Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

27 de abril de 2015

La inmigración musulmana en Francia: ¿desarraigo y terrorismo?

Por: María Cristina Ochoa Negrete

Una consecuencia notoria de la globalización económica, es la construcción de una población excedente. Son personas que por diversos motivos se deshumanizan, para convertirse en el desecho del capitalismo salvaje y del neoliberalismo; o en los marginados de una sociedad que no desea aceptarlos. Una de las razones que explican la deshumanización, radica en el fenómeno de la inmigración musulmana: verdadera población excedente. Según el Pew Research Center, en Europa hay 38 millones de musulmanes, es decir el 5% de la población total; y tan solo en Francia hay aproximadamente 5 millones. Muchos inmigrantes y un gran número de refugiados se convierten en el “residuo humano” personificado: sin ninguna función “útil” que desempeñar en el país al que llegan y en el que se quedan, y sin intención ni posibilidad realista de ser asimilados e incorporados, según Zigmunt Bauman (2005). 

Inmigrantes en la globalización

Las fronteras como delimitaciones geográficas, adquieren ahora una connotación más radical puesto que se han convertido en verdaderas membranas asimétricas de desarrollo, que sirven para demarcar protección, frente al posible arribo no deseado de individuos procedentes de otros lados (Andreas & Snyder, 2000). Un claro ejemplo de esto, es el cierre del programa italiano Mare Nostrum que se encargaba de rescatar a los inmigrantes de Asia y África que navegaban en busca de mejores oportunidades para reemplazarlo por Tritón, un programa ideado para la protección y defensa de las fronteras, dejando morir así a más 2.000 inmigrantes.

En las palabras de Tony Blair, que “solo obtengan permisos de trabajo las personas que realmente necesitamos que vengan aquí a trabajar” (Joppke, 2005); entonces aquellos inmigrantes que no tengan los “puntos fuertes” en cuanto a educación y experiencia en servicios para aquellos trabajos en los cuales hay un déficit de profesionales autóctonos, verán negados sus derechos sociales y a su tiempo terminarán siendo deportados (Bauman, 2005).

Pero, ¿quién es el verdadero responsable de que tantas personas migren? ¿Quién patrocina las guerras y peor aún las origina? No es nuestro menester establecer un culpable absoluto, pero sí  reflexionar sobre el papel de los países occidentales en la rehabilitación de las guerras, desestabilizando naciones enteras. Un ejemplo de esto fue cuando en vísperas a la invasión a Irak, se le pidió a la OTAN movilizar su ejército para ayudar a Turquía a sellar su frontera iraquí (O’Kane, 2003). Pregunto entonces, ¿dónde queda el papel primordial de ayudar a los civiles y prevenir muertes y daños graves e irreparables en sociedades de por sí ya fragmentadas por sus fuertes diferencias culturales y religiosas? Me atrevo a afirmar que el protagonismo se lo llevan los intereses económicos y políticos de las grandes multinacionales y transnacionales. Además, en un contexto globalizador donde las guerras no están lo suficientemente reguladas y nos enfrentamos a entidades no estatales, que no están sometidas a ninguna legislación ni convención internacional, grupos por fuera de la ley: aquellas personas que han huido y se ven privados del respaldo de una autoridad estatal reconocida que pueda acogerlos bajo su protección, y que reivindique sus derechos e interceda por ellos internacionalmente.

Los inmigrantes en la globalización comparten características que trascienden las diferencias culturales y religiosas, no importa el origen, los antecedentes o la fe: el inmigrante es usualmente desempleado, con perspectivas muy limitadas de su futuro, confuso en sus múltiples identidades, perteneciente a una comunidad generalmente marginada. En el inmigrante observamos a un perdedor radical de la modernidad (Enzensberger, 2007): está atrapado en los suburbios (guetos) y estancado en su fase de ascenso social. Son para la sociedad a la que llegan (y de la nunca harán parte, salvo casos excepcionales) forasteros concretos que traen consigo el estruendo distante de la guerra, el hedor de los hogares saqueados y de los pueblos arrasados y de la miseria económica (Bauman, 2005).

Musulmanes en París

Barrios enteros de París se han transformado, ya que las nuevas culturas que allí habitan se han abierto paso en estos. Nos encontramos frente a una nueva Europa, con un rápido crecimiento de población musulmana, o más bien de origen musulmán, que ha marcado la diferencia en una sociedad que antes se catalogaba como homogénea. Generando un impacto social que representa desafíos grandes, ya que muchos de estos musulmanes que son islamistas son reacios ante la democracia, igualdad de derechos y trato hacia las mujeres, los valores y la cultura que ahora deben asumir como suya. Y es que las políticas de integración no han sido exitosas y encontramos que los banlieues[1] de París son habitados en su mayoría por inmigrantes musulmanes con muy pocas perspectivas de futuro y con una crisis de identidad fuerte. Son personas que añoran su país de origen y en su mayoría son jóvenes desempleados, marginados laboralmente por su origen.

