14 de junio de 2021
El Renacimiento del Liberalismo Radical en el Externado
Por: Sarah Pardo y Sofía Lichilín
Desde sus orígenes la universidad Externado, se ha diferenciado de las demás instituciones de educación superior en el país por la posibilidad de un gobierno compartido entre de profesores y estudiantes, como era el sueño de las primeras universidades “Universitas Magistrorum et Scholarium” o sea Asociación de Maestros y Alumnos.
– Integrantes de GEVI (Grupo de Estudio para el Voto Informado)
Desde sus orígenes la universidad Externado, se ha diferenciado de las demás instituciones de educación superior en el país por la posibilidad de un gobierno compartido entre de profesores y estudiantes, como era el sueño de las primeras universidades “Universitas Magistrorum et Scholarium” o sea Asociación de Maestros y Alumnos.
Ya se ha hablado de la importancia que tuvieron los estudiantes para el proceso de democratización del Externado, queremos dedicar este espacio a contar el papel que los profesores asumieron para llegar a este momento: el ascenso a la rectoría del Externado de un profesor que ganó abrumadoramente la consulta entre estudiantes y el apoyo unánime del Consejo Directivo de la universidad.
Para ello contamos con la fortuna de un testigo excepcional, el profesor Eric Tremolada, actual representante al Consejo Directivo y participante activo en todas las etapas de esta lucha, quien cordialmente charló con nosotras y ofreció un recuento muy completo de los hechos.
Desde sus orígenes la universidad se ha diferenciado de las demás instituciones de educación superior en el país por la posibilidad de un gobierno compartido entre de profesores y estudiantes, como era el sueño de las primeras universidades “Universitas Magistrorum et Scholarium” o sea Asociación de Maestros y Alumnos. Ese principio viene desde sus fundadores, aunque este propósito se fue diluyendo con el paso del tiempo. La historia lamentablemente demostró que los mecanismos democráticos consagrados en los reglamentos universitarios son más que todo formales, pero no existía una democracia real sobre todo en lo concerniente a quienes podían tomar decisiones puesto, que estaban reservadas exclusivamente a la cúpula directiva, que además era vitalicia.
El comienzo de la integración
Particularmente, en el siglo pasado se convocaba a los voceros estudiantiles como parte pertinente únicamente para temas disciplinarios. Es por esto que en los años ’90 del siglo XX se buscó transformar la participación de los representantes estudiantiles, invitándolos a formar parte del Consejo Directivo. Para impulsar esta nueva función se armó un proyecto colectivo, al que ser llamó “Día de la integración externadista,” en 1991, el cual consistió en un evento para unir a los estudiantes de las diversas facultades, ya que por esa época el tan mentado federalismo de las facultades se había transformado en aislacionismo.
Algo que se debe tener en cuenta es que por estas fechas el rector Fernando Hinestrosa había abandonado temporalmente la universidad al aceptar el cargo de embajador en El Vaticano, dejando como rector encargado a Carlos Restrepo Piedrahita, fue por esto que el alumnado decidió esperar al regreso de Fernando Hinestrosa para presentar su propuesta de representación al Consejo Directivo. Así, se determinó que el Día de la integración externadista habría de coincidir con el retorno del rector, que fue recibido por una asamblea informal de estudiantes ubicada frente al edificio A.
El proyecto es presentado e Hinestrosa responde a la petición diciendo que todo tiene su tiempo en la universidad. Debido a la respuesta y a la tardanza en la toma de acción por parte de los directivos, el movimiento estudiantil va perdiendo fuerza y a finales de 1992 casi se da por desaparecido. Luego de cuatro años, el estudiantado comienza a despertar paulatinamente, resucitando la propuesta de la participación estudiantil en el Consejo Directivo, y con esto, en 1998, se logra la aprobación del proyecto.
La primera consulta
Quizás el acto por el que más son recordados estos representantes es la consulta informal para la elección del rector tras el fallecimiento del rector Hinestrosa. Vale la pena ahondar en esto, ya que con dicho acontecimiento viene una reflexión por parte de todos los miembros de la comunidad acerca de si la rectoría debía seguir siendo una institución vitalicia. Tanto estudiantes como profesores presionan al Consejo Directivo para que se pronuncie frente a esto, lo cual resulta en la apropiación del período limitado de seis años con posibilidad de reelección por 3 años. En cuanto a los candidatos para la sucesión, varios nombres fueron mencionados pero al final se decantaron por dos: Juan Carlos Henao y Hernando Parra. Lo que hicieron los representantes estudiantiles Peluffo y López fue consultar, de salón en salón, cuál era la preferencia de los estudiantes, y llevaron al Consejo Directivo la voz de la mayoría. En ese momento, Henao era visto como una especie de luz al final del túnel, debido a la cercanía que tenía con el Doctor Hinestrosa, es por ello que resulta electo por unanimidad. A pesar de esto los externadistas se vieron decepcionados ante la falta de reformas del nuevo rector, que por demás fue notable en cuanto a la participación estudiantil y profesoral.
