15 de julio de 2016
¡Maquiavelo vive!
Por: Erika Melissa Garzón Doncel
¿Se encuentra vigente el pensamiento político de Nicolás Maquiavelo?
Preceptos sobre el poder
El poder para Nicolás Maquiavelo es totalmente independiente de la religión y de la ética. Se basa en la imagen, la violencia, y el apoyo del pueblo a quien tiene ese tan anhelado poder; aún cuando hoy en día, en las democracias participativas modernas, el pueblo concurre en las decisiones que toman los dirigentes de una forma muy leve y superficial. Realmente aún hay control social debido a que, por medio de la imagen y del miedo que inculcan los poderosos poco a poco a la sociedad sin que la misma se dé cuenta, la están influenciando, haciendo que el pueblo se someta a sus decisiones. Esta forma de establecer una relación de poder, sirve para justificar medidas contrarias al interés general, para crear cortinas de humo respecto a temas relevantes que merecen mantenerse fuera del debate público, y para argumentar en especial las razones de la guerra.
Para Maquiavelo el poder público es la capacidad del gobernante de vencer a sus adversarios, de perpetuarse en el Estado y por sobre todo de dominar a los súbditos. El poder lo tiene alguien en específico, o un príncipe; y se basa en la violencia, como el mejor mecanismo para mantener el orden social. En otras palabras, el sistema legal impone restricciones en el comportamiento de los ciudadanos, en cuyo caso sean violadas, se ejercerá el castigo correspondiente.
El poder es considerado como un fin en sí mismo. Hoy vemos a líderes políticos que siempre buscan tener más poder, un hecho que ilustra la posición que tiene Maquiavelo respecto al comportamiento humano. En la misma línea de Hobbes y su pesimismo antropológico, el teórico político afirma que los seres humanos somos malos por naturaleza y que debemos aprovecharla al máximo para llegar al poder: “pues un hombre que en todas partes quiera hacer profesión de bueno es inevitable que se pierda entre tantos que no lo son”.
El poder en la democracias
Por otro lado, para el autor la reputación o popularidad que tenga el gobernante frente al pueblo lo es todo, y siempre hay que mostrar lo bueno para así tenerlo siempre estupefacto y hacerlo creer que tal o tal dirigente siempre es la mejor opción: “al pueblo pan y circo”. Aunque se supone que, en el sistema democrático todo debe ser lo más transparente posible, no lo es y los representantes hacen lo mismo que Maquiavelo plantea: unos le echan la culpa a los otros con respecto a lo que pasa realmente, y así crean una imagen de que ellos son lo mejor. Verdaderas distracciones para que la sociedad siga siendo sometida al poder.
Aunque la democracia se basa en la justicia y la rectitud moral, no es así en la actualidad, ya que hay déficits de derechos, de justicia y de moral. Los ciudadanos muchas veces siguen teniendo miedo de hablar debido al control social que existe. De hecho, Maquiavelo escribió:
“Es más seguro ser temido que amado. Porque de la generalidad de los hombres se puede decir esto: que son ingratos, volubles, simuladores, cobardes ante el peligro y ávidos de lucro. Mientras les haces bien, son completamente tuyos: te ofrecen su sangre, sus bienes, su vida y sus hijos, pues ninguna necesidad tienes de ello; pero cuando la necesidad se presenta se rebelan”.
Referencias El Libre Pensador:
Universidad Externado de Colombia – De maquiavelo al Estado postmoderno. Paradigmas políticos de aproximación al fenómeno estatal.
Scielo – La actualidad del pensamiento político de Maquiavelo.