10 de noviembre de 2015
El periodismo: profesión peligro
Por: Daiyana Chaparro Pedraza
La labor del periodista trae consigo una responsabilidad enorme al ser los encargados de informar e igualmente de influir en la población. Gracias al lugar indispensable en el que se han posicionado los medios de comunicación en la vida de los ciudadanos y por lo tanto en el mundo, la profesión se ha venido encontrando constantemente amenazada por muchos factores, está entrando en un campo minado del cual aún es incierto si se podrá salir vivo.
¿Caminando en un campo minado?
Históricamente, ser periodista ha sido considerado una profesión para personas arriesgadas, en especial en países como Pakistán y Colombia en los que el sesgo político, la manipulación de la información y las amenazas son el pan de cada día para estos profesionales. Desde encarcelamientos y acusaciones reforzadas hasta atentados especiales y asesinatos en plena espacio público, las medidas para reprender la opinión pública han complicado siempre el ejercicio de informar a la comunidad. Ejemplo resaltable se esta situación son los nueve casos registrados de asesinato de periodistas en Pakistan durante los dos últimos años; así como el ganador del premio UNESCO Guillermo Cano 2015, Mazen Darwish, periodista y activista sirio encarcelado desde 2012 por denunciar crímenes cometidos por las autoridades de ése país. Llama la atención el hecho de que a pesar del cambio constante en el que se encuentra el mundo, existan todavía situaciones de represión e intimidación hacia quienes cumplen una misión comunicativa y movilizadora.
Amenazados por el cambio
El mundo y la sociedad han venido evolucionando, y del mismo modo lo han hecho los medios de comunicación. En una realidad en la que se ha pasado de la difusión masiva por radio y periódicos, en la que la información tardaba un tiempo considerable en llegar, a un mundo globalizado e interconectado de tal forma que informarse de lo que sucede al otro lado del mundo es casi instantáneo, ha sido necesario adaptarse para lograr ejercer la profesión del periodismo. Hoy en día, el reto consiste en conseguir la mayor cantidad de difusión posible (tirase, ratings, suscripciones diarias…) de la información en los portales, lograr que los artículos sean compartidos la mayor cantidad de veces y con tantos “likes” como sea posible. Con este cambio, la innovación, la primicia y la creatividad vienen a jugar un papel importante a la hora de lanzarse a la tarea de informar.
Entre la verdad y la primicia
Cuando se elige una profesión se hace necesario conocer la deontología de la misma, es decir aquellos valores y lineamientos morales que deben tener y seguir aquellas personas que decidan ejercerla. El periodista debe saber que parte de lo que fundamenta su profesión es la sinceridad, la transparencia, la objetividad y el honor, principios que deben estar más allá de conseguir la mayor difusión a toda costa y la manipulación de la información en función de sus intereses personales, con la distinción del columnista quien escribe para generar debate y opinión pública. Esta profesión es blanco de diversos factores que amenazan con destruirla y uno de los más importantes es la pérdida de estos valores, la tendencia simplificadora de la realidad, la poca profundidad en la información y el amarillismo, situaciones que se han vuelto el pan de cada día en la prensa mundial. Se tiende a cambiar el análisis crítico y objetivo por el drama y el sensacionalismo, crítica que hace el columnista colombiano Vladdo en el periódico El Tiempo a propósito de la publicación y gran replicación que tuvo la foto, posiblemente escenificada, del niño sirio encontrado muerto en la costa turca.
Se ha llegado a un punto en el que el periodismo se encuentra en una situación crítica hasta en su propio terreno, esto afecta a toda la población al no obtener las noticias completas y recibir los efectos de la desinformación y el sesgo, ahora bien vale la pena preguntarse: ¿este panorama está relacionado con los niveles de ignorancia del pueblo?
Referencias El Libre Pensador:
The New Yorker. A Bit of Good News About Journalism.
The New York Times. Journalism in Pakistan: Fear and Favor. The opinión pages.