Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

1 de septiembre de 2014

Chocolate: Aumenta el costo de la depresión

Por: Ana María Arango D.

El precio de los productos agrícolas, en términos generales, viene decreciendo año tras año, pero el precio del cacao, contradiciendo esa tendencia, alcanzó niveles históricos en 2013, año en el que se incrementó en un 25% llegando a los 2.988 dólares por tonelada.  La Organización Internacional del Cacao –ICCO anunció que el déficit anual de producción (para el periodo 2012 – 2013) fue de 160 mil toneladas. El sorpresivo gusto de los chinos por el chocolate, sin duda, ha sido un factor determinante en ello, pero también ha influido que el calentamiento global impulsa la producción a la baja.  Las más básicas leyes de la economía permiten explicar que ante un incremento en la demanda (impulsada por China pero también por el resto del planeta consumiendo cada vez más chocolate) y una disminución de la oferta (causada por la baja productividad de los cultivos que a su vez se ha visto perjudicada por el calentamiento global), el precio del cacao se eleva naturalmente.

El problema del déficit y del alto precio del cacao (que evidentemente encarece el chocolate y el alivio a tantos males que la humanidad ataca consumiéndolo) no está en la demanda, sino en la oferta.

Existen soluciones al problema productivo del cacao

10 países concentran la producción mundial de cacao, y de ellos, Ghana y Costa de Marfil producen la mitad (Colombia comparte el último lugar con México) y   todos los países productores se encuentran cerca o sobre la línea del Ecuador, por lo que son particularmente vulnerables a los efectos del cambio climático.  Según el Centro Internacional para la Agricultura Tropical – CIAT, se espera que para el 2030 la temperatura global aumente en un grado centígrado, y para 2050 en 2,5; con ello, los cultivos de cacao que actualmente proveen al mundo, simplemente desaparecerían.

Para tranquilidad de los amantes del chocolate, existen soluciones.  De una parte es necesario incrementar el nivel de productividad de los cultivos de cacao, en otras palabras, hacerlos resistentes a las nuevas temperaturas.  Para ello se deben renovar los viejos cultivos (particularmente los africanos), en tanto los árboles viejos producen menos cantidad de frutos que los árboles nuevos.  De otra parte las plantaciones deben tecnificarse para lograr mantener el nivel de humedad que necesitan las plantas, contrarrestando con ello los efectos del calentamiento global; eso se logra básicamente con sistemas de riego permanente, con suelos trabajados y abonados especialmente y con sistemas de sombra que permitan bajar las temperaturas que los árboles deben soportar.  En otras palabras, se necesita invertir capital en los procesos de siembra, mantenimiento y cosecha.

Igualmente, es necesario invertir recursos en investigación. Para superar el déficit de producción o al menos mantenerlo en su precario nivel actual, es necesario desarrollar nuevas cepas de cacao que permitan que las plantas crezcan en ambientes predominantemente cálidos y secos.

También podrían trasladarse los cultivos de cacao a zonas más altas (pisos térmicos superiores), para compensar el incremento de la temperatura, pero ello podría fomentar la tala de bosques y de áreas protegidas, que albergan ecosistemas fundamentales para la flora y la fauna cuya vida podría verse amenazada, lo que a su vez, empeoraría las condiciones medioambientales y el calentamiento global.

Pero existen más soluciones a largo plazo

De otra parte existen soluciones de fondo, que no solamente nos permitirían mantener la producción y el precio del cacao en niveles aceptables, sino que además incrementarían las posibilidades de vida en el planeta.

Contrario a lo que algunos se atreven a afirmar, los científicos del Panel Intergubernamental Sobre Cambio Climático –IPCC, han demostrado que el calentamiento global ha sido producido por los seres humanos, y en tal sentido las acciones de los seres humanos pueden revertirlo.

Según el V Informe de valoración del IPCC, presentado el 13 de abril de este año, al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 40%  y un 70%, es posible revertir la tendencia del calentamiento global.  Lograr esos niveles de reducción del daño ambiental, es solamente posible con una fuerte reconversión industrial, que implicaría una racionalización de la producción y consumo de energía (que afecta casi la totalidad de las actividades humanas, desde la producción industrial, hasta la cocción de alimentos), el cuidado y protección sistemático e institucionalizado del medio ambiente y la modificación de hábitos de vida de los individuos.

En conclusión, para poder seguir superando las depresiones con chocolate (que estimula el cerebro y libera endorfinas) y para que su consumo no se vuelva un lujo como el del caviar, las sociedades deben hacer grandes inversiones y los individuos deben modificar su comportamiento: separar la basura, apagar los bombillos que no se utilicen, ahorrar agua y disfrutar de los simples placeres de la vida: el silencio, leer, caminar, conversar con los amigos… y comer chocolate!.

Recomendados:

Thomson Reuters Foundation – Cocoa industry must adapt to climate change – study 

Diario la Noticia – El chocolate en peligro de extinción por el cambio climático? 

En Veo Verde – El chocolate está en peligro gracias al calentamiento global

Cambio Climático 2013. Bases Físicas – Grupo Intergubernamental de Expertos Sobre el Cambio Climático –IPCC 

Público.es  – Los científicos advierten: “Sólo un gran cambio institucional y tecnológico” frenará el calentamiento global”