6 de febrero de 2015
Videojuegos2: constructores de paz
Por: Adriana Rodríguez S.
Si bien es cierto la mayoría de videojuegos son violentos, otros están diseñados para promover la paz, la convivencia fraterna, la ayuda humanitaria y el entendimiento cultural entre las naciones. Es más, en distintos países orientales los videojuegos se han convertido en una herramienta educativa eficaz, que ha sido incluida en los currículos escolares. Para algunos especialistas, aquellos potencian habilidades intelectuales y emocionales benéficas para los jóvenes, pues a través de estos juegos no solo se culturiza a la población estudiantil, sino también se la sensibiliza frente a los problemas que tiene el mundo. En síntesis, los jóvenes se divierten y tienen la posibilidad de buscar estrategias que propenden por la convivencia en armonía.
Videojuegos: enfrentamiento entre el bien y el mal
Según Edinburgh Interactive la industria del videojuego deja ganancias de más de 100 millones de dólares al año y su tasa crece alrededor del 12% anual. Los jugadores más aficionados se encuentran entre los 16 hasta los 49 años de edad. Sin lugar a dudas, los videojuegos más apetecidos están relacionados con la violencia como Call of Dutty: Black Ops, Siren blood, The suffering, The Battlefield, entre otros. Pero hay otros que muestran una clara tendencia hacia la búsqueda de la paz y el trabajo colaborativo. Como ejemplo de lo anterior, se encuentran Fodd force, del Programa Mundial de Alimentos que esboza los desafíos logísticos en una crisis humanitaria. El juego plantea seis escenarios distintos, en donde los niños se pueden percatar de los obstáculos que tiene que sobrepasar esta entidad mundial para brindar ayuda alimentaria. En esta misma línea está People power diseñado por el Centro Internacional sobre Conflictos no Violentos, (ICNC). “Es un simulador de luchas no violentas, en donde el jugador puede sustentar estrategias, aplicar tácticas y ver los efectos de las mismas”. Second life, por su parte, plantea un mundo virtual con el cual se pude socializar con otras culturas y Global conflicts es un juego por episodios, en donde el jugador asume el papel de periodista y por medio de preguntas entiende los diferentes conflictos del mundo y sobre temas como derechos humanos, manejo de la democracia, globalización, terrorismo, el clima y la pobreza. Ariadna Gil (2007), afirma que “los videojuegos son un reflejo de la sociedad y a través de ellos tenemos la oportunidad de mostrar si queremos una sociedad que se base en la competitividad o en la cooperación; en la violencia o en la no violencia; en la guerra o en la paz”, pág. 10.
“Games for peace”
En este mundo de los videojuegos existen unos en, particular, que promueven la paz en el Medio Oriente: “Games for pace”, este propone el diálogo entre las partes en conflicto. Esta iniciativa nació de los israelíes y los palestinos, con el propósito de impulsar la paz desde las escuelas. Según sus creadores “es una manera de entender que la paz está ahí impoluta, antes que el ser humano la corrompa (…) lo importante es que se eviten los conflictos construyendo la convivencia y derrotando el odio”. Las escuelas que se han unido al proyecto emplean la clase de informática para jugar y dialogar; aquí no hay ganadores si no se superan las barreras, por ende, no hay perdedores. Sus creadores estiman que el 40% de los jugadores son israelíes, el 20% palestinos y el porcentaje restante proviene de distintos lugares del mundo. La garantía de este grupo de juegos es que no da espacio para la violencia: las partidas son supervisadas para que no produzcan situaciones ofensivas.
Prensky, (2006), afirma que jugar con videojuegos “es una actividad placentera, que refuerza los vínculos sociales y la propia autoestima”. Como se sabe los videojuegos llegaron para quedarse. El inconveniente estriba en su contenido y uso. Como lo señala Punset (2009), “deben ser aprovechados para mostrarle a las futuras generaciones la importancia de la paz a través de los videojuegos, como un canal más que se une a los que ya existen”.