3 de febrero de 2015
Desarrollo sostenible: 2015, un importante año para la ONU
Por: Paula Ruiz
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) fueron establecidos en el año 2000 por la ONU con el fin primordial de mejorar -entre el 2000 y el 2015- la calidad de vida de miles de habitantes del mundo en situación de pobreza. Sin embargo, 15 años después no todas las metas establecidas lograron alcanzarse, amenazas como el terrorismo, la crisis financiera y económica de 2008 que afectó principalmente a los países en desarrollo, así como drásticos desastres naturales originados por el acelerado cambio climático entre otros factores, afectaron significativamente el cumplimiento de estos. Por lo tanto, en septiembre de 2015 los países miembros de la ONU deberán aprobar la nueva hoja de ruta en pro del desarrollo ¿serán 15 años más suficientes para lograrlo?
¿Qué pasó con los ODM?
En el 2000, cerca de 180 jefes de Estado y de gobierno de los países miembros de la ONU se reunieron en la ciudad de New York para aprobar la Declaración del Milenio la cual contenía los ODM, 8 objetivos encaminados a erradicar la pobreza extrema y el hambre, garantizar la educación primaria universal, mejorar la salud materna, reducir la mortalidad infantil, garantizar la igualdad entre los sexos, combatir enfermedades, garantizar la sostenibilidad ambiental y fomentar una asociación mundial para el desarrollo. Estos ambiciosos compromisos delinearon durante 15 años las políticas tanto globales como locales en materia de desarrollo.
Tímidos avances se dieron en algunos objetivos como el de combatir el VIH/sida, la malaria y otras enfermedades, otros alcanzaron importantes logros como el de disminuir el porcentaje de pobreza de la población -según estimaciones de la ONU pasó a ser del 43% en 1990 al 21% en 2010-. Sin embargo, en la gran mayoría de los objetivos solamente se lograron mínimos avances, como el de garantizar la sostenibilidad del medio ambiente por ejemplo.
El aparente entusiasmo con el que se emprendió la tarea dio un giro inesperado en el 2001 luego de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, los esfuerzos y los recursos se encaminaron a la lucha mundial contra el terrorismo, pues sin seguridad no se pueden garantizar el respeto a los derechos humanos ni el desarrollo.
Post-2015: Una apuesta por el desarrollo sostenible.
En los últimos dos años, el debate alrededor del desarrollo ha sido amplio, las propuestas para replantear los ODM post-2015 ha involucrado a diversos actores (sociedad civil, individuos, Estados, sector privado) haciendo de este proceso algo más participativo e incluyente. Para septiembre de 2015, nuevamente en la ciudad de New York los máximos representantes de los países de la ONU deberán aprobar la nueva hoja de ruta 2015-2030 o lo que se conoce como los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenibles). El Secretario General de la ONU Ban Ki-moon publicó en diciembre de 2014 una agenda para el desarrollo sostenible titulada El camino hacia la dignidad para 2030: acabar con la pobreza y transformar vidas protegiendo el planeta, la cual recoge todas las ambiciones e ilusiones de todos los que han participado en este proceso.
La propuesta incluye seis aspectos fundamentales que buscan recoger las experiencias aprendidas de los últimos años y fortalecer el compromiso de la comunidad internacional para alcanzarlos:
1. Dignidad: Acabar con la pobreza y luchar contra las desigualdades.
2. Garantizar una vida sana, el conocimiento y la inclusión de las mujeres y los niños.
3. Prosperidad: Desarrollo de una economía sólida, inclusiva y transformadora.
4. Planeta: proteger nuestros ecosistemas para todas las sociedades y futuras generaciones.
5. Justicia: promover sociedades seguras y pacificas
6. Asociación: catalizar la solidaridad mundial para el desarrollo sostenible.
Compromisos por demás necesarios para mejorar la calidad de vida de los 1.200 millones de personas que según la ONU continúan viviendo con menos de 1,25 dólares o menos al día. No obstante, a pesar de reconocerse la urgencia de implementarlos la agenda del desarrollo sigue considerándose dentro de la agenda internacional como un tema “blando” careciendo de un verdadero interés político, ante cualquier cambio político o económico que se de en el escenario internacional corren el riesgo de quedar relegados a un segundo plano, tal como ocurrió con los ODM durante estos 15 años.
Las guerras, las pandemias y los cambios climáticos representan una latente amenaza ante la cual se deben ejercer acciones más concretas y una verdadera “alianza mundial para el desarrollo”. ¿Cuánto más podrá aguantar el planeta de nuestro acelerado e indiscriminado crecimiento?
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