Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

2 de noviembre de 2015

El deshielo de los intereses norteamericanos en Cuba

Por: Lucía Filippo Aguillón

El pasado 17 de diciembre, un anuncio de suma importancia para el orden mundial tomó por sorpresa a la comunidad internacional. Se trataba nada más y nada menos de la normalización de relaciones de EE.UU y Cuba. Posteriormente, se reabrió las embajadas y se establecieron condiciones para el reingreso de Cuba al mercado internacional. Sin embargo, cabe recordar, que desde los enfrentamientos entre estas dos naciones en la guerra fría, Cuba quedó completamente excluida de la economía y el comercio mundial. Gracias a esto, conceptos como identidad cubana y nacionalismo cubano se acentuaron inimaginablemente. Hecho que pone en duda si la población cubana aceptará o no un cambio en su orden politico económico y en su cotidianidad.

La reintegración de la nación cubana al sistema internacional no va a ser tan fácil como muchos creen. El pasado 14 de agosto, el secretario de estado John Kerry, representante de la superpotencia en la apertura de la embajada americana en La Habana, estableció condiciones al pueblo cubano que deberá cumplir antes de su reincorporación a la economía mundial. Kerry dió un últimatum a los cubanos acerca de la importancia del cumplimiento de los Derechos Humanos, a lo que Cuba responde con el principio soberano de “no intervenir en las cuestiones internas”, es por esto, que se presentan la mayoría de desacuerdos diplomáticos entre las dos naciones.

¿Está Cuba preparada para la globalización?

No obstante, el orden mundial ya asimilo que Cuba será sumergido en la globalización y en el neoliberalismo internacional. Una pregunta que surge al analizar la reintegración de Cuba a la economía mundial es: ¿está Cuba preparada para la globalización? La incorporación de ésta al mercado internacional es netamente benévola para la economía interna, la exportación de los productos nacionales al mundo será posible. A raíz de esto, otra cuestión que llega a la discusión cotidiana es: ¿tiene Cuba con qué competir en el mercado global? Desde los años 80, con el asentamiento del neoliberalismo y la jerarquización del poder mundial, el sistema internacional ha subestimado a Cuba argumentando que es una isla olvidada y sin un futuro claro ni integración al mundo. Sin embargo, es de suma importancia recalcar que Cuba es uno de los países más grandes del caribe, con una economía autónoma y bastante grande a nivel industrial. Analizando la economía cubana, se sabe que uno de los principales aportes del P.I.B. cubano es el turismo con una suma porcentual del 73.9% y con una fuerza laboral del 63.2% según la CIA. Luego, se encuentra la división industrial de productos nacionales como el tabaco, el azúcar, los hidrocarburos y los farmacéuticos que suman el 22.3% del producto interno bruto. Adicionalmente, de acuerdo con el Reporte de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, el comercio internacional de Cuba con naciones como Brasil, China, Venezuela, Holanda y España es de vital importancia para la economía nacional aportando un 38.5% de su P.I.B., lo cual podría responder a la pregunta anteriormente establecida con un sí afirmativo.

El último intento mordaz de EE. UU. por salvar su hegemonía sobre Latinoamérica

Se puede deducir que los intereses americanos sobre Cuba van mucho mas allá de la simple normalización de las relaciones diplomáticas. El semestre pasado, políticos e intelectuales de América y Europa, como Noam Chomsky, Gianni Vattimo e Ignacio Ramonet, se reunieron en Buenos Aires en un encuentro contra el neoliberalismo, en el cual la normalización de las relaciones entre las dos naciones fue uno de los temas más controversiales e importantes. Chomsky estableció que desde la mitad del siglo XX: “América Latina ha estado a la vanguardia en luchar contra el ataque neoliberal” , por otra parte, estableció que: “el aislamiento de Estados Unidos y Canadá quedó más marcado por las nuevas agrupaciones regionales”, y reiteró que el hecho de que “Estados Unidos busque reentablar conversaciones diplomáticas con Cuba es un intento de no aislarse completamente con Latinoamérica”. Además, el reconocido economista, Joseph Stiglitz, en su artículo “EE.UU es el obstáculo”, el único interés de EE.UU sobre los mercados emergentes/países en vías de desarrollo es que sencillamente no avancen tanto en la medida en que no se vuelvan una competencia para su economía, y que la distribución y consumo de su cultura por medio de industrias como la del cine y productos como la Coca Cola se difunda entre los individuos. Es por esto que Estados Unidos ha expresado su interés en la explotación del turismo en Cuba a futuro, radicando cruceros de empresas como Carnival y Royal Caribbean en La Habana con el propósito de entrar en el negocio del turismo cubano, e indirectamente de “americanizar” la isla con la excusa de que Cuba se encuentra retrasada en términos de tecnología, bienes y servicios.

Referencias El Libre Pensador:

Libre Pensador – Cuba: ¿David y Goliat, nuevos mejores amigos?