En marzo de 2018, el profesor y ex fiscal Eduardo Montealegre hace público ante los medios de comunicación su intención de interponer un Derecho de Petición para que se renovaran los representantes profesorales ante el Consejo Directivo. Este hecho representa la conclusión de años de inquietud por parte del profesorado externadista frente a esta situación. Con todo, la mayoría de este no se sintió cómodo con la vocería de Montealegre, no se consideraban bien representados y pensaban que las cosas debían hacerse conforme al talante externadista. Además, había quienes no estaban de acuerdo con la exposición externa de los asuntos del Externado, y consideraban que hubiese sido mejor manejar estos asuntos dentro de la institución.
Ante esto nace la dicotomía entre apoyar o no al ex fiscal. Finalmente y como resultado de una asamblea informal de profesores el 3 de abril de 2018, se publica un comunicado respaldando esta última postura y solicitando elecciones al Consejo Directivo. Adicionalmente, los profesores se siguen reuniendo de manera informal y tras múltiples discusiones con el rector se crea la Comisión de Impulso, cuyo propósito era reinstaurar el Consejo de profesores. A su vez, se crean subcomisiones de comunicación y reglamentación del Consejo de profesores dentro de estas asambleas, y proyectan un reglamento para el mismo.
Según los estatutos de la universidad, el reglamento debía ser expedido por el Consejo Directivo, y por esta razón, los profesores lo presentaron ante este con el compromiso de que sería regresado con las correcciones pertinentes para que estos lo evaluaran nuevamente y luego ser presentado por los docentes con los ajustes, así cuando se llegara al consenso acerca de los puntos, este sería publicado. Este proceso de reactivación del consejo profesoral tomó más de un año, ya que los directivos de la universidad no cumplieron con la devolución del documento para la corrección a pesar de que los profesores insistieron en que el proceso continuara. Finalmente, el Consejo Directivo reformó casi por completo los estatutos y los expidió sin siquiera consultarlo con los docentes. En todo caso esto no opacó el hecho de haber logrado este paso; los profesores se sintieron a gusto con el suceso y se plantearon continuar con sus labores para reformar y mejorar la institución, empezando por la renovación de los representantes ante el Consejo Directivo, iniciativa que tomó forma desde el 2019 pero se detuvo por la pandemia y la decisión del Consejo Directivo. Aún así, esta crisis de salud pública no impidió que se siguieran llevando a cabo reuniones del cuerpo profesoral y de hecho acrecentó la participación en estas en su modalidad virtual. Se tocaron muchos puntos que a futuro habrán de ser resueltos ya que atañen a la mejoría de las condiciones laborales de los profesores.
El liberalismo regresa a su casa
En el semestre 2020-II se llevaron a cabo las elecciones y las listas favorecidas fueron las más proclives a trabajar en pro de la democracia y la participación universitaria. Hoy en día, los nuevos representantes están en el proceso de regularizar la elección rectoral, y se quiere llegar a establecer consultas y periodos para todos los cargos de la institución. En adición, Tremolada hace énfasis en la urgencia de renovar los estatutos, que son casi tan antiguos como el Externado, además de expedir un estatuto funcional para los profesores, y de implementar estrategias para acabar con el separatismo que genera el federalismo al interior de la universidad, ítem que ha sido mencionado también por Hernando Parra, rector electo que llegó al cargo por medio de una participación histórica en las consultas no vinculantes. Si bien las cifras de esta consulta pueden no parecer muy altas, nunca se había dado algo semejante y el número de votos dobló al de las elecciones a representantes al Consejo. Esto demuestra el interés de los externadistas por participar en los procesos de democratización de la universidad.
Este recorrido histórico invita a reflexionar acerca del valor que tienen los procesos que se han dado, y cómo estos han de honrarse a través de una construcción progresiva en favor de ideales democráticos y participativos, de modo que mejoremos cada vez más la vida en el interior del campus y todos podamos aportar al cambio en esta, nuestra casa de estudios.