21 de septiembre de 2020
¿Y qué sucede con la educación pública hoy?
Por: Thomas Espino
Las políticas públicas ineficaces, específicamente, en materia de educación han sido las responsables de la baja calidad en dicho campo que tiene el sistema colombiano. Como resultado, en la última década no se han obtenido resultados esperanzadores. Ejemplo de ello, es la prueba Pisa 2018, que retrata un preocupante panorama; la distancia entre el promedio de los resultados de Colombia (405 puntos de 600 posibles) y el promedio de los países que pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) (488 de 600 posibles) se mantiene amplia, y además se desmejoró en los resultados de ciencia y lectura, en comparación con la prueba anterior ([OCDE], 2018). De esta manera, es posible determinar que hay trabajo por hacer, pero antes de eso, es importante la voluntad política que se vea reflejada en las propuestas de los candidatos, y aún más importante, en la realidad de los programas y las políticas de gobierno. De igual forma, al ver las leyes existentes, es vital velar por su aplicación, puesto que muchas de estas se quedan en palabras.
Las políticas públicas ineficaces, específicamente, en materia de educación han sido las responsables de la baja calidad en dicho campo que tiene el sistema colombiano. Como resultado, en la última década no se han obtenido resultados esperanzadores. Ejemplo de ello, es la prueba Pisa 2018, que retrata un preocupante panorama; la distancia entre el promedio de los resultados de Colombia (405 puntos de 600 posibles) y el promedio de los países que pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) (488 de 600 posibles) se mantiene amplia, y además se desmejoró en los resultados de ciencia y lectura, en comparación con la prueba anterior ([OCDE], 2018). De esta manera, es posible determinar que hay trabajo por hacer, pero antes de eso, es importante la voluntad política que se vea reflejada en las propuestas de los candidatos, y aún más importante, en la realidad de los programas y las políticas de gobierno. De igual forma, al ver las leyes existentes, es vital velar por su aplicación, puesto que muchas de estas se quedan en palabras.
En este sentido, la crisis consecuente del coronavirus ha resaltado diversas problemáticas, que de por sí, ya venían siendo manejadas de mala forma. “En Colombia, el 38% de las personas no usan internet y el 50% de los hogares no lo tienen. Esta situación está directamente relacionada con la complejidad geográfica del país la cual impide que las facilidades de la era digital lleguen a todas las regiones” (Ministerio de Tecnologías de la información y las comunicaciones, 2019). Ahora bien, cabe preguntarse qué sucede y qué sucederá con la educación en Colombia; es evidente que las soluciones planteadas por el gobierno han sido incompatibles con la realidad. Esta situación se ha desbordado de cualquier imaginario, por lo tanto, son necesarias medidas que atiendan la situación de tantas personas que se ven afectadas por sus condiciones socioeconómicas, y que, asimismo, se refuercen la aplicación de las normas en este contexto.
Bases un tanto idealistas
En medio de la actual coyuntura que atraviesa el país y el mundo, es de carácter necesario traer a colación las normatividades nacionales existentes que deberían ser prioridad en todo momento. En primer lugar, se tiene el Código del menor, el cual plantea que “Todo menor tiene derecho a recibir la educación necesaria para su formación integral. Esta será obligatoria hasta el noveno grado de educación básica y gratuita cuando sea prestada por el Estado” (Decreto 2737, 1989, artículo 311) En otras palabras, no solamente hay una porción de la población que está siendo segregada, por sus características de vida sino que, también, a todo estudiante que se le ofrezca un servicio sin el elemento integral, teniendo en cuenta que virtualmente es de mayor complejidad llevar a cabo esto, está en sus facultades de denunciar.
Por otro lado, la Constitución política indica que: “La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura” (1991, artículo 67). Entonces, hay individuos a los que se les está vulnerando dicho derecho y servicio, en una forma más evidente, como secuela de la contingencia actual
De esta forma, es imperante plantear y entender la situación en la que está inmersa la población; los derechos básicos deberían respetarse, buscar su cumplimiento antes que cualquier otra solución en otros ámbitos. Por otro lado, si hay poca voluntad gubernamental, es el pueblo el que debe, como ya lo ha hecho, reclamar, pedir respeto y exigir rigor para con las obligaciones del Estado.
Alcance de las promesas y acciones gubernamentales
En cuanto a las promesas de campaña del presente gobierno relacionadas con la educación, hay diversas. Sin embargo, las que pueden tener que ver con la situación actual se mencionan, para cuestionar qué ha sucedido con esto: “Pondremos en funcionamiento a gran escala los esquemas de educación virtual, con énfasis en la educación superior y en la formación para el trabajo para lo cual se realizarán convenios con las mejores universidades y centros de formación profesional del mundo” (“203 propuestas”, 2018) De ahí que, si bien en la carrera por la presidencia se planteaban muchas ideas buenas, en la práctica no se ha suscitado el cumplimiento notorio o a gran escala de las mismas, como se propuso en el plan de gobierno.
En cambio, en el momento crítico que atraviesa el país, se ha pronunciado la problemática de la baja inversión e investigación para tener herramientas tecnológicas en la educación superior. En una de las universidades más prestigiosas de Colombia, como lo es la Nacional, se ha hecho el siguiente análisis: “Se hicieron evidentes muchos problemas de los cuales resaltan los siguientes: la ausencia de una formación sobre el uso de las herramientas tecnológicas por parte de los docentes, el desconocimiento de los modelos pedagógicos eficaces para la enseñanza virtual por parte de docentes y estudiantes, la falta de conectividad de un sector de la población universitaria (Pinzón, L. 2020). Es decir, el fortalecimiento propuesto se quedó en palabras, y su ineficacia acentúa las adversidades en las universidades, en consecuencia, de nuevo se vulneran los derechos básicos de las personas, por negligencia, desorden e incapacidad administrativa.
En cuanto a acciones positivas realizadas por el gobierno actual, se encuentran las siguientes: en primera instancia, se declaró el aislamiento preventivo obligatorio hasta finalizar el primer semestre del 2020, para prevenir, cuidar y actuar conscientemente la salud de las familias. Adicionalmente, sobre el aspecto nutricional de jóvenes y niños, el Ministerio de Educación anunció que los estudiantes beneficiarios del Plan de Alimentación Escolar (PAE) recibirán los alimentos en sus respectivas casas; se disminuye en cierta medida el impacto de la crisis generada por el virus.