Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

23 de octubre de 2015

La amenaza del Estado Islámico al sistema internacional

Por: Laura Carolina Saavedra Garzón

Siguiendo las premisas realistas de Hobbes y Morgenthau, el Estado Islámico (E.I.) es el resultado de la anarquía internacional y de la naturaleza humana, que se expresa a través del proceso de personificación del Estado. Al no verse obligado, por ningún ente internacional, a seguir ninguna regla, este se comporta según sus intereses egoístas, definidos en términos de poder. Realidad que lo hace más amenazante, pues tiene la capacidad técnica, material y financiera, además de la organización político-militar, de impactar a gran escala el escenario internacional. Este busca expandir el poder musulmán sunita, reconquistando territorios del antiguo califato, estableciéndose como una amenaza real a la estabilidad política de todo el Medio Oriente, y a la seguridad de la Unión Europea, de los Estados Unidos e incluso del mundo entero.

Después de las intervenciones de occidente, que causaron una mayor inestabilidad en la región, el poder del E.I. aumentó, pues ahora cuentan con la capacidad de tomar decisiones finales, cuando existe un conflicto de intereses. Un claro ejemplo de esto es la pérdida del control, por parte del gobierno sirio de Bashar al-Assad, de las regiones al norte del país, hoy en manos de las milicias del E.I.. También, la frontera entre Siria y Jordania se ha visto afectada por una serie ataques cometidos por el E.I.. En los casos anteriormente presentados, ha prevalecido el interés del grupo terrorista frente al de otros Estados, generando amenazas no solo a estos sino a los intereses de los demás Estados del Sistema Internacional, que no han podido hacer prevalecer sus intereses en este conflicto.

El poder real del Estado Islámico

El E.I. puede presentar los elementos de potencia presentados por Mearsheimer, pues cuenta con las dos clases de poder. Primero, el poder latente que se caracteriza por la capacidad económica y poblacional con la cual cuenta este grupo terrorista. Segundo, el llamado poder verdadero basado en la capacidad militar. De vital importancia, pues se entiende la guerra como la prolongación de la política por otros medios. Por lo tanto, para este autor, este es el único medio totalmente eficiente si se quiere materializar los intereses de un Estado. El E.I. muestra una organización militar fuerte especialmente por adherir a la Yihad, que profesa la muerte por la religión, como una estrategia de movilización militar poco costosa y muy eficiente.

La organización  cuenta también con un soft power consolidado, en la medida que ha logrado exponer al mundo actual sus prácticas de disuasión, a través del cuarto poder que representan los medios de comunicación. La percepción de seguridad en los Estados anda entonces por el suelo. Las decapitaciones grabadas de periodistas, la lapidación de homosexuales, o la destrucción de vestigios históricos, han generado que muchos Estados se sientan intimidados por las acciones sin límite alguno que toma este Estado para garantizar sus intereses.

El realismo ofensivo nos muestra que el declive de las potencias tradicionales incentiva a los otros Estados a tener un comportamiento agresivo. Podemos considerar que la pérdida progresiva del poder estadounidense en la región (a pesar de Obama) , a raíz de la temprana retirada de las tropas, ha incentivado la violencia de la cual hace alarde este grupo radical. También, los regímenes políticos en la región se encuentran profundamente deslegitimados y sumidos en una profunda crisis política. De hecho, la acción de Obama fue ampliamente criticada, incluso por antiguos miembros de la administración Obama, como Hillary Clinton. Para ella, esta decisión motivó y abrió una ventana de oportunidad política, para que el E.I.  adoptar un comportamiento altamente agresivo y pensara en la posibilidad de expandirse en la región (incluso en el mundo entero) y dominar a las otras unidades del sistema. Está claro que el retiro de las tropas estadounidenses dejó un alto grado de incertidumbre en el sistema internacional, generando de este modo la posibilidad de que surjan amenazas mayores en el mismo, disminuyendo de forma inevitable la seguridad mundial.

Los Estados actúan bajo la idea de que la mejor manera de limitar los riesgos que pesan sobre ellos, es maximizando su poder. El E.I., por medio del poder militar y económico, busca restringir las posibilidades de que se repitan intervenciones occidentales en la región, como aquella en Irak en el 2003. En palabras de Robert Gilpin, se busca equilibrar el poder destructivo con el poder productivo, para que el Estado pueda garantizar sus intereses. Esta búsqueda de poder desenfrenada genera intimidación para el resto de las unidades del sistema, por el hecho de que la presencia de un Estado con estas características, le da una capacidad muy alta para la promoción de sus intereses.

Las condiciones del surgimiento de un nuevo poder en el sistema internacional

Se determinó que la condición anárquica del sistema y la naturaleza humana dieron características expansionistas al E.I., generando amenaza para los países de la región. Esto sumado al poder militar que ha concentrado el EI en sus manos, por la inestabilidad de la zona, le garantiza que sus interese se verán representados en el sistema.

Otro factor a tener en cuenta en el análisis, es la importancia que le ha dado este grupo islamista radical al uso del soft power de los medios de comunicación, como garantes en el sistema de la disuasión y propagación de sus intereses. Por último, nos referimos al realismo defensivo para promover la tesis sobre el debilitamiento de las potencias tradicionales, y la intención de limitar los riesgos para el Estado hacen que este se comporte de manera altamente violenta, como lo vemos en las acciones del Estado Islámico.

Al ser el E.I. un actor con la capacidad de materializar sus intereses como Estado, llendo en contra del status quo y de las potencias tradicionales del momento, todas las condiciones se encuentran reunidas para asistir al surgimiento de un nuevo poder en el sistema internacional. De hecho, asistimos actualmente a un transferencia de poder a favor del E.I.. Su poder desestabilizador que permea desde Estados pequeños hasta las potencias regionales, es la mayor amenaza para el sistema internacional. ¿Hasta cuándo durará esta situación y que factores influenciarán a favor o en contra de esta? Las recientes intervenciones de Putin en la región nos permitirán contar con algunos elementos de respuesta…

Referencias El Libre Pensador:

ABC Internacional – ¿Hasta dónde llegarían las fronteras del califato islámico?