18 de marzo de 2019
¡No me creas!
Por: Juan Felipe Álvarez
En la actualidad, las personas siguen considerando que la mentira tiene un constructo negativo. Ello se fundamenta en que los seres humanos apelan a su propia ética, a su moral. Sin embargo, la mentira ayuda a desarrollar otras habilidades en el ser humano, en especial en el ámbito cognitivo, que permiten entender la otra cara de la mentira, teniendo en cuenta que se vuelve parte de la formación del ser humano. En ese orden de ideas, la mentira constituye al ser humano.
Pecado mortal
Cuando el hombre está unido a Dios, desde un ámbito religioso la mentira no va a tener razón de ser. Esta situación, se refleja en los diez mandamientos que recibió Moisés, en el que se destaca el octavo mandamiento: “No levantar falsos testimonios ni mentiras. En el octavo mandamiento dice que no dirás falsos testimonios contra tu prójimo, esto es muy fácil de explicar ya que el respeto de la reputación y del honor de las personas prohíbe toda actitud y toda palabra de calumnia ya que la mentira consiste en decir algo falso con intención de engañar al prójimo que tiene derecho a la verdad”.
La mentira en un entorno de interactividad social afecta las relaciones de confianza, acabando con ellas en ocasiones, dependiendo de la importancia que el receptor le dé a esta. Asimismo, destruye relaciones interpersonales y la confianza que había.
En la formación y educación de los niños siempre se les ha mostrado la mentira como un constructo negativo, que genera consecuencias en la vida personal y social de cada uno, mediante el uso de diversos métodos: los cuentos infantiles y las moralejas que traían consigo, como Pinocho, El pastorcito mentiroso, Cenicienta, Rapunzel, entre otros cuentos donde se ven las consecuencias de mentir.
En la norma colombiana se da la formación de punitivas como consecuencia a la mentira, como se puede observar en el artículo 442 del código penal. Allí se hace referencia a los falsos testimonios, como una violación de la ley decir falte a la verdad o la calle total o parcialmente ante una autoridad competente bajo juramento. Se demuestra la gravedad de este hecho por las consecuencias penales, legales que trae consigo hacer uso de la mentira.
Hay que recordar que cuando se dice una mentira, vienen con ella una escalada de otras falsedades para cubrir la inicial. Ahora bien, la mentira se puede dar por diversas razones: trasgresión personal, esconder un error; escapar, evitar gente; malicioso, lastimar a los demás; altruista, ayudar a la gente; social, evitar una grosería; patológico, ignorar la realidad; humor, hacer reír a la gente; autopersonificación, mostrar una imagen de lo que no es cada persona; y también beneficios personales y económicos
Mentir ayuda a desarrollar otras habilidades
A la hora de mentir, las habilidades cognitivas del ser humano se van desarrollando, por consiguiente, para poder mentir, se requiere de cierto conocimiento básico: el lenguaje, que permite estar consciente de lo que es cada ser humano; mentir permite desarrollar habilidades de ver otras perspectivas, de mostrar una realidad diferente que solo está en la mente y que en algunas ocasiones resulta difíciles de creer y, asimismo, de entender que hay distintas formas de ver el mundo. Según la Teoría de la Relevancia en la comunicación por parte del receptor, va a haber una codificación/decodificación e inferencia. De esta manera, la mentira desarrolla habilidades lingüísticas, de interpretación de los mensajes y contexto, y a su vez determina la información relevante.
El proceso de mentir empieza en las primeras etapas de crecimiento del ser humano, cuando se da la formación de las habilidades lingüísticas, se aproxima a la edad de 4 años; se empieza a considerar que en cuanto más habilidad por parte del ser humano para mentir es visto como más inteligente y audaz.
La mentira se ha vuelto un eje esencial para el desarrollo de la sociedad, en la medida que la mentira es necesaria para la supervivencia individual y al mismo tiempo en las interacciones sociales las personas no aguantarían la verdad. Kant expresa que un mundo sin mentiras no podría ser habitado por humanos: bienvenido al mundo de los mentirosos, mejor dicho, la realidad.
Camacho, Victoria – “Mentiras, Relevancia y Teoría de la mente”
Fernández, Tere – “VIII. No dirás falso testimonio ni mentirás”