23 de abril de 2015
¿Reencarnará el Dalai Lama?
Por: Ana María Arango D. / @AnaM_Arango
A sus 79 años, el actual Dalai Lama, está en medio de una disyuntiva de la que puede depender el futuro del Tíbet. Como autoridad espiritual y ser iluminado, el Dalai tiene la posibilidad de elegir si reencarna para ayudar a otros a avanzar en su desarrollo espiritual, como ha sido tradición desde que se creó esa figura hace varios cientos de años, o si no lo hace y acaba así, con la máxima institución del budismo tibetano.
En el exilio que mantiene desde la ocupación china al Tíbet, el actual Dalai Lama ha liderado la lucha por la soberanía de esa región autónoma, y es precisamente por esa lucha que la figura líder de la espiritualidad tibetana está hoy en duda. De una parte, el Penchen Lama que debe reconocer la reencarnación del Dalai Lama está desaparecido y de otra, China pretende interferir en el proceso que lo designará.
La encrucijada
Desde el siglo XIV, cuando se estableció la figura del Dalai Lama, este ha reencarnado 14 veces para servir de guía a los budistas tibetanos del mundo entero.
La reencarnación, es decidida y definida por el Dalai Lama y se materializa 49 días después de su muerte. El Penchen Lama entonces, (gran sabio de luz infinita y segunda autoridad del Tíbet) debe reconocer y anunciar la reencarnación del Dalai, pero la desaparición del último Penchen Lama hace que ese proceso no sea posible esta vez.
Tras la muerte del décimo Penchen Lama, en 1996 el actual Dalai reconoció su reencarnación, pero el mismo año el niño y toda su familia desaparecieron tras una ocupación del ejército chino al monasterio donde se encontraban. China entonces, designó el Penchen Lama número 11, pero su autoridad no es reconocida por los budistas tibetanos. Es por ello, que tras la muerte del Dalai Lama, no habrá en el Tíbet quien lo reconozca cuando reencarne.
A ese problema, se suma el papel protagónico que ha jugado el Dalai Lama en la lucha por la libertad del Tíbet, lo que ha hecho que su reencarnación sea vista como una amenaza desde China.
La situación es tan compleja, que el Dalai Lama no quiere tomar solo la decisión de reencarnar y asumir el riesgo de que China interfiera en el nombramiento del próximo Dalai Lama, o no hacerlo y terminar con la institución que guía espiritual y políticamente el Tíbet. Es por ello que convocó un referendo para que sean los tibetanos quienes decidan que hacer.
El interés chino
El Dalai Lama, ha cuestionado la soberanía china sobre la región autónoma del Tíbet y por ello ha sido declarado ilegal e ilegítimo. Por ello, el Departamento de Asuntos Religiosos de ese país, emitió un decreto según el cual, el gobierno chino debe reconocer y aprobar cualquier sucesor del Dalay Lama o del Penchen Lama.
Argumentando que es una figura religiosa, el gobierno chino afirma que mal hace el actual Dalai Lama en intentar modificar procesos espirituales que hacen parte de la tradición y la cultura tibetana y que si bien es cierto que él tiene algún rol en la designación de su sucesor, este no puede ser entendido como absoluto.
Según Liu Jianchao, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores “la reencarnación de un Buda viviente es la única vía de sucesión del budismo tibetano” y en tal sentido las declaraciones del Dalai Lama ponen en riesgo la religión misma.
Un asunto de soberanía territorial y espiritual que podría llevar a la guerra
La figura del Dalai Lama, en cabeza de esta décimo cuarta reencarnación, ha sido además de espiritual, política y por ello su sucesión además de ser un tema religioso es un tema político.
El trasfondo de la disputa es la soberanía sobre el territorio del Tíbet. En ese sentido el Dalai Lama ha anunciado que su reencarnación no nacerá en territorio chino o tibetano para evitar injerencias del gigante asiático; y es por eso también que China se niega a aceptar una nueva figura que, desde la legitimidad que da la designación, promueva la resistencia contra la ocupación que tiene sobre el Tíbet.
El tema es tan delicado en esa región del mundo, que el propio Dalai Lama ha dicho que es preferible acabar con la figura que terminar con un Dalai Lama “estúpido”, pero los budistas tibetanos no parecen estar resignados a quedarse sin su líder espiritual por lo que la posibilidad de una guerra no debería descartarse.
Como en otras partes del mundo en el Tíbet, la religión y la política siguen compartiendo escenarios y hasta que no tenga autonomía espiritual, no podrá solucionar su situación política.
Recomendados Libre Pensador:
BBC – La batalla por la reencarnación del Dalai Lama
Centro Budista de Ciudad de México – Las reencarnaciones del Dalai Lama
El país – China prohíbe la reencarnación del Dalai Lama
Revista Dharma – La reencarnación del Dalai Lama