25 de abril de 2017
La idea esta bien, el plan no tanto
Por: Luis Miguel Chitiva C.
El escándalo Odebrecht ha sido capaz de crear una indignación colectiva. La idea de combatir a la corrupción ha filtrado la conciencia ciudadana, sin embargo, el plan de combatirla con votos sabe amargo, sabe a politiquería.
Consultas anticorrupción, marchas anticorrupción, vídeos denunciando corrupción, columnas anticorrupción, por todos los medios intenta la clase política lavarse las manos como diciendo: eso es problema de otros. Tal parece que en plena carrera electoral todos los políticos comparten la indignación ciudadana y se muestran a si mismos como los mártires del pueblo. Lo que antaño fue regalar casas y mercados hoy es prometer erradicar el cáncer desde adentro.
No es de mi interés distraer la atención del problema mayor sino más bien advertir sobre los peligros de creer de lleno esta agenda anticorrupción plagada de corrupción que promueven la gran mayoría de partidos políticos. Poner la solución en manos de aquellos que nos tienen buscando una solución no suena bien desde un principio.
Por lo anteriormente dicho, el plan de acción debe cambiar y encaminarse hacia la lucha anticorrupción por otros medios que no sean los votos. Mientras la clase política ve su plan electoral para 2018 triunfar, la ciudadanía se pelea entre sí por dejar en alto al candidato honesto, el no untado. En ultimas, la verdadera forma de combatir la corrupción no va de la mano de los políticos y a manera de conclusión, la frase de cajón: el sistema no puede combatir la corrupción porque el sistema es corrupto.