19 de noviembre de 2015
Colombia: la educación concesionada
Por: Andrés Felipe Ávila
Los colegios en concesión fueron una idea adoptada por el gobierno colombiano, que surgió en la década de los noventa en los Estados Unidos de Norte América, donde se buscaba incrementar las capacidades de competir de las instituciones públicas, que en ese país, eran poco más del 90%. En Colombia surgieron con el propósito de generar innovación en la gestión del sector educativo y enfrentar los problemas generados internamente dentro las instituciones públicas. Sin embargo, ¿qué tan viables son estas instituciones en este país?.
Comienzo de una promesa educativa
Los colegios en concesión surgen en la década de los noventa en los Estados Unidos para incrementar las capacidades de competir de las instituciones públicas y mejorar de esta forma la prestación del servicio educativo.
Estos se deben entender en la medida en que son instituciones creadas e implementadas por el gobierno, que son entregadas a entidades privadas cuyo perfil educativo e institucional es de excelencia. Aquellas instituciones fueron creadas para generar un balance académico entre las instituciones públicas y las privadas. De esta forma, se logró que las familias tuvieran la oportunidad de escoger el tipo de formación a la que sus hijos podían acceder y con base en lo anterior, se logró que colegios públicos y colegios concesionados aceptarán estudiantes subsidiados por el Estado.
En Colombia: gestión, administración y currículo son la clave
En Colombia surgen con el ánimo de generar innovación en la gestión del sector educativo y de enfrentar los problemas generados internamente dentro las instituciones públicas. Por su parte, el currículo que se maneja dentro de las instituciones concesionadas se da con más énfasis en otras áreas adeás de las materias de estudio, contenidos de enseñanza, lista de cursos o asignaturas. El valor agregado del nuevo currículo, es que busca un aprendizaje integral el cual supone la transformación de la institución educativa desde las siguientes cuatro perspectivas: el fortalecimiento de los contenidos y las didácticas, la transformación del tiempo escolar, la transformación del espacio para el aprendizaje y la transformación del rol docente en la escuela; conjunto organizado de conocimientos que el estudiante y el maestro no deben solo adquirir sino también aplicar.
Dentro de sus características del modelo de educación concesionada, se da la adquisición organizada de conocimientos con logros de competencias específicas. El propósito es especializar a los individuos en una disciplina o área del saber. Los conocimientos se enseñan y estructuran dependiendo de la metodología que caracteriza a cada una.
De igual forma se busca el desarrollo progresivo de los conceptos y métodos, que se estructuran de lo simple a lo complejo.
Por su parte, el papel del estudiante se da en el deber de descubrir que la razón y la percepción son la base de la ciencia, la lógica de las matemáticas, el sentimiento en el arte y la coherencia en la historia. Se debe verificar la información, responder a interrogantes, investigar y reconstruir su propio conocimiento en el área, para aplicarlo en situaciones reales. Dentro de este modelo, el estudiante debe emplear libros, guías, textos, prácticas de laboratorio, lecturas, etc. Su evaluación se da con base en la exposición y demostración, en los cuales se deben formular y resolver problemas dentro de cada disciplina, y se deben usar métodos para la validación de la verdad.
Capacidad y Costo
La capacidad de atención de estudiantes casi se ha duplicado en los últimos 14 años y hoy cada colegio en concesión puede atender entre novecientos a mil alumnos; en total, son cuarenta mil alumnos en los 25 colegios concesionados. En pro de la dirección, prestación del servicio educativo, organización, gestión y control, inicialmente se les reconoció a los concesionarios la suma de novecientos cincuenta mil pesos por estudiante, suma que hasta el día de hoy ha aumentado más de un 100% y, hasta la fecha, las instituciones educativas reciben cifras de hasta dos millones de pesos por estudiante.
Entidades privadas como Cafam, Colsubsidio y colegios como el Colegio Calazans, y el Salesiano, de igual forma la Alianza Educativa, que está conformada por los colegios Nueva Granada, San Carlos, Los Nogales y La Universidad de los Andes se les dejo a cargo estos colegios concesionados para que velaran por el desarrollo, cultural, pedagógico y educativo de los estudiantes que fueran inscritos dentro del plan educativo. De esta forma, se demostró que el programa tenía bases sólidas y podía ser implementado con éxito.
El fin último de todo el modelo, es implementar estrategias positivas desde el currículo mismo, en instituciones que cumplan con un estándar de calidad superior, que brinden una mejor posibilidad y generen innovación dentro del sector educativo. De esta forma, el sector educativo se vería fortalecido, bien dotado y la educación en Colombia podría ser de excelencia, en donde no solo personas con recursos puedan brindarle a sus hijos educación de calidad y garantías educativas; lo que redundaría en lo que proclama la Carta Magna colombiana en torno a la igualdad y al derecho a la educación que tanto se proclama.
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