Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

14 de junio de 2021

Crónica de un paro nacional

Por: Sophia Jaimes, María Sofía Mejía, Alejandra Ocampo, Sarah Pardo y Sofía Lichilín

El domingo 2 de mayo a las 12:30pm el presidente Iván Duque anunció el retiro de la reforma tributaria que había pasada al Congreso. Sin embargo, para entender las razones de este retiro, es necesario analizar los hechos que se han presentado en los últimos días.

Domingo 2 de mayo, 12:30pm

“Le solicito al Congreso de la República el retiro del proyecto radicado por el Ministerio de Hacienda y tramitar de manera urgente un nuevo proyecto fruto de los consensos y así evitar incertidumbre financiera” – presidente Iván Duque

El domingo 2 de mayo a las 12:30pm el presidente Iván Duque anunció el retiro de la reforma tributaria que había pasada al Congreso. Sin embargo, para entender las razones de este retiro, es necesario analizar los hechos que se han presentado en los últimos días.

Después de los sucesos ocurridos en el famoso 21N de 2019, la sociedad civil colombiana ha sido sujeto de un despertar sin precedentes, donde el derecho a la manifestación se ha convertido en el principal mecanismo para expresar cualquier descontento frente a un gobierno con cada vez menos aceptación y con más indicios de corrupción. Tras más de un año de cuarentenas y aislamientos preventivos causados por la pandemia del COVID-19, donde todos y cada uno de los sectores de la economía se han visto afectados negativamente, los índices de pobreza y desempleo han aumentado significativamente, mientras que el gobierno nacional ha mostrado deficiencia en el manejo de la crisis sanitaria. A inicios del 2021 el presidente Duque y el ministro de hacienda Carrasquilla anunciaron el avistamiento de una Ley de Solidaridad Sostenible con características de reforma tributaria, la tercera en el gobierno actual, sobre la cual “la meta de recaudo es de $23,4 billones, que se lograría a través de cambios en el IVA y en los impuestos a personas naturales y jurídicas”. A medida que más detalles sobre dicha ley fueron saliendo a la luz, el descontento social fue incrementando debido al “extremismo” de esta. La eliminación de la categoría de “bienes exentos de IVA”, la ampliación de impuestos para personas naturales y la implementación de peajes dentro de las ciudades principales causó conmoción e inconformidad dentro de una población asfixiada económicamente. En vista de la situación, a principios del mes de abril el comité de paro nacional anunció una movilización que estaría programada para el día 28 del mismo mes.

27 de abril 2021

A un día del paro nacional la tensión era inminente y en el fallo a favor de la tutela en contra de las marchas del 28 de abril del 2021, la Subsección B de la Sección Cuarta del Tribunal Administrativo de Cundinamarca ordenó aplazar la jornada de manifestaciones “hasta tanto se implemente un protocolo de bioseguridad o se alcance la inmunidad de rebaño con la vacunación contra la pandemia COVID-19 y sus mutaciones”. Sumado a esto, el presidente Duque y la alcaldesa de Bogotá dieron múltiples declaraciones en donde invitaban a los ciudadanos a marchar de manera virtual. Debido a esto, una gran cantidad de voces públicas empezaron a manifestarse, principalmente Francisco Maltés, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), quien mencionó en la rueda de prensa llevada a cabo por el comité del paro ese mismo día que “El paro se mantiene. La protesta es un derecho fundamental. El comité nacional de paro y las organizaciones que lo integran no han sido vinculadas como parte en el incidente de desacato en el trámite de una acción de tutela sustanciado por una magistrada del Tribunal Administrativo de Cundinamarca y por tanto sus órdenes no nos cobijan y en tal sentido mantenemos la convocatoria al paro nacional del 28 de abril”.

A pesar de los obstáculos, el paro seguía vivo.

28 de abril 2021

De esta forma, el miércoles 28 de abril a las 5:00 am iniciaron los acontecimientos reflejando la resistencia del pueblo colombiano contra el gobierno. El primer acto reportado se refería a los indígenas de la comunidad Misak, quienes llegaron a la capital del Valle del Cauca con la fuerza para derribar la estatua de Sebastián Belalcázar quien, en los momentos de la conquista y colonización española, asesinó, despojó y se apoderó de los indígenas y sus tierras. Los líderes de esta comunidad se expresaron de esta manera y diciendo: “Tumbamos a Sebastián de Belalcázar en memoria de nuestro cacique Petecuy, quien luchó contra la corona española, para que hoy sus nietos y nietas sigamos luchando para cambiar este sistema de gobierno criminal que no respeta los derechos de la madre tierra”. (El País, 2020).

