Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

29 de noviembre de 2015

La mano no tan invisible de la OPEP

Por: Simón Camilo Peña Olaya

30 millones de barriles diarios (mbd), esa es la cuota[1] que, desde 2011, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha mantenido como techo de producción. Una cuota que mantuvo por varios años el precio del crudo estable alrededor de los 100 dólares. Sin embargo, actualmente, gracias a nuevos métodos de extracción (fracking) Estados Unidos (EE.UU.) se ha convertido en el productor más grande del mundo, con 9 mbd, sobrepasando a Arabia Saudita, país con la mayor cuota de la organización. Este último hecho, ha causado que la oferta de petróleo se vea incrementada significativamente, impactando drásticamente el precio del crudo, el cual cayó a niveles de aproximadamente 38 dólares por barril.

Surge entonces una duda bastante razonable, ¿por qué la OPEP no frena su producción con el fin de controlar el precio? Es decir, si como se acaba de mencionar, uno de los principales factores que ha presionado el precio del oro negro a la baja, es el exceso de oferta, ¿por qué la organización no baja la cuota de producción que ha mantenido por cerca de 4 años, para así estabilizar el precio del barril? ¿Están acaso manipulando intencionalmente los precios para su beneficio propio, o son realmente las fuerzas de mercado, y la renombrada mano invisible de Adam Smith, actuando?

Diferentes hipótesis se manejan al respecto, pero en general, se abordarán dos en este texto. La primera, la considero un poco menos probable y posee tintes de teoría conspirativa. Consiste en un complot de EE.UU. y Arabia Saudita contra Rusia con el fin de debilitar la economía del Estado Euroasiático. La segunda, podría considerarse un secreto a voces y es, tal vez, la opción más probable. Esta, consiste en una estrategia de la OPEP, pero sobre todo de Arabia, para presionar a los productores americanos de esquisto, quienes le están quitando mercado a la organización.

El complot

La primera hipótesis, la posibilidad de un complot del país del norte, en conjunto con el país arábico para desestabilizar la economía rusa. Tras la anexión de Crimea a Rusia y de la crisis con Ucrania, múltiples sanciones han sido impuestas a la ex república soviética. Estas sanciones consisten, entre otras, en cancelación de visados y bloqueo de numerosos tipos de operaciones financieras relacionadas con las personas sancionadas.

Según la Unión Europea (UE), uno de los organismos sancionadores, estas sanciones tienen como objetivo ser medidas restrictivas para prevenir conflictos y en respuesta a situaciones de crisis, por lo que junto a EE.UU. establecieron estas disposiciones a principios de marzo de 2014. Esto, como consecuencia de las acciones del gobierno ruso en Crimea, región que perteneció, hasta marzo de 2014, a Ucrania, pero que tras un referéndum independentista, se proclamó la República de Crimea y se anexó a la Federación Rusa. Ambos, tanto la UE como EE.UU. han declarado ilegal la anexión, y la han calificado como un acto desestabilizador y de violación de la soberanía ucraniana.

Ahora, si bien es cierto que este tipo de sanciones han tenido una repercusión en la economía rusa, es interesante ver que la mayor parte del desplome del PIB de esta nación no ha tenido tanto que ver con las sanciones impuestas, como con el cambio del precio de los recursos energéticos. Según afirma Vladímir Bessonov[2], de la Escuela Superior de Economía de Moscú, la mayor caída en el PIB ruso no comenzó cuando se les impusieron las sanciones, sino a principios de 2015, cuando el precio del petróleo tuvo un brusco descenso. Según el estudio de Bessonov “las sanciones impuestas a Rusia a causa de la crisis de Ucrania solo suponen una caída en la economía rusa de entre el 0,5 % y el 0,6 %; el resto de la recesión se debe a una bajada del precio del petróleo sin precedentes”.

Esta podría ser la principal razón por la cual expertos, como Larry Elliott de The Guardian[3], consideran que la OPEP no ha frenado su producción, debido a una alianza con EE.UU. para crear una recesión económica en la república euroasiática. Si bien lo anterior podría sustentar esta tesis, considero que es improbable que esto sea del todo cierto. Una de las principales razones, es que, como lo veremos más adelante, esta fuerte caída de precios del crudo, ha afectado también a EE.UU., debido a los altos costos de producción que supone la extracción por medio de fracking. Por tanto, resulta difícil que una estrategia que impacta directamente la industria del shale oil, la cual ha sido una de las responsables de reducir el desempleo y recuperar el crecimiento de la economía, haya sido fraguada por el país del norte. ¿Podría Estados Unidos acabar con su fuente de empleo y riqueza por una guerra geopolítica con Rusia? Además si tenemos en cuenta que Rusia es una potencia energética que posee más de 500.000 millones de dólares en reservas, lo que la instala muy lejos de un colapso incluso cayendo en una profunda recesión, deja aún más en entredicho esta teoría.

La estrategia de la OPEP frente al fracking

Es por esto, que planteo una segunda razón, la que es para mí, la más probable. Esta consiste en que Arabia Saudita ha decidido no disminuir su producción con el fin de presionar a EE.UU., quien se ha convertido en su mayor competidor, como se mostró anteriormente, gracias al significativo aumentó que presentó  en su producción de petróleo de esquisto.

