14 de junio de 2021
China: avance y represión
Por: Alfonso De La Espriella
Históricamente China ha sido un país con una capacidad gigante para la evolución tecnológica. Los ejemplos abundan: La pólvora, la brújula, el papel, la impresión, las redes 5G o los avances en Inteligencia Artificial (IA). En 2018, el PIB de China creció un 6,6%, es decir, que representó casi el 16% del mundial. Según el Banco BBVA, se situó como “la segunda economía del mundo”. A pesar de estos avances, es paradójico que China siga teniendo políticas discriminatorias ante sus minorías étnicas. En este caso, una de las más afectadas ha sido los uigures, que enfrentan acoso, represión y persecución por la mayoría Han. Los uigures son una etnia musulmana en China, los cuales se enfrentan a sanciones por llevar barba, velo o usar Internet, incluso, se han reportado casos de asesinatos por intolerancia social.
Históricamente China ha sido un país con una capacidad gigante para la evolución tecnológica. Los ejemplos abundan: La pólvora, la brújula, el papel, la impresión, las redes 5G o los avances en Inteligencia Artificial (IA). En 2018, el PIB de China creció un 6,6%, es decir, que representó casi el 16% del mundial. Según el Banco BBVA, se situó como “la segunda economía del mundo”. A pesar de estos avances, es paradójico que China siga teniendo políticas discriminatorias ante sus minorías étnicas. En este caso, una de las más afectadas ha sido los uigures, que enfrentan acoso, represión y persecución por la mayoría Han. Los uigures son una etnia musulmana en China, los cuales se enfrentan a sanciones por llevar barba, velo o usar Internet, incluso, se han reportado casos de asesinatos por intolerancia social.
De cero a potencia
Hasta 1977 China era una sociedad agrícola, que basaba su economía en la industria manufacturera y en el sector primario. Fue en 1978 cuando grandes reformas, impulsadas por Xiaoping, dieron inicio al crecimiento económico de la República Popular China. Estos cambios dieron paso a la inversión extranjera y a la concesión de licencias para las empresas privadas. Esta política aperturista fue lo que permitió que China, desde 1980 hasta 2016, tenga un crecimiento económico del 10% anual y, que hoy en día, aunque se haya desacelerado, su PIB siga teniendo el crecimiento más grande entre las potencias mundiales. Se puede observar el desarrollo tecnológico en China, cuando fue el primer país en patentar la red 5G (quinta generación de banda ancha-internet) o tener más avances que cualquier otro país en materia de inteligencia artificial (IA).
China, aún en la pandemia, ha conseguido que su economía crezca alrededor del 4,9% entre julio y septiembre del 2020, esta cifra es en comparación al mismo periodo del año anterior, lo que muestra que su capacidad de recuperación y control es impresionante. De la misma manera, China ha desarrollado cámaras de reconocimiento facial, que tal como dice NY Times, “El país busca montar un inmenso sistema de vigilancia nacional sin precedentes, con la ayuda crucial de su floreciente industria tecnológica.” La inversión no solo apunta ser para una China más avanzada, más bien para una China con mas control. “China está invalidando la visión común de que la tecnología es una gran democratizadora que da más libertad a las personas y las conecta con el mundo. En China, ha derivado en control.” China dejó de ser una sociedad fundamentada en la agricultura y la industria manufacturera y se convirtió en potencia tecnológica y financiera. Pero: ¿Cómo influye este desarrollo entre las minorías étnicas en China?
Por una unidad nacional sin derechos
El régimen chino ha declarado que su intención es formar un estado mucho más unido e incluyente. Esta ha sido su excusa para los “campos de reeducación” para la comunidad uigur, que en verdad han sido campos de concentración para estas personas. “Según una investigación de la compañía de seguridad estadounidense Lookout, con sede en San Francisco, una serie de hackers respaldados por China han estado rastreando a la minoría musulmana uigur del país de manera virtual desde el 2013” China prohíbe que quienes pertenecen a la etnia Uigur usen internet. Además, el control a través de los datos biométricos para identificar y controlar a los uigures es una medida que las autoridades chinas tienen para encargarse de llevarlos “voluntariamente a campos de reeducación.” “Según cálculos de la ONU, China ha detenido a más de un millón de uigures y otros musulmanes en campamentos en Xinjiang. El Estado chino ha sido acusado de una serie de abusos, incluyendo trabajo forzado, esterilización, tortura, violación y genocidio.” El control que se ha venido haciendo a estas personas ha causado revuelo en la comunidad internacional. La cadena de noticias internacionales BBC ha publicado varios artículos sobre el tema, así como el NY Times que ha denunciado las acciones del régimen de Xi Jinping en contra de los uigures.
Los testimonios de los uigures que han estado en los campos de concentración son impactantes e importantes para conocer parte de la verdad sobre la situación que viven las minorías en China. Solo queda por ver cómo la comunidad internacional va a reaccionar ante estos hechos, si los derechos humanos también cobijan a las minorías en China o si el poder de esta potencia la hace libre de sanciones, por su poder económico.