8 de noviembre de 2014
Ucrania: Remembranzas de la Guerra Fría.
Por: Ana María Arango D.
La Cumbre Bianual de la Organización del Atlántico Norte –OTAN, que se celebra en septiembre en la ciudad galesa de Newport, tiene entre sus temas prioritarios el análisis de la situación en Ucrania. La crisis, generada por la independencia de Crimea y las intentonas separatistas de algunas regiones del este de Ucrania con el apoyo del gobierno Ruso evoca las tensiones propias de la guerra fría y devuelve a la OTAN su razón y vigencia.
Mientras el gobierno ruso afirma y reafirma que no tiene participación directa en el enfrentamiento bélico (y algunos veteranos del servicio de inteligencia norteamericano así lo afirman en carta enviada a la canciller alemana Angela Merkel), el secretario general de la organización, Anders Fogh Rasmussen y los presidentes de Estados Unidos y algunos países europeos aseguran lo contrario. Tan seguros están de la participación rusa en la guerra interna de Ucrania, que además de adelantar y promover acciones diplomáticas y políticas, también han impuesto sanciones económicas tanto al gobierno como a empresas privadas rusas.
Ahora, los 28 países que conforman la OTAN tendrán que decidir si aumentan la presión sobre Rusia con nuevas sanciones económicas aunque ello podría tener implicaciones en sus economías, muchas de ellas, todavía débiles por la crisis de 2008.
Rusia reciente pero reconfigura
Según el Fondo Monetario Internacional, las sanciones económicas impuestas a Rusia han desestimulado la inversión extranjera, han salido capitales masivamente, se ha devaluado el rublo, la bolsa de Moscú ha presentado caídas hasta del 10% y en general, el crecimiento económico ha resentido la andanada económica internacional.
Mientras el gobierno de Vladimir Putin afirma que los precios están controlados, su ministro de agricultura reconoció que algunos productos básicos han aumentado entre el 15 y el 40% lo que podría implicar más temprano que tarde, una recesión económica.
Sin embargo, la economía Rusa está en buena parte soportada en el petróleo y gas que exporta a Europa y que transporta por ductos que atraviesan Ucrania; es por ello que, paradójicamente la guerra los ha favorecido en tanto los precios de este par de productos se han visto presionados al alza.
De otra parte, y en respuesta a las sanciones recibidas, Rusia ha comenzado un proceso de diversificación de sus importaciones y una fuerte campaña de acercamiento y/o fortalecimiento de sus relaciones comerciales con socios en Sudáfrica, China y América Latina (especialmente Brasil, Chile y Argentina).
Europa Golpeada por Carambola.
Mientras Rusia intenta hacer el quite a las medidas que buscan presionarla para que detenga su participación en la guerra de Ucrania, Europa ha tenido que afrontar las consecuencias que le traen tanto las sanciones económicas impuestas por ellos a Rusia, como el veto a algunas importaciones rusas de los países “castigadores”.
Algo más de la tercera parte del petróleo y el gas que soporta la economía Europea proviene de Rusia y cualquier limitación al suministro o variación en los precios, tiene efectos directos sobre las economías de ese continente. Si bien la diversificación de socios comerciales es una opción, la cercanía geográfica con los yacimientos rusos hace que cualquier mercado alternativo tenga costos más elevados, razón por la cual, la dependencia media europea tanto del petróleo como del gas provenientes de Rusia es cercana al 60% y según la Agencia Internacional de la Energía, podría llegar al 80% en 2035.
De otra parte, los productores europeos, particularmente los de frutas, verduras y lácteos, han resentido la pérdida de un mercado de más de 140 millones de personas que, hasta antes del veto impuesto por el gobierno Ruso, soportaba alrededor del 15% de su consumo en importaciones europeas.
Todos en el suelo.
Los analistas más pesimistas dicen que de seguir la ruta económica que lleva, Rusia podría caer a los niveles de crecimiento de la época de la Unión Soviética; y las aún débiles economías del sur de Europa temen desacelerar sus procesos de recuperación económica que no han podido superar la crisis de 2008.
Los consumidores de un lado y los productores del otro bien podrían estar recordando las tesis de Smith y Ricardo que pedían independizar la economía de las decisiones políticas en una coyuntura en la que el equilibrio es el gran ausente… y mientras tanto, las peores consecuencias políticas, humanitarias y por supuesto económicas, se las llevan los ucranianos cuyas casas sirven de escenario para una recién reencauchada versión de la guerra fría.
Recomendados:
El Pais Economia – Consecuencias económicas del conflicto Rusia-Ucrania en El País
BBC Mundo – FMI dice que las sanciones contra Rusia han detenido su crecimiento.