Esta noticia fue la que despertó a Colombia en la mañana del miércoles, mientras unos dormían y otros se alistaban para su día de trabajo, el occidente colombiano ya se había comenzado a manifestar, lo que llevó a que, al abrir los ojos de aquel nuevo día, se avivara el sentimiento de lucha y resistencia en el pueblo que se levantaría a cambiar la historia de su país. A eso de las siete de la mañana ya se sentía la protesta colombiana en las calles en las diferentes regiones del país, con pancartas y cantos la población inconforme ejercía su derecho a la manifestación y se hacían sentir. Esto provocó diferentes bloqueos en las vías del país, provocando que cientos de ciudadanos tuvieran que caminar hacia su destino, o simplemente se tuvieran que devolver a sus casas, pues los bloqueos y las marchas apenas estaban iniciando. Sin embargo, y a pesar de los múltiples llamados de los líderes nacionales y locales a no involucrar al Escuadrón Antidisturbios de la Policía Nacional (ESMAD) en la jornada de protestas, a esa misma hora se empezaron a reportar enfrentamientos de los grupos de manifestantes con los agentes del ESMAD, quienes disipaban las aglomeraciones con gases lacrimógenos y fuerza bruta.

A lo largo del día se siguieron exponiendo casos de violencia de ambas partes; por un lado, manifestantes que destruían bienes públicos como buses o establecimientos comerciales, y por el otro las fuerzas policiales atacando a los manifestantes con armas de diversos tipos. En Bogotá, el sistema de transporte se vio gravemente afectado, Transmilenio llegó a operar solo al 5% por obstrucciones en las troncales y daños en las estaciones principales. Simultáneamente, gestores de convivencia locales intentaron dialogar con los manifestantes para que realizaran protestas pacíficas y sin bloqueos; en ciertos puntos de la ciudad este diálogo dio fruto. Los enfrentamientos con el ESMAD dejaron varios heridos que fueron reportados en cuentas de Twitter y Facebook por los mismos manifestantes, quienes hacían un llamado a la comunidad internacional a enterarse de lo que estaba pasando en el país. Incluso, la Federación Médica Colombiana manifestó su apoyo al paro mediante redes sociales. Para las 11:30 a.m. ya había varios detenidos y agresiones a defensores de derechos humanos, funcionarios de la alcaldía y civiles que marchaban; fue aproximadamente a esta hora que la lluvia entró a jugar parte de la dinámica, disolviendo diversas aglomeraciones alrededor de la capital y en varias ciudades del país. Desde sus casas, los que no habían podido salir a marchar apoyaban con pancartas y banderas colgadas de las ventanas. Durante el resto del día se reportaron disturbios y enfrentamientos en los principales puntos protesta alrededor del territorio nacional.

Indiscutiblemente el país se mostró sorprendido y abrumado por los acontecimientos ocurridos en el transcurso de las protestas en Cali, donde a pesar de la gran movilización ciudadana, los actos de vandalismo y delincuencia, externos a la protesta, causaron una alteración crítica al orden público. Por lo cual las autoridades locales decretaron toque de queda en toda la ciudad a partir de la 1pm, medida que no fue acatada por los manifestantes. De igual manera, un video publicado por un manifestante en la ciudad mostró a trabajadores del IMPEC, quienes se unieron a las marchas, demostrando que no eran ajenos a los motivos del paro y sin importar su labor, iban a seguir apoyando el paro.

La jornada dejó un sinsabor, un balance de 35 asesinatos y 31 desapariciones reportada por Human Rights Watch y una declaración del presidente Iván Duque en una entrevista en La W, en la que ratifica que la reforma no sería retirada. Sus argumentos fueron sustentados en la incertidumbre financiera que esto generaría para los colombianos, además de esto, comunicó que “existe la posibilidad de hacer la modificación total, si se quiere en el Congreso”. Sin embargo, estos hechos solo generaron un sentimiento de lucha más arraigado que culminó en la declaración de un paro indefinido en el país.

A pesar de los obstáculos, el paro seguía vivo.

