene medidas no convencionales y asimétricas. Estos pueden ser rebeldes, irregulares, insurgentes, guerrillas, movimientos de liberación y grupos criminales transnacionales. El Cartel de Sinaloa es uno de los principales grupos criminales del mundo, y origen de la más importante ramificación de grupos armados transnacionales. Tras la caída de su jefe supremo, se produce una modificación importante: “El Chapo Guzmán” es entonces reemplazado por el siguiente miembro en la cadena de mando en el negocio del narcotráfico, lo que permite una fácil continuidad del negocio ilegal.
Sinaloa en el contexto de la seguridad regional
Al tratarse de un grupo criminal que busca réditos económicos a través de la realización de una actividad ilegal a nivel internacional, implementa la violencia en su repertorio de acción, convirtiéndose y mutando de un grupo criminal hacia uno terrorista. La violencia fue usada frente a la población y otras organizaciones mafiosas, para cobrar deudas y para castigar por los errores cometidos contra la Alianza de Sangre. El Cartel de Sinaloa resalta frente a otros carteles en México en el uso de la violencia.
Las dinámicas de seguridad nacional y regional se han vuelto cada vez más complejas, en particular debido a la relación establecida entre el Cartel de Sinaloa y los carteles colombianos de la droga; convirtiendo a México en un verdadero país productor, siendo que hasta comienzos del siglo XXI solo se trataba de un país de tránsito de la droga. Además, los gobiernos tanto de México como de Colombia ahora deben luchar contra el fenómeno no solo a nivel interno, sino también a nivel transnacional. En efecto, las dinámicas del narcotráfico afectan a la región latinoamericana y al resto del mundo, por constituirse como el caldo de cultivo de drogas que luego son exportadas hacia Estados Unidos, Europa y Asia.
Sinaloa: una organización altamente sofisticada
Una consideración importante frente a la consolidación del cartel sin el “El Chapo” al mando, es la identificación que éste tenía con la población de Sinaloa; especialmente en cuanto a servicios públicos, de salud y crecimiento económico refiere. En efecto, “El Chapo” gozaba en la región de un altísimo carisma.
Fue él quien desarrolló la estrategia de los túneles, como principales rutas para el narcotráfico hacia los Estados Unidos. Le resultó bastante efectiva, ya que le permitía ingresar la droga a territorio norteamericano, casi de forma desapercibida. Se puede observar fuerte ingeniería y planeación en las actividades del grupo armado, lo que le permite garantizar la continuidad del negocio.
La respuesta del sistema internacional al aumento en poder del narcotráfico mexicano
La cooperación que se debe establecer en los países involucrados en el fenómeno – como los países de la Región Andina, el Sudeste Asiático y Asia Central – se basa en el fortalecimiento mutuo de las fuerzas armadas, el aumento de la seguridad de tipo privado (esto con las posibles consecuenticas que puede traer) y el establecimiento de rotaciones constantes de los miembros de las guardias, principalmente en las penitenciarías más importantes de los países (como se hace en muchos lugares a nivel internacional) para evitar que los sobornos se hagan efectivos. Solamente “El Chapo” otorgó USD$ 5 millones a la guardia de las penitenciarías donde estaba recluido para someter y controlar diferentes aspectos de su seguridad y asegurar, finalmente, su segunda fuga.
Lo que se debe considerar ahora, tras la nueva captura del jefe máximo del Cartel de Sinaloa el 08 de enero de 2016, es que la guerra por las rutas del narcotráfico en México se puede volver aún más compleja, esto debido al aumento en poder del Cartel de Tijuana, dirigido por los Arellano Félix. esto se ha visto reflejado en el incremento de los índices de violencia, la tasa de homicidios y la tasa de seguridad. La continuación indiscutible de las actividades delictivas de los dos carteles recrudecerá los enfrentamientos armados entre ambos grupos, poniendo en medio a la población civil.