14 de junio de 2015

Rebaja de penas para las Farc: una difícil decisión

Por: Ricardo Higuera, Juan Pablo Pabón, Rafael Daza y Víctor Ortiz

Los diálogos de paz en La Habana, Cuba, que buscan poner fin a medio siglo de guerra en Colombia han llegado a un punto clave, donde las partes negociadoras deben decidir si las Farc pagan por sus crímenes o no. El gobierno Santos busca llegar a un acuerdo y firmar la paz lo antes posible, sin embargo, los líderes de las Farc no tienen intensión de pagar cárcel, mientras la oposición política en el país, las víctimas y gran parte de la opinión pública exigen que se pague por los crímenes de esta manera. Frente a esta coyuntura, los medios de comunicación han fijado su atención en los que quieren penas carcelarias y los que coinciden que los pagos deben hacerse por medio de penas alternativas.

Medios nacionales: el problema de la impunidad

Hay quienes no apoyan las rebajas de penas y exigen un juicio estricto a los integrantes de las Farc —en especial a sus cabecillas— como son la oposición y las víctimas. Por otro lado, al gobierno le conviene, en todos los aspectos, la firma de la paz. Por lo tanto, ha sido un poco más flexible y ha cedido a algunas exigencias de las Farc, cosa que la opinión pública crítica, pues aunque todos quieren finalizar con una guerra larga y cruel, no todos están dispuestos a hacerlo al mismo precio. Por lo tanto, las negociaciones se han estancado por cuenta de quienes opinan que debe haber penas estrictas —fundamentados en los crímenes de las Farc— y quienes están dispuestos a reducirlas o absolver por completo a los integrantes de este grupo guerrillero, a la par que se suman propuestas que pueden incluir penas aunque no carcelarias, pero que incluyen perdonar estos crímenes.

La impunidad es un tema fundamental y controversial que ha rodeado la estructura política del proceso de paz con las Farc, la cual ha sido un interrogante a responder por parte del Gobierno en cabeza de Juan Manuel Santos, principalmente, porque concierne sub-elementos que conducen a la acotación de este concepto, tales como la reparación a las víctimas y la justicia. “No va haber impunidad, tiene que ver algo dentro del marco que también negociamos dentro del congreso una reforma institucional de la justicia transicional, el derecho a las víctimas, el derecho a la justicia, a la verdad, a la reparación, a la no repetición, eso tiene que estar presente”, expresó el Jefe de Estado. Esta sentencia, sugiere que el Estado colombiano está en disposición de erradicar la vinculación de impunidad con el proceso, además de dictaminar una clara advertencia a los detractores opositores dejando en claro que estos conceptos no son negociables y que se discuten efectivamente en la mesa de negociaciones.

Por otro lado, Iván Márquez, el vocero y representante principal de las Farc en las negociaciones de paz, ha declarado: “Ningún proceso de paz en el mundo ha terminado con los líderes de la insurgencia tras las rejas”. Esto lo ha repetido en múltiples ocasiones también Timochenko, como informaron La Nación y El Colombiano desde La Habana. Esto demuestra la estable posición del grupo guerrillero respecto al tema que concierne la privación de la libertad y el pago por crímenes de lesa humanidad. A esto, el procurador Alejandro Ordóñez declaró: “No se puede desconocer la jurisprudencia colombiana. Si las Farc esperan una constituyente, los diálogos deben acabar ya”, como informó RCN Noticias. Igualmente, durante la campaña presidencial del 2014 el candidato por el Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, declaró que velará porque los crímenes de la guerrilla no quedaran impunes. Esto ratifica que los discursos entre los negociadores no concuerdan entre sí, y que cada vez la posición de la oposición se rectifica más entre la opinión pública, pues una encuesta publicada recientemente por Ipsos para Semana, La FM, RCN TV y RCN Radio afirma que la desconfianza en el proceso de paz pasó de 53 por ciento en noviembre de 2014, a 69 por ciento en abril de 2015.