29 – 30 de abril 2021

El mundo se levantó con titulares que inundaban la prensa reportando lo que pasaba en Colombia, periódicos y noticieros nacionales e internacionales hacían análisis y balances de la jornada de protestas, mientras que los manifestantes se preparaban para volver a salir a las calles. Los encabezados que más resaltaron fueron: “Un país sin tapabocas” por El Espectador; “El vandalismo opacó una nueva jornada de protestas” por El Tiempo; “No faltaron los vándalos de siempre” por Q’Hubo Cali; “Cúcuta marchó pacíficamente” por La Opinión de Cúcuta; “Saqueos y violencia en vez de protestas, en Cali” por El país de Cali; “Las dos caras de las marchas en Medellín” por El Colombiano de Medellín; “Cartagena marchó en paz” por El Universal de Cartagena; “Hasta Sebastián llevó del bulto” por Q’Hubo Cali; “Riesgo por COVID no contuvo las marchas” por Vanguardia de Bucaramanga; “Barranquilla, otro fin de semana en confinamiento” por El Heraldo de Barranquilla; “Marcha sí hubo, pero los vándalos se la tiraron” por Q’Hubo Cali. Titulares que empezaron a causar conmoción y descontento en la población, quienes criticaban a los medios imparciales que únicamente resaltaban el lado oscuro de la protesta.

En este punto de las marchas, los medios de comunicación, que debían estar comprometidos con mantener “bien informados” a los colombianos sobre la situación en las calles, se volvieron otro objetivo de descontento. Las principales cadenas de noticias como RCN y Caracol provocaron un nivel de desinformación masiva. Uno de los casos que más repercusión tuvo fue la noticia transmitida por RCN en donde tergiversaron una manifestación que incluía cantos y bailes, y la hicieron ver como una celebración de la población por el desmonte de la Reforma Tributaria, la cual en ese momento aún no había sido retirada.

De esta manera, los días jueves y viernes transcurrieron las marchas y manifestaciones, con múltiples reportes de abuso de la fuerza por parte de los cuerpos policiales y una situación crítica de orden público en varias ciudades. En su lucha por restaurar dicho orden, el gobierno nacional hizo varios llamados a la población, llamados que no fueron escuchados y que solo enfurecieron más a los manifestantes que ya no solo pedían el retiro de la Reforma Tributaria, sino que ya encaminaban sus peticiones a la renuncia del Ministro de Hacienda e incluso del presidente. El debate y constante reporte por medio de las redes sociales no cesaba, y este se convirtió en el principal medio de difusión de lo que estaba ocurriendo, en vista del sesgo presentado en los noticieros locales. El medio virtual explotó cuando, el sábado en las horas de la mañana, el expresidente Álvaro Uribe se pronunció en su cuenta de Twitter con el siguiente trino: “Apoyemos el derecho de soldados y policías de utilizar sus armas…” Fue cuestión de tiempo para que reconocidos personajes de la política en Colombia dieran respuesta negativa a esto, entre ellos; Daniel Quintero (alcalde de Medellín), Luis Ernesto Gómez (secretario de gobierno de Bogotá) y Fernando Londoño (exministro).

A pesar de los obstáculos, el paro seguía vivo.

1 mayo 2021

El primero de mayo, día del trabajo, en las diferentes ciudades del país comienzan a surgir las aglomeraciones a pesar de las medidas de cuarentena que en estos lugares rige. Bogotá, Cali, Bucaramanga y Barranquilla, son algunas de las ciudades que contaban con cuarentena estricta pero que aun así en conmemoración por el día del trabajo y para hundir la reforma tributaria. Entre los sucesos más destacados de esta jornada se encuentra la eliminación del trino de Álvaro Uribe mencionado anteriormente, gracias a las denuncias realizadas por varios usuarios, Twitter comunicó mediante su cuenta que “después de la revisión del Tweet en la cuenta de Álvaro Uribe y tomando en cuenta el contexto de la situación actual en Colombia, hemos accionado ese Tweet, por violación a las Reglas de Twitter.” Desde su cuenta de Instagram, el exsenador Uribe dijo al respecto: “Por la suspensión de mi cuenta de Twitter quedo notificado que los DDHH no operan en favor de los policías de Colombia, lesionados y asesinados por el terrorismo, tampoco en favor de los ciudadanos cuyos bienes son destruidos por los violentos. Entonces no se puede distinguir entre protesta y terrorismo vandálico”. Dentro de la conmoción dada por este suceso, en Twitter se hace viral un video en el cual el exsenador Uribe le pedía a las Fuerzas Armadas y el Ejército de Venezuela no disparar contra el pueblo mientras enfatizaba en que “desoigan el mandato de la dictadura y no pongan los fusiles a su servicio”.

