8 de mayo de 2015
HSBC, Swissleaks: la vorágine de los Estados
Por: Sergio Ortiz Manrique / @sergiortizm
A principios del 2015, el mundo financiero presenció uno de los escándalos mas grandes de la historia: los swissleaks. Estos dieron a conocer uno de los mayores fraudes bancarios de la historia reciente, verdadero monstruo de talla mundial, capaz de desestabilizar la economía internacional.
Reconocidos medios de comunicación, como el diario francés Le Monde, el británico The Guardian, con ayuda de la BBC, y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por su sigla en inglés), publicaron como la filial suiza del banco HSBC – el segundo banco mundial, con mayor cantidad de activos según Bloomberg – no solo fue testigo de un enorme fraude fiscal, sino que además fue coautor de evasión de impuestos.
Un sistema internacional de fraude bancario
El ingeniero franco-italiano Hervé Falciani, mientras desarrollaba un programa para la filial suiza de HSBC, hackeó toneladas de información que datan del 2005 – 2007, en la cual se demuestra un fraude fiscal de alrededor de 180 mil millones de euros e involucra a más de 170 países.
El modus operandi de la filial suiza del banco británico consistió en ofrecerle alternativas a sus clientes para evadir impuestos en su país de origen, o dado el caso para lavar dinero. El primer paso consistía en adoptar una identidad codificada que le diera total confidencialidad al cliente, una vez esto, el nuevo usuario abría una sociedad ficticia en Ciudad de Panamá, donde así a diferentes cuentas registradas bajo códigos distintos, era distribuido el dinero. De esta manera, HSBC se convirtió en el progenitor de un nuevo sistema internacional de fraude bancario, debido a que no solo favoreció actividades ilícitas como la evasión de impuestos; hecho de interés público que afecta directamente a los Estados, más aún después de la crisis financiera que dejó como resultado una tensa situación en el sistema financiero internacional; y el lavado de divisas – acto por medio del cual se pretende ocultar o disfrazar el origen ilícito de bienes o recursos que provienen de actividades delictivas – posibilitando y participando activamente en conductas fraudulentas en beneficio propio, con el único fin de aumentar sus arcas desmedidamente.
Anarquía: el telón de fondo de las relaciones internacionales
El escandalo de los Swissleaks, refleja la anarquía como telón de fondo de las relaciones internacionales, en la medida en que los Estados actúan como Francia que, al enterarse que en la información obtenida de forma fraudulenta de HSBC se encontraban involucrados alrededor de 3. 000 franceses, decide no entregar a Falciani a las autoridades internacionales. Al igual que Suiza, el cual ante el robo de información financiera al banco HSBC, resolvió emitir una orden de captura contra el hacker con el único fin de proteger su sistema financiero; reflejando que ante un conflicto de intereses los Estados son capaces de afectar sistemáticamente el balance de la economía internacional para satisfacer sus propios intereses.
De otra parte, el fenómeno de la anarquía es predominante, en la medida que entidades privadas como los bancos, en este caso HSBC, son capaces de coartar la estabilidad económica mundial; las denominadas corporaciones privadas durante las últimas décadas se han lucrado de la degeneración del principio del secreto bancario, pasando por alto conductas y procedimientos financieros cuestionables moral y éticamente. Ahora bien, el secreto bancario ha permitido gran parte del auge financiero de estas instituciones globales, sin embargo también abrió la puerta a los excesos en los flujos de capital; en ausencia de políticas económicas globales que regulen los movimientos de dinero de grandes entidades financieras. Estas, sin importar la procedencia de los recursos usufructuados, se han enriquecido a gran escala.
Pérdida de la legitimidad estatal
El fraude fiscal propiciado por HSBC es el más grande de todos los tiempos. Las filtraciones de cómo esta entidad financiera camuflaba actividades ilícitas, es un claro ejemplo de cómo la anarquía sigue siendo el telón de fondo de las Relaciones Internacionales; y de cómo la búsqueda de intereses particulares puede afectar severamente la estabilidad de la economía de muchas naciones, que gracias a la evasión de impuestos y el lavado de divisas pierden potencialmente su capacidad de desarrollo.
Es así como esta anarquía refleja cada vez más que el Estado pierde su legitimidad como ente regulador, demostrando como el poder que tienen las entidades financieras en el marco de las relaciones internacionales es cada vez mayor, lo que conduce a preguntarse, ¿son los swissleaks el comienzo de la vorágine de la deslegitimación estatal?
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