Los hermanos Kouachi, Chérif y Said de 32 y 34 años respectivamente, huérfanos de origen argelino, nacidos en París y habitantes del distrito 10, un gueto parisino que prolonga la discriminación, son como cualquier otro habitante de una banlieue: víctimas del fracaso de la integración republicana, en esos barrios en donde el abandono escolar, la delincuencia, el paro juvenil y la precariedad laboral son el pan de cada día. Un apartheid donde el inmigrante se encuentra en un acucian dilema: entre la inadmisibilidad por sus tradiciones (religión y costumbres); y la obstaculización, en la práctica de su integración (descuido de la educación en éstas zonas y el desempleo). Un alto porcentaje de los votantes del Frente Nacional sostienen que no pueden considerar como conciudadano a alguien que se llame Mohamed (Goytisolo, 2015). Este contexto es perfecto para que los yihadistas establezcan vínculos convenientes y recluten jóvenes inmigrantes musulmanes, con una identidad fragmentada y una necesidad de hacer parte de una comunidad, de tener un futuro, una perspectiva de vida. Perfiles idóneos para llevar a cabo cualquier misión en nombre de Mahoma o el Dios que se les imponga, y ante noticias de un semanario satírico que profana el nombre de su profeta, ¿quién más sino ellos para vengar dichas caricaturas y acabar con la burla occidental de su religión? ¿Quién más sino éstos perdedores radicales, que lo apuestan todo porque ya no tienen más nada que perder?

Inmigración y terrorismo

Aunque muchos de los miembros de éstos grupos terroristas sean fieles a los ideales y las causas fundadoras (islamistas reaccionarios); hay otros tantos, como en el caso de los inmigrantes que viven en Francia, Alemania, Reino Unido… El caso de Chérif y Said, que resultan víctimas de éstas redes internacionales del terror y la violencia, que se aprovechan de jóvenes sin un proyecto de vida y con ansias de poder. La mitad de los musulmanes de Francia (57%) están más preocupados por el desempleo (Pew Research Center, 2006) y el 20% de los originarios de Magreb, África y Turquía dicen no tener religión (SciencesPo, 2005). Entonces no todos son islamistas reaccionarios, pero sí están altamente propensos a volverse radicales.

De ahí que valga la pena preguntarse si lo que ocurrió en Charlie Hebdo fue un atentado terrorista como tal; o una respuesta desesperada de dos hombres, producto de la inmigración de origen musulmán, a la globalización y las consecuencias humanas que ésta y el capitalismo salvaje y el neoliberalismo originan en la sociedad. A raíz de esto me pregunto también si, debido a las políticas implosivas con respecto a los inmigrantes (reducción de gastos, construcción de vallas y alambrados, freno a la entrada de personas que tengan la oportunidad de pedir asilo o reclamar condición de refugiados), al discurso de protección de la identidad francesa y el sentimiento nacionalista que termina en muchas ocasiones siendo xenófobo, ¿qué significado tiene hoy en día, en un contexto globalizado, seguir pensando en términos de identidad nacional?

[1] Término propio de la lengua francesa para denominar los suburbios de las ciudades.

 

Referencias El Libre Pensador:

El País – La rama yemení de Al Qaeda asume la autoría del ataque de París.

Publicaciones Universidad de Valencia – Musulmanes en Europa. En torno a las políticas de integración.

Publicaciones Universidad de Valencia – ¿Dónde acaba la libertad de expresión? Límites y amenazas a un derecho fundamental.

International Political Science ReviewAnouar – Islam, Jihadism, and Depoliticization in France and Germany.

BBC – Así ocurrió el ataque a Charlie Hebdo que dejó 12 muertos.

Instituto Internacional de Estudios Árabes y del Mundo Musulmán – Musulmán en la UE: discriminación e islamofobia

Revista Mexicana de Sociología de la Universidad Nacional Autónoma de México- Fin de los nacionalismos y nuevos ciudadanos.

Revista Mexicana de Sociología de la Universidad Nacional Autónoma de México -La identidad nacional en el Estado democrático multicultural.

Revista Mexicana de Sociología de la Universidad Nacional Autónoma de México -La dimensión social de la integración europea: ¿hacia un Estado supranacional de bienestar?

El Observador – AQPA, según EEUU, es la rama más peligrosa de Al Qaeda.

El Correo de la Unesco – Éxodo de pueblos.  

El País – El adoctrinamiento yihadista, de Setmarian a las redes sociales.

El País -En los márgenes de la República

El País- Viaje al corazón de la ‘Banlieue’.

Real Instituto El Cano – Siria, Irak y la movilización terrorista en España: reactivación de redes latentes y eclosión del yihadismo homegrown.

Instituto nacional de estadística y estudios económicos de Francia.

Revista Santander de la Universidad de Santander – Nuevas Corrientes Intelectuales. ¿Múltiples culturas, una sola humanidad?

El Mundo – Demandan al satírico Charlie Hebdo por las caricaturas de Mahoma.

Revista Semana – El otro lado de ‘Charlie Hebdo’.

Unión Europea -Lista de países.

ACNUR Revista Refugiados – Refugiado o Inmigrantes. ¿Porqué importa la diferencia?

Zygmunt Bauman – Archipiélago de excepciones.

 

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