22 de septiembre de 2016
¿Se estará esfumando el amor?
Por: Ana Sofía Tobón
Definir el amor es cada vez más complejo, la gran mayoría de seres humanos hablan, ven y tratan al amor de forma distinta. Por ejemplo, existen quienes piensan que el amor es una especie de requisito dentro de la sociedad, la cual, al parecer, es bastante exigente. Entonces, se podría decir, que este ha perdido su valor a través del tiempo, limitándose a ser más que una formalidad. Claro está, la forma en cómo se trata el amor en la actualidad no es mala ni buena, es simplemente distinta. Hay dos posibles causas que han llevado a esta situación. Por un lado, la sociedad en la que vivimos, la cual es conocida como modernidad líquida. Por otra parte, la tecnología y los medios de comunicación, los cuales cada vez acercan más al hombre a perder su esencia. Ambas han dado paso a lo que ahora se conoce como “amor líquido”
Hacia una definición sobre el amor..
Pero, ¿qué es el amor?. Esta pregunta es bastante compleja y difícil de responder, ya que el amor no es una ciencia exacta que se pueda definir o explicar. El amor no es más que un sentimiento; no se puede asumir ni definir de una manera exacta. Es relativo, y aún más importante, es distinto para cada persona puesto que ante los ojos de cada individuo este jamás tendrá el mismo significado. Por lo general, lo que entiende el hombre como amor, se ve influenciado por diferentes variables, tales como la crianza, las experiencias de vida, el entendimiento, la personalidad, la religión o simplemente la forma de pensar. Sin embargo, algo en que sí se podría acertar es que cada una de estas variables se ve afecta por el entorno. Por tanto, se vuelve a lo mismo: la sociedad y la modernidad líquida, las redes sociales y los medios de comunicación son una bomba de oxígeno, son eso que hace que el humano se mueva, lo influencia y lo cambia día a día.
¿Qué ha sucedido con el amor en la sociedad?
Ya en el tema del amor y en la actualidad, es importante notar la transformación que ha sufrido este a través del tiempo, y comentar de dónde viene o a qué se debe este cambio. La principal causa de esta desvalorización del amor es la sociedad líquida en la que los seres humanos viven hoy en día. Pero, ¿qué se entiende por sociedad líquida?, según el sociólogo Zygmunt Bauman, sociedad líquida es la figura del cambio. Esto quiere decir, que, en la comunidad, todo es irregular y líquido, no tiene forma definida y se adapta a cualquier situación del momento, por tanto, se podría inferir que nada es duradero. Entonces, la modernidad líquida lleva directamente a lo que se conoce como: amor líquido.
Por otra parte, dejando a un lado la sociedad, la otra raíz de la gran degradación del amor es el alto desarrollo sociomediático al que los individuos están expuestos día tras día y, al se han adaptado en la vida. ¿Por qué indispensable? La respuesta es sencilla, se puede decir que el ser humano ha llegado hasta tal punto en que depende totalmente de los medios de comunicación y de la tecnología y los ha aceptado en su vida diaria, incluso convive con este desarrollo sus 24 horas del día, dejando de lado el efecto que tiene.
El amor de ahora
Entonces, el amor líquido es influenciado por la misma modernidad líquida y por lo que se conoce como Facebook, Twitter, Instagram y hasta el indispensable e irremplazable Whatsapp. ¿Qué sucede con todo esto? Sucede que, las relaciones de hoy se han vuelto tan líquidas y tan efímeras que han perdido el verdadero sentido y la verdadera esencia de lo que solía ser el amor; algo duradero y aún más importante, algo buscado por todos. Debido a las redes sociales, se ha perdido la capacidad de conocerse mutuamente con las otras personas. Las conversaciones ahora son conocidas como small talk, se limitan a pequeñas palabras y a un conocimiento superficial del otro. Ya no hay espacio para hablar de los sueños, los deseos ni las aspiraciones en la vida, todo se ve reducido a unas cuantas palabras escritas por medio de un chat, las cuales no tienen relevancia alguna para ninguna de las dos partes.
Lo tangible aplasta lo real. Claro está, es entendible que esto suceda ¿quién no prefiere la comodidad de un mensaje de texto? Es preferible esto a tener que ver una cara de decepción o de desacuerdo. Hoy en día, es mejor opción huir de las situaciones que enfrentarlas; es más fácil apagar un teléfono y decir que nada ha pasado a tener que lidiar con algún problema. Lo interesante de estas relaciones es que tan rápido como se construyen, se desvanecen; el contacto se puede perder de un día para otro y esto viene acompañado por la falta de interés que ha adquirido el hombre de interactuar con los demás. Todo está visto como un gran espectáculo, donde tan rápido como las cosas entran, salen; donde encajar se ha vuelto la mayor prioridad; donde utilizar el amor o fingir el amor es más conveniente. Así, el ser humano se hunde en la superficialidad.
Para finalizar, a pesar de que el amor ha sufrido un cambio de semejante magnitud o más bien una gran transformación difícil de detener, se puede decir que no todo está perdido. A pesar de que los medios y el desarrollo tecnológico hundan al ser humano en la sencillez y la inmediatez, tienen también sus aspectos positivos, ya que ha facilitado la comunicación internacionalmente. Pero, centrándose en lo que ha pasado con el amor, sería negligente y vago decir que esto ha pasado simplemente porque sí. Este fenómeno de la sociedad y modernidad líquida es el resultado de las mismas acciones del ser humano, quien cree que en busca de un supuesto bienestar, dejó y permitió que se perdieran tradiciones y valores importantes en cuanto a las relaciones interpersonales. Sin embargo, el interrogante que se presenta es ¿está mejor el hombre de esta forma? O simplemente ya se ha olvidado lo que significa, de verdad, sentir amor.