Con la proliferación del método de extracción hidráulica o fracking, la OPEP, y en especial Arabia Saudí, encontró en el país americano a un inesperado y fuerte competidor. Sin embargo, lejos de entrar en pánico, la OPEP dejo que la ley de oferta y demanda hiciera de las suyas. Así, pronto, con un aumento en la oferta, el precio del crudo empezó a caer. Pero ¿Por qué es esto beneficioso para la OPEP? Bueno, no obstante el fracking es un proceso que ayuda a aumentar la producción de petróleo es un método muy costoso, con lo cual, si el costo es mayor al precio, la utilidad se convertiría pronto en pérdida para sus competidores que dependen de esta técnica.

graf 5

Para tener un poco más de claridad con respecto a esto veamos cifras. Actualmente el costo de producción por el método de fracking está aproximadamente entre 65-75 dólares , por lo que con un precio de entre 100-115 dólares (rango en el que se mantuvo por más de dos años), la rentabilidad es bastante buena. Empero, el nivel actual de precios, que como se dijo en un principio, se sitúa en los 38 dólares, genera que el proceso deje de ser rentable. Por otro lado, para los países de la OPEP, el costo promedio de producción es de 37 dólares, como se puede observar el gráfico anterior, con lo cual sigue siendo provechoso, aún con la caída de los precios.

Lo anterior nos deja entrever el panorama. EE.UU. es el mayor competidor de la organización, pero sus costos de producción son altos, por lo que al haber una sobreoferta y una consecuente caída de precios, para el país americano se volverá insostenible, mientras que si la OPEP reduce la producción y permite un repunte al alza de los precios, esto solo generaría el incremento de la producción de esquisto y con esto perdería posición de mercado.

Sin embargo, estas podrían no ser las únicas razones, debemos tener en cuenta que al bajar los precios y mantenerlos a este nivel, Arabia Saudí logra dar un golpe a uno de sus principales enemigos en la región: Irán. Pese a ser miembro de la OPEP, el país persa y el árabe mantienen desde hace varios años una especie de guerra fría. Esto debido a la preocupación de Arabia del alcance que pueda tener Irán en la región. Por una lado, una sensación de asfixia del poder iraní que el reino está sintiendo desde todos los lados gracias a la presencia en sus fronteras sur y oeste, de rebeldes chiítas de Yemen y los manifestantes en Bahréin, así como por las pretensiones de su programa nuclear y el constante apoyo al gobierno Sirio.
Entonces, si tenemos en cuenta que el Estado Islámico tiene un punto de equilibrio (punto necesario para obtener ganancias) de aproximadamente 130 dólares por barril , una tendencia a la baja hace que Irán tiemble rápidamente y se haga más flexible a las presiones del reino saudita.
Esto nos permite también ver que no todos los miembros de la OPEP están tan a gusto con esta decisión. Dentro de la organización, países como Venezuela, Nigeria, Algeria, el ya mencionado Irán y Libia, están cayendo en una asfixia financiera, debido a los movimientos bajistas del precio del crudo.

El dilema de la OPEP

Para terminar, hay que ver que el dilema de la OPEP es grande. ¿Qué pasaría si decide recortar la producción? Si toma esta decisión se puede encontrar con varios problemas. En primer lugar, podría perder la imagen de suministrador barato, fiable, y flexible que siempre ha buscado; es muy posible que varios miembros se salten las cuotas como ya ha pasado; le daría un aire al fracking americano quienes podrían poner 500 mil barriles sin ningún problema en el mercado; Irán e Irak son países que no van a mermar su crecimiento cuando hace relativamente poco empezaron a recuperar inversiones; y sobre todo, se podría revivir lo sucedido en 2008, un efecto positivo corto, que aceleraría políticas de sustitución de los países consumidores por energías renovables u otras (gas, fuel sintético, etc.).

En conclusión, dos posibles hipótesis pueden estar guiando la decisión de no disminuir la cuota de producción de la OPEP. Por un lado, una teoría con un tono más conspirativo donde se afirma una alianza de EE.UU. con Arabia Saudita para atacar la economía rusa, y por otro lado, una más posible, donde se asegura que si bien de puertas para afuera la OPEP argumenta que quiere estabilizar los precios y adecuarlos a la nueva realidad del mercado, es más factible, que las verdaderas razones sean presionar a EE.UU., su mayor competidor en este momento, para sacarlo del mercado, con lo que se denota, que la famosa mano invisible de Adam Smith, es más bien la mano negra de la OPEP, jugando con los precios según su conveniencia. Si a esto sumamos los problemas que podría enfrentar en caso de recortar la producción, se podría esperar que la organización mantenga su cuota en los niveles actuales por algún tiempo más.

[1] Desde 1987 la OPEP fija una cuota de producción para cada uno de sus socios; la suma de todas ellas es la cuota de producción del grupo.
[2] (Lossan, 2015)
[3] (Elliot, 2014)

 

Referencias El Libre Pensador:

El Universal – Venezuela respalda decisión de la OPEP.
The Guardian – Stakes are high as US plays the oil card against Iran and Russia.
Knoema – Cost of Oil Production by Country.
Russia Beyond The Headlines – La caída del precio del petróleo afecta más a la economía rusa que las sanciones occidentales.
El Blog Salmon – La burbuja del fracking y el dinero barato de la Fed.