29 de noviembre de 2016
La intervención en el Bronx: Una necesaria intervención institucional
Por: Sebastián Cárdenas Peña
La intervención en el “Bronx” fue por la necesidad de establecer la presencia del Estado en un lugar caracterizado por crímenes y abusos de los derechos humanos en el centro de Bogotá. En efecto, el alcalde Enrique Peñalosa, recordado por intervenir la calle del Cartucho, decidió poner fin a esta zona caracterizada por albergar grupos ilegales y el consumo de estupefacientes. Es así como la Policía, el Ejército, el ICBF y la Secretaría de Salud e Integración Social del Distrito fueron las entidades que participaron en el operativo de la intervención del sector.Según el periodista Juan Francisco Reyes, la institucionalidad, atributo básico de un Estado de Derecho, implica que los procesos son guiados por la conducta de los integrantes de la sociedad, facilitando la interacción humana y permitiendo la prevención y solución pacífica de los conflictos. En consecuencia, la presencia institucional tiene como fin brindar espacios de acercamiento con la ciudadanía con el fin de promocionar los derechos y deberes de éstos, fortaleciendo el control y el orden en la sociedad.
Teniendo en cuenta lo anterior, el Bronx era una república independiente del delito debido a que los agentes del orden institucional no podían circular libremente. En efecto, una vez recuperado el control de la zona, se evidenció que los sicarios del Bronx o “Sayayines”, ejercían su propia autoridad con crueldad. Es tan así que, si alguien robaba o se peleaba en el interior de un lugar caracterizado por el consumo de alcohol y drogas, era llevado a las casas de la zona donde se practicaban los métodos de tortura que la intervención puso en evidencia.
Una intervención multidimensional.
Para no incurrir en los errores de la intervención en el Cartucho, la Alcaldía estableció un plan multidimensional caracterizado por dos ejes fundamentales: El primero está encaminado hacia un apoyo a la población del Bronx. Según el concejal de Bogotá, Diego Molano, el modelo de atención debe tener en cuenta tanto a los que tienen problemas de drogadicción, como a los que padecen de problemas de salud mental. Lo anterior, se logra estableciendo un enfoque diferencial por edades, porque “una cosa son los niños y jóvenes habitantes de la calle, otra los adultos y otra los adultos mayores”.
En efecto, según Luis Fernando Linares, miembro de la Secretaría de Integración Social, desde de la intervención se han atendido en promedio 2000 habitantes de calle en los centros de atención establecidos por la Secretaría de Integración Social. Dicha atención comprende el suministro de insumos tales como cobijas, cepillos de dientes, raciones diarias de comida y un centro de capacitación especializado en formación en artes y oficios.
Por su parte, 200 profesionales del ICBF, junto con la Policía de Infancia y Adolescencia, y las Secretarías de Salud e Integración Social del Distrito, atendieron a 136 niños, niñas y adolescentes rescatados en la zona. Posteriormente, la Secretaría Distrital de Integración Social, señaló que el Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud adecuó 932 cupos más para atención de jóvenes entre 8 y 28 años habitantes de calle, entregando 2.922 raciones de comidas diarias.
Por otro lado, un objetivo de la intervención era eliminar la estructura criminal que se había consolidado en los últimos años. Lo anterior, permitió argumentar la necesidad de intervenir no sólo con programas sociales, sino también propender porque la presencia de la policía y el ejército garantizara el éxito de eliminar la estructura delincuencial. En efecto, el segundo eje establecido por la Alcaldía, consiste en otorgar una seguridad continua a partir de una fuerza permanente de policías en la zona. Lo anterior teniendo en cuenta que actualmente se infunde temor entre los comerciantes que trabajan en inmediaciones a sectores como el Bronx, Cinco Huecos y San Bernardo, a través de amenazas por parte de habitantes de calle, que los estarían amedrentando para no abrir sus negocios. Es por esto que Diego Molano afirma que debe establecerse una estrategia para desmontar a los “Sayayines” que, para ejercer control territorial, utilizan la violencia, a los habitantes de calle y su adicción a las drogas.
Efectos de la intervención.
Luego de siete meses de la intervención, el intento por eliminar la institucionalidad en la ciudad por parte de las estructuras criminales es evidente. En efecto, las estaciones Bicentenario y Hospital de Transmilenio, ubicadas sobre la Carrera Décima y la Avenida Caracas, fueron atacadas por habitantes de calle con piedras y palos. De igual forma, en los alrededores del caño de la carrera 30 con 6, se ha incrementado el número de quejas por la inseguridad e incluso se presentó el caso de rapto de un niño de tres años por un habitante de calle en el barrio La Fragüita. Adicional a esto según Fenalco, el sector comercial disminuyó sus ventas en un 40% debido a la diáspora de los habitantes de calle, los cuales restaron atractivos a zonas comerciales como San Andresito y San Bernardo.
Ahora bien, es pertinente mencionar que, si bien las instituciones de la Alcaldía han estado presentes ante estas alteraciones públicas, queda claro que las estructuras criminales ejercen un control social sobre los habitantes de calle, debido a que utilizan el negocio del microtráfico haciendo que este grupo se desplace de acuerdo con los intereses del negocio. Es por esto que, según el representante Víctor Correa, el enfoque de seguridad debe estar orientado a combatir las estructuras criminales que les están vendiendo, y a romper la relación económica que tienen los habitantes de calle con estos.
Lo anterior permite concluir que el problema sobre los efectos de la intervención en el Bronx se vuelve cada vez más complejo, por lo que deberá existir una coordinación entre las políticas y las instituciones del Distrito para establecer soluciones a corto y largo plazo.
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