20 de agosto de 2019
Sandoná: un rincón de Colombia que vale la pena conocer
Por: Camila Arcos Dominguez
A 48,9 km de Pasto, Nariño, se encuentra localizada la tierra cuyo nombre, en quechua, significa “flor de montaña lejana”: Sandoná. Según la dirección de turismo de Nariño, el pueblo de origen Quillacinga, ubicado al suroccidente del departamento de nariñense, es reconocido por su alta producción en café y panela, posicionándose así, como uno de los municipios más dulces de la región.
¿Por qué visitar Sandoná?
Según la página web de turismo colombiano, el municipio es acreedor de una de las piezas arquitectónicas más atractivas del país. Por su estilo gótico y su edificación en piedra sillar, plomo y cal, la basílica Nuestra señora del Rosario, ubicada en la plaza central Simón Bolívar, consta de 66 m de altura en sus torres con 54 m de fondo, y está compuesta por tres naves y cinco entradas, en cuyo interior se alberga el “Cristo crucificado”, una imagen del señor de los milagros tallada en madera que mide 6, 50 m, reconocido como el segundo Cristo de altar más grande de Suramérica y declarado Bien de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura.
El municipio nariñense también es reconocido por la calidad de artesanías en paja toquilla, principalmente se destaca el característico sombrero sandoneño, o como fue conocido en el siglo XX el “Panamá Hat”. Actualmente, los artesanos locales producen y venden su sombrero en el mismo municipio, a nivel regional y nacional; sin embargo, algunos de estos talleres artesanales han expandido su límite comercial, exportando el producto a países como Estados Unidos, España, Alemania y Francia (El Tiempo, 2016).
De Sandoná se disfruta su aire, su gente, su gastronomía y su conexión con la naturaleza. Tiene múltiples cascadas naturales, como la de la Regadera, o la de la Joaquina, que permiten, a quien las visita, conectarse con el entorno ambiental y disfrutar de diversos paisajes naturales. Unos metros más arriba de la cascada de Belén, la más representativa de esta tierra, está ubicada la cruz del Maco, de 7 m de altura, que es considerado el sitio preferido de los creyentes para conmemorar viacrucis.
La gastronomía sandoneña: un sabor por descubrir
Los tradicionales platos del pueblo encantan con sus sabores a los turistas que llegan a Sandoná y descubren en su exquisita variedad, una muestra de cultura y tradición de las familias guaicosas. Los helados de paila y las leches batidas, son la mejor opción para compartir en los domingos soleados del municipio; el tradicional chirle, hecho de pata de vaca, y los pasteles de yuca, son dulces pasabocas que han acompañado a los hogares sandoneños generación tras generación; la choriza sandoneña y el sancocho de gallina criolla, platillos deliciosos que están presentes en los almuerzos y cenas de los habitantes, se han convertido en la recomendación especial cuando se visita un restaurante; y por supuesto, no podría faltar en el menú los platos típicos de la región: el cuy, acompañado de papa, yuca y ají de maní; el frito pastuso con limón y chicha, y el puerco ornado con mote, que son los más apetecidos en las reuniones y fiestas sociales. El guarapo con limón, las melcochas con maní y las famosas empanadas de la Avenida, representan una simpática tradición en la cultura sandoneña, los fines de semana, como de costumbre, las familias suelen pasear por los alrededores del municipio con un paquete de empanadas y un vaso de guarapo en mano, del que los mayores aconsejan: “entre más fuerte, más bueno”.
La gastronomía del municipio es una pequeña representación de los sabores típicos de la región que se basan en la fertilidad de la tierra y la laboriosidad de sus antepasados, el dulce de chilacuán, de calabaza, de brevas y los quimbolitos, son considerados una expresión de la historia del departamento desde su colonización.La sopa de poliada, arniada y arrancadas, el aco, el champús, el molo de papa chaucha, y los hervidos con chapil en las noches frías, no solo los degustas en Sandoná, sino que hacen parte de un conjunto de sabores disponibles en todos los rincones de Nariño.
El legado de la tierra guaicosa contempla múltiples tradiciones y costumbres por descubrir, experimentar y disfrutar; sus características, su ambiente, los atractivos turísticos que ofrece acompañados de su variedad gastronómica, hacen de Sandoná, un lugar especial para sumergirse en una aventura diferente, para disfrutar de los atributos de la naturaleza y probar lo desconocido. Sandoná, un rincón de Colombia que vale la pena conocer.
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