20 de junio de 2016
Brexit: ¿posible colapso mundial?
Por: Ana María Guasca.
En 1973, Gran Bretaña adhirió a la Unión Europea. En el acuerdo se unían a la Comunidad Económica Europea (CEE), pero quedaban exentos de integrar el euro como moneda nacional, además que no adoptarían tampoco la visa Schengen. La UE invierte 6.985 millones de euros anuales en Gran Bretaña. Actualmente, el gobierno británico planteó la salida de Gran Bretaña de la UE argumentando que los gastos eran mayores a los beneficios recibidos. En efecto, la contribución total del Reino Unido al presupuesto de la UE es de 11.342 millones de euros. El anuncio de esta decisión generó una ola mundial de opiniones contrarias.
El 19 de febrero de este año, el primer ministro David Cameron se reunió con los representantes de la Unión Europea para evitar el “Brexit”, un referendo que se piensa hacer en Gran Bretaña para ver si permanecen o no en la UE. Recordemos que ya existe un antecedente del mismo en 1975, el cual favoreció la permanencia en la UE, así que no es ninguna novedad. La finalidad es obtener una serie de concesiones por parte de la UE, para que el gobierno sea favorable a la UE, que fue lo que efectivamente sucedió. El periódico ABC de España nos informa que se dio una larga discusión sobre temas como el envío de prestaciones a los hijos de migrantes que viven fuera de Gran Bretaña, los refugiados, la euro zona y la disminución de los subsidios a los trabajadores europeos residentes en este país, entre otros.
El resultado del análisis macro económico no es favorable al brexit
A pesar de las diversas opiniones, un posible brexit traería consigo el riesgo de una recesión, tanto para la economía de Gran Bretaña como para la economía mundial. En efecto, los sectores ultraconservadores – basados en los principios de la soberanía e interés nacional – apoyan esta iniciativa, ya que traería consigo un aumento en las capacidades competitivas de esta nación. Además, el célebre pragmatismo inglés permite a esta nación no enredarse con cuestiones políticas, cuando los negocios se encuentran afectados por la política y no van bien. No es de olvidar que este debate se abre en un contexto poco menos que complicado para la Unión Europea: crisis económica, crisis de refugiados, desempleo juvenil, déficit de democracia y de gobernanza mundial y freno al proceso de integración política.
Considerando el rápido crecimiento de la economía británica en comparación con otros países de la UE, se podría pensar en una salida. Pero esta inevitablemente influye en las relaciones económicas que se establecerían en el futuro, recalca Gustavo Riviero, columnista de la Revista Dinero. Él afirma que todo depende de las relaciones que tengan posterior a la salida de este país. Por otra parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha pronunciado sobre los efectos que esta salida podría generar tanto en la economía mundial, como en la británica. En la economía británica, esto supondría una caída del precio de la vivienda, una depreciación de la libra esterlina y se contraería la inversión. En cuanto a la economía mundial, se verían afectados países con fuertes relaciones con el sector financiero británico como Irlanda, Malta y Luxemburgo. Igualmente, se generaría mucha incertidumbre frente a la economía inglesa lo cual afecta con una reducción de la inversión. En otros países de la UE no sería tan fuerte el impacto, y dependerían menos de las posibles relaciones que se establezcan al final.
La afectación política
En primer lugar, la sola posibilidad acarrea problemas en las relaciones políticas de Gran Bretaña con otros países, por ser esta una medida de tipo unilateral, que va en contra de los principios de cooperación internacional. En un contexto de aceleración en el proceso de globalización, interdependencia, y con los profundos lazos históricos que unen a Gran Bretaña con Europa, resulta poco probable que esta ruptura pueda suceder. Se deduce que el brexit es una herramienta política británica que le permite presionar ampliamente a los distintos sectores políticos europeos, con el fin de obtener mayor flexibilidad y medidas que favorezcan sus intereses nacionales. Pero, a la Unión tampoco le conviene desasociarse con una de las economías más sólidas del planeta.
Por otro lado, titulares como: “Obama hace campaña en Reino Unido contra el Brexit” (ABC) muestran hasta qué punto el gobierno estadounidense concibe el brexit como una amenaza para la estabilidad de la política internacional. Las razones de Obama se basan en los beneficios que tiene hacer parte de la Unión, y de las nefastas consecuencias que puede acarrear la ruptura con esta. RTVE afirma que también se podría ver afectada la lucha contra el terrorismo yihadista. Dentro del país, también se da una ruptura entre los conservadores anti europeos y las personas que quieren continuar con la UE. Al mismo tiempo, la reina Isabel II ha preferido abstenerse de tomar una posición clara, haciendo apenas un corto comentario sobre el référendum y la soberanía en su discurso frente al Parlamento en pleno, el pasado 18 de mayo.
A pesar de esto, Patrick Minford, catedrático de Economía Aplicada en la Cardiff Business School dio una entrevista al periódico El Tiempo, en la cual defendía su apoyo a la medida. Se basa en el libre comercio que debería manejar Gran Bretaña. El impedimento es la Unión Aduanera (UA), en la cual Gran Bretaña tiene barreras comerciales para el resto del mundo, pero no entre los miembros de la UE. Al abandonar esta unión, los precios para los consumidores disminuirían, la producción mejoraría y se reduciría el costo de vida. El pragmatismo político-económico parece ser la única ideología británica.
En definitiva esta coyuntura genera gran expectativa ya que plantea un sinnúmero de dudas: ¿cuáles serán los resultados del referendo?, ¿cómo va a afectar este las relaciones bilaterales con la Unión? Por otro lado, si algún día llega a darse la salida: ¿la economía mundial podrá absorber el impacto de la medida? Desde todo punto de vista, los medios de comunicación enfatizan bastante en las consecuencias negativas que este referendo puede traer consigo. Debemos esperar el 23 de junio de este mismo año, aunque Cameron ya se mostró favorable a permanecer en la UE.
Referencias El Libre Pensador:
RTVE – Claves del ‘Brexit’: cómo sería la salida de Reino Unido de Europa.