Aún con estos sucesos, la jornada finaliza con la orden presidencial de asistencia militar en las calles como respuesta a la situación crítica de orden público, dentro del comunicado el presidente Iván Duque manifiesta que la presencia de la Policía, como cuerpo civil natural, no era suficiente para salvaguardar la seguridad. Por otro lado, ante esta estrategia de contención diseñada para las ciudades que han presentado fuertes manifestaciones y disturbios, los alcaldes de Bogotá y Medellín mostraron una oposición ante esta decisión. Existieron bastantes posiciones en contra a esta orden presidencial, se discutió incluso en medio internacionales que el Ejército Nacional es utilizado en guerras y que no se encuentra preparado para el control de situaciones de orden público. A pesar de la desaprobación por este mandato presidencial, éste no fue retirado, aunque los mandatarios Claudia López y Daniel Quintero, aseguraron la no presencia de militares en sus ciudades.

A pesar de los obstáculos, el paro seguía vivo.

3 mayo 2021

El lunes tres de mayo, el ministro Carrasquilla renunció para postularse al cargo de presidente del Banco de Desarrollo de Latinoamérica, y fue sucedido por José Manuel Restrepo, economista y exministro de Comercio, Industria y Turismo. El funcionario ya vislumbra un nuevo proyecto de reforma tributaria, que según sus palabras tendría en cuenta el desempleo de los jóvenes, las familias que se han visto afectadas económicamente por la pandemia, los pequeños empresarios que se encuentran en apuros y las mujeres desempleadas de más de cuarenta años, en resumen, aquellos que están viviendo en emergencia por causa de la crisis de salud. Este mismo día, el presidente Iván Duque causó indignación al reunirse con los partidos tradicionales para discutir las medidas de la nueva reforma y dejar por fuera a otros círculos de pensamiento. Por otra parte, los medios han informado que el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, se encontraba en Anapoima mientras ocurrían estos hechos, lo cual fue por supuesto una razón más para que los ciudadanos se tomaran las calles de manera alebrestada.

Toda esta situación ha dado de qué hablar en escenarios internacionales. Es como si Colombia estuviera pidiéndole ayuda al mundo, y este le contestara. Al momento es posible leer artículos sobre nuestra coyuntura en medios del talante del New York Times y la BBC, pero también en algunos tan remotos como los periódicos de Corea. Además, artistas como Demi Lovato y Justin Bieber han compartido también en sus redes publicaciones que informan a los extranjeros acerca de lo que está pasando. Esto es importante porque al final vivimos en un mundo globalizado, y es vital que la población global esté informada para llegar a tener aliados en una lucha que no se sabe dónde vaya a acabar. Para la muestra, la Casa de Representantes de Estados Unidos solicitó retirar el apoyo militar a Colombia por parte de dicho país debido a los atropellos a derechos humanos que han acontecido en los últimos días. Si bien es posible que esta propuesta no pase, es un guiño a los principios internacionales que nos rigen y que en últimas Colombia no puede olvidar.

Los últimos días han sido caóticos. Las Naciones Unidas han condenado los actos de violencia policial y violaciones a derechos humanos. Más allá de esto, el desabastecimiento de gasolina, de suministros médicos y alimentos en diferentes zonas del país, y la persistente inflación, son situaciones que afectan la calidad de vida de las personas y crean una situación de tensión entre los ciudadanos que están en sus casas y los que están en las calles. A día de hoy, cuatro de mayo, se están convocando multitudinarias manifestaciones para el día de mañana. Incluso la Universidad Externado hará parte con una marcha en contra de la reforma a la salud y la violencia que se ha tomado el país sin distinguir bando.

Para que estas acciones trasciendan, debemos tener objetivos claros como sociedad, y recordar que, ante todo, como ciudadanos tenemos el poder de reclamarle a nuestros gobernantes, y de cambiar el régimen por medio del voto cuando estemos inconformes con él. Por más de que se hayan cumplido algunos logros, esto solo empieza, y hemos de ser conscientes de que se requieren reformas estructurales y transformaciones profundas a los estamentos estatales y las diversas dinámicas que configuran nuestro país; las discriminaciones, las polaridades y los discursos de odio, que hemos probado en este tiempo que no nos llevan sino a matarnos entre nosotros.