Dentro de la misma encuesta, se encuentran otros datos importantes referentes al proceso de paz. Por ejemplo, la imagen de Uribe (máxima figura opositora a nivel político en el país) repuntó de 41 por ciento de favorabilidad en noviembre del año pasado a 57 por ciento en abril del presente. Al mismo tiempo, su imagen desfavorable pasó de 50 a 39 por ciento en el mismo periodo de tiempo. En noviembre de 2014, el 81 por ciento de los encuestados pensaba que los guerrilleros debían pagar por sus delitos e ir a la cárcel, contra un 11 por ciento que no. En abril de 2015 las cifras pasaron de 89 a favor de las penas carcelarias contra un 8 por ciento en contra.

Después del ataque a los militares en Cauca 64 por ciento de los encuestados quería continuar con los diálogos de paz, pero ponerles plazo límite para finalizar, y el 27 por ciento por romper los diálogos y lanzar una ofensiva militar. Esto último, demuestra, entonces, que aunque la mayoría quiere mantener los diálogos, cada vez más personas desconfían de estos y que empiezan a pensar en sanciones más duras o acabar de una vez con el proceso.

El proceso de paz ha perdido apoyo de la opinión pública por cuenta de actos como el secuestro del general Alzate y la muerte de 11 soldados en Cauca el pasado 15 de abril, ante los cuales el gobierno no ha tomado acciones que contente a los colombianos. Las Farc argumentan hechos como estos en que ha sido por una causa revolucionaria justa, por lo tanto no deberían pagar ni un solo día de cárcel, aunque las víctimas reclaman que lo hagan, pues fueron crímenes de lesa humanidad cuyos victimarios fueron los integrantes de este grupo insurgente.

La presión internacional ha jugado su papel. Según un artículo de El País, la Corte Penal Internacional no piensa permitir que los guerrilleros obtengan impunidad. Quizás este pueda ser un motivo para que el gobierno ejerza mayor presión a los líderes negociadores y estos terminan por ceder. Aunque, ante esta situación, han surgido alternativas que buscan un punto medio en donde las penas sean extremadamente suaves (justicia transicional) o se intenten reintegrar a los guerrilleros (por medio de actividades como gendarmería).

El expresidente César Gaviria, propuso una justicia transicional. En resumen esta propone una rebaja de penas radical, en donde los actores de las Farc pasarían incluso de pagar 50 años de prisión a menos de 10 (según explicó la revista Semana en su publicación el 22 de febrero de 2015). También Santos dio como opción los trabajos sociales, en otras palabras, los guerrilleros pasarían de hostigar a los campesinos y gente de los pequeños municipios a entregarles ayuda humanitaria, resolver problemas de sanidad y labores de rescatista, en caso de desastres naturales, igual que lo hace la gendarmerie (según explicó la revista Semana en un artículo publicado el 1 de febrero de 2015). Los problemas que surgen de estas alternativas es de honor, pues los campesinos tendrían que estar dispuestos a poner su seguridad en manos de quienes antes los extorsionaban y plantaban minas antipersona en su jardín, y los militares deberían aceptar a que se les trate igual que a los delincuentes que antes perseguían.

Los temas de víctimas y crímenes de guerra han resultado bastante delicados puesto que tocan a los altos mandos tanto del gobierno como de las Farc, y porque implica reflexionar éticamente sobre los actos cometidos por ambas partes. Esto lo deja claro la revista Semana, pues este importante medio nacional ha sido uno de los que más le ha seguido la pista al proceso. Queda claro, entonces, que al tener que perdonar y enfrentar penas carcelarias es donde se encuentra el punto de quiebre más importante de estos diálogos, como lo han expresado figuras importantes dentro de la coyuntura como César Gaviria en su columna de El Tiempo.

