21 de octubre de 2016
Las reacciones internacionales al NO
Por: Juana Valentina Acuña
Desde hace mas de 50 años Colombia vive un conflicto armado, protagonizado por un movimiento revolucionario de carácter político militar autodenominado FARC-EP. Pero en agosto de 2012, el país recibió una gran noticia: el inicio de una negociación que por fin acabaría con esta incansable guerra, y la decisión por parte de este grupo de finalmente dejar las armas y transformarse políticamente. Cuatro años después, Colombia inconforme con los acuerdos, decidió negarle a las FARC la posibilidad de reintegrarse a la sociedad y convertirse en movimiento político.
Sin duda alguna nuestro país esta pasando por un momento crítico, pues se avecina un cambio político que puede significar un avance en términos sociales, políticos y económicos y que sería el comienzo de una era de paz, reconciliación y reconstrucción. Pero el pasado 2 de octubre, se demostró que el país no está preparado para aceptar este gran cambio, aun ya teniendo unos acuerdos plenamente estructurados y vigilados para su pleno cumplimiento. Gracias a la victoria del NO en el plebiscito, muchos medios de comunicación nacionales e internacionales, así como personajes influyentes, han expresado sus opiniones y han reaccionado frente a la decisión de los colombianos.
Un cambio significativo
Las FARC en sus inicios, impulsados por el éxito de la revolución cubana, empezaron una lucha cuyo objetivo era instalar un Estado comunista, y acudieron a la extinta Unión Soviética para formarse en la guerra de guerrillas, así como en la doctrina marxista-leninista, siempre con el objetivo de defender la tierra, los intereses populares, evitar que el Estado atentara contra los campesinos, y acabar con la explotación capitalista. Más adelante en 1982, en su séptima conferencia, asumieron la directriz de combinar todas las formas de lucha, lo que incluye la política y la armada.
Ya en su décima conferencia, “refrendaron de manera unánime los acuerdos de la Habana, y han mandatado la creación de un nuevo partido político, lo cual configura el paso definitivo de la forma de lucha clandestina y alzamiento armado, a la forma de lucha abierta y legal hacia la expansión de la democracia” así lo expresó Timochenko, cabeza líder de esta organización, el pasado 26 de septiembre en la firma del acuerdo de paz en Cartagena. También aseguró que nadie debe dudar que ellos van hacia la política sin armas e invitó al pueblo colombiano a votar por el SI para darle fin a la guerra. Pero al parecer, la idea de una Colombia sin un conflicto armado, sin mas muertos, secuestros y desapariciones no fue realmente atractiva y convincente para ese 50,21% que votó por el NO. Pero es mas preocupante ese 62,57% que no votó, pues es inconcebible que la gente no se interese en participar en decisiones tan relevantes para el presente y el futuro de nuestro país y ponga por encima otras cuestiones que no son de gran importancia. Sin embargo, es sorprendente que a pesar de las campañas a favor del sí, la invitación de todos los actores internacionales a apoyar los acuerdos, las declaraciones de perdón y arrepentimiento por parte de la guerrilla y la evidente intención de este grupo por transformarse políticamente, los colombianos se hayan negado a darle la oportunidad a las FARC de reintegrarse a la sociedad y convertirse en actores políticos dentro de nuestra democracia.
¿Cómo quedamos internacionalmente?
La mañana del 3 de Octubre, el país amaneció polarizado y completamente dividido, y se respiraba un aire de incertidumbre que se preveía desde el día anterior cuando recibimos la tan inesperada noticia. A su vez, empezaron a rondar los comentarios de la gente, unos preocupados por lo que se vendría, otros celebrando la victoria del NO y otros – como se evidenció en las elecciones – tranquilos e indiferentes por el futuro de los acuerdos. Pero empezaron a llegar las declaraciones de personas en diferentes partes del mundo, pues éramos los protagonistas de las principales noticias a nivel internacional y hasta titulares en algunos diarios. Como era de esperarse una de las primeras reacciones fue la del gobierno de Estados Unidos, que anticipó que “deberán tomarse decisiones difíciles en Colombia en los próximos días tras el triunfo del NO”, por su parte el portavoz del Departamento de Estado, John Kerry destacó que tanto el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, como su predecesor, Álvaro Uribe, y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, “han manifestado su compromiso de lograr la paz” tras el referendo.
Por otra parte, la OEA recomendó adoptar medidas contra la “alta abstención” que se registró en el plebiscito, pues es un “aspecto reiterado en los procesos electorales colombianos que la OEA ya ha consignado en diversos informes pasados”. La alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Federica Mogherini, declaró que los veintiocho seguirán “impulsando, acompañando y apoyando” la paz en Colombia, a pesar del “No” en plebiscito. “La UE respeta la elección soberana del pueblo colombiano. Ahora corresponde a todas las partes en Colombia unirse y encontrar el camino que pueda llevar al país a la paz”, señaló Mogherini.
Por otro lado, El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció en Ginebra que enviará un emisario especial a La Habana para “consultas”, después del triunfo del “No” en Colombia: “Esperábamos un resultado diferente, pero estoy alentado por el compromiso expresado por el presidente Juan Manuel Santos y Timoleón Jiménez”, el jefe máximo de las FARC, declaró Ki-Moon en una rueda de prensa. Y finalmente el Papa Francisco manifestó. “compartimos que el referéndum lo que esperamos que sea es la oportunidad de abrir una nueva negociación, que termine finalmente en un proceso de paz consolidado, ahí también compartimos la visión y rezamos porque así sea”.
Finalmente, el hecho de que de que un grupo al margen de la ley, el cual ha sido protagonista de un conflicto que nos ha agobiado por mas de 50 años, tenga la iniciativa de transformar sus ideales, y de esta manera reincorporarse a la vida civil para la reconstrucción del país y la terminación de este conflicto, me permite afirmar que representa un gran avance para el país, y es de valorar la gestión del gobierno para tratar de llevar este proceso de manera estructurada y bajo los estatutos de la ley, buscando el beneficio de todos los colombianos, y la inclusión de todos los grupos sociales. En cuanto al escenario internacional, es claro que Colombia debe seguir luchando por bien sea mantener los acuerdos o implementar las reformas propuestas por la oposición, para que en últimas todo el trabajo de estos cuatro años no quede en vano, se pueda por fin alcanzar la paz y la estabilidad para este país que ha llorado miles de víctimas, y que a pesar de todo se mantiene unido por un futuro sin guerra lleno de tranquilidad para las generaciones venideras.
Recomendados El Libre Pensador FIGRI:
Daniel Del Castillo R – El Libre Pensador FIGRI – Reflexiones sobre el cambio político.
El País – Reacciones internacionales al plebiscito por la paz en Colombia.