4 de diciembre de 2017
Alimentación vs Grupo sanguíneos
Por: María Alejandra Trompa
No puede haber más prueba de la diferencia tan grande que existe entre cada ser humano que su propio grupo sanguíneo. Cada individuo, cada organismo, está compuesto y responde de manera distinta y única. Tanta es la discrepancia entre los seres, que en una simple transfusión de sangre que no se realice de forma correcta puede ocasionar súbitamente la muerte. Debido a lo anterior, con el paso del tiempo, se han clasificado a los seres humanos, gracias a ciertos componentes en común como: ausencia o presencia de proteínas en la sangre, según su tipo de sangre dando origen a los grupos sanguíneos. No obstante, al no conocer la diferencia que tiene cada grupo sanguíneo no es tan evidente que por esto mismo hecho, la alimentación de cada individuo sea distinta. Por tanto, es de suma importancia conocer qué tipos de alimentos favorecen o desfavorecen el funcionamiento del sistema digestivo, según el tipo de sangre correspondiente.
El origen
La sangre es un buen punto de partida, esta es clave para la vida en sí. Y en ella se ve reflejada toda una evolución genética del hombre que resume y transmite información constantemente. Las primeras transfusiones de sangre ocurrieron en Inglaterra, Francia e Italia, hacia el siglo XVII. En muchas ocasiones, el éxito de estas era cada vez más bajo; incluso, en cierto periodo se prohibieron las transfusiones de sangre a causa de tantas muertes que producía dicho procedimiento. Se observaba, en varios casos, que la sangre se aglomeraba; es decir, se coagulaba cuando se introducía otro tipo de sangre, sin una razón exacta. Hasta que en 1900, el patólogo Karl Landsteine, austriaco, descubrió que la sangre no era la misma en todas las personas. Es así como se empieza a desarrollar su tesis a través de experimentos que consistían en tomar varias y distintas muestras de sangre y la mezclaba. Dichos estudios lo llevaron a clasificar la sangre en grupos sanguíneos (O, A, B y AB) lo hace según la presencia y la ausencia antígenos, sustancias que permiten un mecanismo de defensa en el cuerpo, como la formación de anticuerpos.
La alimentación y el grupo sanguíneo
El grupo sanguíneo se relaciona directamente con la alimentación, ya que esta es la principal forma que tiene el organismo para nutriste. A raíz de esto, debido a las llamadas lactinas o proteínas, que surgen de la reacción química entre los alimentos y la sangre que se encuentran en los alimentos. Durante varios años se ha tratado clasificar los alimentos con base en estudios como los ha hecho el doctor estadounidense James D´Adam, quien distribuye los alimentos y sus efectos según cada grupo.
A las personas con grupo sanguíneo O les favorece el consumo de carnes especialmente de pescados, variedad de frutas, legumbres y frutos secos, el poco consumo de lácteos y granos. Para los del grupo A, la ingesta de carne es muy limitada, pero pueden comer bastantes frutas, lácteos y cereales, las especias son muy beneficiosas para ellos. El grupo B se puede nutrir de carne, pero moderadamente, las legumbres y verduras deben ser consumidas en altas cantidades al igual que granos y cereales. Y este grupo sanguíneo aunque no sea tan evidente determina hasta aspectos generales en la personalidad del ser humano, como lo estableció James D´ Adam: grupo O “el cazador”, grupo A “el agricultor” y el grupo B “nómada”.
Finalmente, se puede concluir que la importancia de conocer los alimentos que favorecen a cada organismo, según su grupo sanguíneo, permite que el sistema digestivo funcione mucho mejor. De igual manera ayuda a prevenir enfermedades asociadas a una alimentación no adecuada, desde el sobrepeso y obesidad hasta enfermedades más complejas como vulnerabilidad al cáncer, diabetes, trombosis, anemia, entre otras.
Hay que recalcar que incluso alterar genéticamente los alimentos; es decir, los alimentos transgénicos como: frutas, carnes rojas, tomates, maíz tiernos, entre muchos otros; puede ser perjudicial para salud del ser humano, porque sus componentes no son bien recibidos en los organismos, lo cual produce intoxicaciones y alergias.