Se entiende que aunque acabar con la guerra es un tema urgente, se deben evaluar las posibilidades de una solución que permita reintegrar a los excombatientes y transformarlos en instrumentos de desarrollo, esto sin desconocer las leyes nacionales e internacionales; por lo tanto, la cárcel deberá aplicarse de acuerdo con estas leyes a quienes los denote, y a quienes no, deben aceptar las ayudas para reparar sus actos de manera alternativa. También, se concluye que el gobierno Santos tiene la difícil tarea de lograr que los colombianos recuperen la confianza en el proceso de paz y tomar medidas tras los duros golpes causados por las acciones de la guerrilla y la crítica opositora.

Tras este análisis se sugieren como fuentes de investigación: RCN Noticias, El País, El Colombiano, La Nación, El Tiempo y Semana. Todos estos han realizado seguimiento a los diálogos de paz desde su inicio hace tres años, han tomado opiniones tanto de sectores que apoyan las conversaciones de paz, las critican o proponen alternativas intermedias. RCN Noticias realiza un informe muy completo de los hechos que dirigen el rumbo de las conversaciones, como el ataque a los soldados en el Cauca y las declaraciones del procurador. Sin embargo, no presenta análisis profundos de acuerdo con la gran cantidad de información que presenta. La Nación, por su parte, ha hecho un excelente seguimiento a las declaraciones de los jefes negociadores de las Farc, y también ha presentado los diferentes puntos de vista de los sectores a favor y en contra. El Colombiano también ha obtenido las declaraciones de los jefes guerrilleros, empero deja de lado al sector opositor y no cubre las alternativas presentadas como la justicia transicional. El País ha obtenido las declaraciones de estos también, y ha presentado análisis. El Tiempo presenta en sus columnas las posiciones de aquellos que apoyan el proceso, quienes lo critican, quienes proponen alternativas diferentes a la cárcel y, además, realiza análisis muy completos desde una posición neutral. Sin embargo, el medio que mejor ha realizado seguimiento a estos diálogos de paz ha sido Semana. Esta revista expone las declaraciones de todos los involucrados, las respuestas de las otras partes, presenta estadísticas, informa sobre el rumbo de los diálogos de paz y los hechos relacionados, pero la diferencia radica en que utiliza todo lo anterior y lo emplea para realizar magistrales análisis dentro de sus ediciones semanales.

La paz en Colombia vista desde los ojos extranjeros

Es claro que el apoyo internacional es algo importante para Colombia, muchos países lo han expresado en este proceso de paz y, sin duda, es un motor para el país, puesto que nunca se había notado tanto apoyo, no solo de Estados Unidos; países de todo el globo se han pronunciado al respecto. La discusión internacional se centra principalmente en dos temas. Primero, los diálogos de paz deben ser algo serio, esta puede llegar a ser la última oportunidad para Colombia de llegar a su “anhelada” paz. El segundo, es el tema del posconflicto, mucho se ha discutido en torno a este tema y puede que sea lo más difícil que solucionar puesto que implica un gran grado de tolerancia por parte de los colombianos.

Los medios internacionales han estado atentos a lo que acontece con el proceso de paz en La Habana. Puesto que la guerrilla colombiana es la más vieja del mundo y las actividades de esta afectan a un gran número de países, entonces, un acuerdo puede llegar a favorecerlos también. Sin duda, los medios extranjeros más influyentes en el proceso de paz, son los norteamericanos quienes han seguido la situación conflictiva en Colombia por años y quienes tienen mayor conocimiento sobre cómo este se ha desarrollado. Por eso, periódicos como el New York Times o la WOLA (Washington Office on Latin America), han seguido las negociaciones muy cercanamente y han realizado el análisis respectivo.

El periódico New York Times, incluso, ha analizado aquello a lo que llevaría a un posible acuerdo. Estudia la posibilidad de un referendo, una reforma agraria que impulse la economía, la reparación de víctimas y la participación política de los insertados. A pesar de esto, no toma partido en cuanto a si los integrantes de las Farc deben o no ir a la cárcel, simplemente estudia el futuro que este medio considera más probable.

Por otro lado, la WOLA realiza un análisis exhaustivo de las coyunturas que se presentan en el proceso, además de dictaminar su posición respecto a las discusiones que surgen alrededor de este, como lo hace frente a la controversia que genera la justicia transicional. Sugiere que si bien los crímenes cometidos por las Farc no pueden quedar impunes, las penas no serán acordes, sino que se verán reducidas considerablemente en caso de esta medida, pues Colombia es miembro de la CPI y no debería indultar crímenes de lesa humanidad como los cometidos por el grupo guerrillero. Además, cree que largas penas de prisión son poco probables. Esto rectifica el apoyo de los medios norteamericanos al proceso, y que si bien la firma de la paz es un paso importante, el tema del pos-conflicto es un reto difícil para el Gobierno Nacional.

Por su parte, el diario El Universal de Venezuela ha expuesto que hay ciertos temas que están sobre la mesa en los que el gobierno de Colombia y la guerrilla de las Farc están en desacuerdo. Estos no pueden permitir que haya impedimentos en el desarrollo de los puntos que están sobre la mesa en La Habana. Sin embargo, algunos hechos dejan en duda la voluntad de la guerrilla de las Farc de llegar a un acuerdo de paz, como lo hace saber el periódico El País al denunciar el asesinato de 11 militares en Cauca durante la tregua entre el gobierno y el grupo insurgente. Hechos como este, sin duda alguna, repercuten en los diálogos, puesto que no es congruente que la guerrilla de las Farc esté dialogando sobre paz en Cuba y atacando soldados en Colombia.

Respecto al postconflicto y qué hacer con los guerrilleros que se desmovilizarán de este grupo armado ilegal, países como Alemania se han pronunciado al respecto. El presidente de este país, Joachim Gauck, en su visita a Cartagena, dijo que su país apoyaría a Colombia si las negociaciones entre la guerrilla y el gobierno concluyen con la firma de un acuerdo de paz. Y agregó que “A partir de ahí, surgirán nuevos campos de cooperación entre nuestros dos países”.

Por otra parte, el diario El País de España recientemente publicó el interés de David Cameron (primer ministro británico) por el proceso de paz. En la última reunión con el presidente Juan Manuel Santos esclareció que estaría al pendiente de cualquier cosa que necesitara en torno a los diálogos de paz. El internacionalista Enrique Serrano dijo que esta ayuda bien utilizada puede ser benéfica para Colombia, tal como, darle refugio algunas víctimas y ayudarle a resolver algunos líos de narcotráfico, pero también dejó claro que esta ayuda por parte del gobierno inglés sólo será posible cuando se firme la paz.

El periódico cubano Prensa Latina expresó que el senador colombiano Iván Cepeda del partido el Polo Democrático se dirigió a Suiza, haciendo escala en Berna y en Ginebra, país en donde le hará promoción a los diálogos de paz en La Habana, con el propósito de buscar que Suiza pase a ser también un visor internacional del conflicto. Durante este viaje el congresista también pretende hablar con exiliados colombianos víctimas del conflicto residentes en el país europeo y mencionarles cuáles son los respaldos legales para que ellos retornen a Colombia. El senador Cepeda también busca hablar con empresarios y ejecutivos para que, al firmarse la paz, tengan más opciones de inversión en Colombia en pro de una cultura de paz y un país moderno, mejorando la carta de presentación a la comunidad internacional con una economía más pujante.

Ahora bien, tras el trágico atentado el pasado 15 de abril de 2015 donde murieron 11 soldados a manos de las Farc en el Cauca, zona del país azotada por la violencia, el diario El Día, de España, dijo que este hecho condujo a que la ONU enviara a su alta comisionada adjunta para los Derechos Humanos, Flavia Pansieri, la cual afirma de que “La sociedad no quiere y no puede esperar más para que el Gobierno y las FARC firmen la paz”.

De acuerdo con este medio, el presidente Juan Manuel Santos cree conveniente ponerle plazo a la paz, sin embargo, Pansieri dice que hay dos factores por analizar. Por una parte, no sería constructivo, ya que al no darse el tiempo adecuado quedará una paz presionada y muy mediocre. Y por otro lado, al poner un plazo a los diálogos generaría un mayor apoyo civil a la mesa de negociación debido a que la paz ya sería “tangible”.

Pansieri también pidió en nombre de las Naciones Unidas que se le preste más atención a los campesinos, indígenas y a los afro descendientes, que han sido los más afectados por este creciente conflicto, aunque no pudo negar que el gobierno Santos ha realizado un esfuerzo insuficiente para garantizar los Derechos Humanos a estos colectivos y al resto de la sociedad civil.

En síntesis, la opinión internacional de medios de comunicación importantes tales como El Universal en Venezuela, El Nuevo Herald de Cuba, El Horizonte en México, y La Vanguardia en España, se convierten en una inferencia importante en el proceso para los temas de reparación a víctimas y construcción del posconflicto. Además, informan constantemente a los residentes colombianos en sus respectivos países, sobre la evolución en las negociaciones. Por su parte, La Vanguardia reconoce que estos diálogos de paz son un ejemplo a seguir para los líderes mundiales en cuestiones de paz. Por otro lado, el Universal en Venezuela sostiene que a pesar de las dificultades y trabas que por el momento se han presentado en el proceso, nunca se ha perdido la fe y que cada vez se trabaja más arduamente, citando el ejemplo tácito del acuerdo del desminado acordado como medida conjunta para desescalar el conflicto. Igual de importante, el diario El Nuevo Herald presenta un calendario organizado e informativo acerca de los puntos que ya se han discutido y negociado, y aquellos que faltan por solucionarse, además de las coyunturas que se han presentado en el transcurso del proceso e información sobre los negociadores, cosas que ayudan determinantemente a aquel investigador que requiera esta información para un análisis bien estructurado del proceso. Aparte, los medios estadounidenses consultados ofrecen un análisis profundo, pero su opinión está de parte de las condenas largas a los guerrilleros y su opinión no tiene en cuenta a otros actores y sus intereses. Por lo tanto, el Nuevo Herald, de Cuba, es el medio consultado más sugerido, pues su información es más objetiva, incluye fechas concretas de sucesos importantes y además posee la ventaja de estar dirigida en la misma ciudad desde donde se desarrollan las negociaciones, La Habana, lo que le permite tener un mayor desenvolvimiento local y destinar mayor cobertura al evento.

Recomendados Libre Pensador:

El Colombiano – Alemania designa a Tom Koenigs como enviado especial a los diálogos de paz en La Habana.

DW –Alemania reitera apoyo para posconflicto en Colombia.

Noticias Terra – Alerta de “riesgos de impunidad” en el proceso de paz en Colombia.

Telesurtv – Apoyo a Juan Manuel Santos baja a 29 por ciento.

RCN Noticias – Aumenta a 11 cifra de militares muertos por ataque de las Farc en Cauca.

El Heraldo – Para los guerrilleros cero cárcel: Iván Márquez. http://www.elheraldo.co/politica/para-los-guerrilleros-cero-carcel-ivan-marquez-185304

El País .¿Carcel para las Farc?, dura prueba para el proceso de paz.

El Universal- Centro Democrático logró expresar sus objeciones al proceso de paz en EE.UU.

El Colombiano -“Cero cárcel para los guerrilleros”: “Iván Márquez”

Semana – Críticos del proceso de paz… No solo es Uribe.

Caracol radio – De la Calle habló con la Corte Suprema sobre avances del proceso de paz.