13 de marzo de 2017
Mis 5 propuestas para renovar y generar cambios en la política colombiana
Por: Jesús Armando Eraso
La reciente encuesta de Gallup dio a conocer el descontento que sienten los colombianos por su clase política, sentimiento que se ve reflejado en los altos porcentajes de rechazo a sus principales figuras y los bajos índices de confianza que se tiene en las instituciones.
Este sentimiento no es algo nuevo, como tampoco es nuevo el aliento de cambio. De hecho en el presente existen dos iniciativas que justamente buscan generar algún cambio y tratan de buscar recuperar esa confianza perdida.
Por un lado, la Alianza Verde, en cabeza de la Senadora Claudia López, adelanta la recolección de firmas para llamar a una consulta popular que busca entre otras lograr reducir el salario de los Congresistas, y que estos rindan cuentas a la ciudadanía.
Por otra parte, el Ministerio del Interior, en cabeza visible del Viceministro Luis Ernesto Gómez, ha puesto en la agenda pública la denominada #REDformaPolitica, , una iniciativa que además de contar con propuestas tales como permitir que personas de 16 años puedan votar, busca recoger ideas de la ciudadanía para que estas lleguen al Congreso.
Desde mi perspectiva, y a pesar de las buenas intenciones, considero que la renovación generacional de la política es la única oportunidad de generar cambios reales. Para ello es importante que los ojos de la ciudadanía se fijen y crean en las juventudes que cada día son más activas y generan a la vez mayores propuestas y opinión.
Según la Ley 1622 de 2013, se considera joven a la persona que se encuentra entre los 14 y los 28 años, lo que significa que en Colombia existen cerca de 13 millones de jóvenes, de los cuales un poco porcentaje se llegará a sentir con representación alguna dentro de gobiernos y corporaciones públicas
Para alcanzar esa renovación generacional, y lograr así que los jóvenes tengan un rango de representación dentro de los gobiernos y corporaciones públicas a nivel nacional y regional, doy a conocer una serie de propuestas que permitirían, desde mi punto de vista, lograr dicho cometido:
1- Reducir el mínimo de edad como requisito para aspirar a un cargo de elección popular:
En el presente, según reglamenta la Constitución política de nuestro país, se requiere un mínimo de edad para aspirar a ciertos cargos de elección popular, por ejemplo:
Se requiere un mínimo de 30 años para aspirar a la Presidencia de la República, el Senado de la República, y la Alcaldía Mayor de Bogotá. Un mínimo de 25 años para aspirar a la Cámara de Representantes, las Asambleas Departamentales y el Concejo de Bogotá, y tan solo ser mayor de edad para aspirar a Alcaldías locales, Gobernaciones y Concejos; limitando así la posibilidad que nuevos liderazgos lleguen a ocupar dichos cargos.
Con base en lo expuesto, se debería reducir a 25 años la edad mínima para aspirar al Senado y a la Alcaldía Mayor de Bogotá, y mantener la misma edad para aspirar a la Cámara de Representantes, dado a que a esta edad muchos jóvenes, por una parte habrán desarrollado sus capacidades de liderazgo, oratoria y responsabilidad, y por otra habrán finalizado sus estudios de pregrado, que debería ser un requisito básico, e inclusive habrá jóvenes que habrán terminado sus estudios de postgrado.
Ahora, en el mismo orden de ideas, se debería reducir a 18 años la edad mínima para aspirar a Asambleas Departamentales, el Concejo de Bogota, y mantener la misma edad para aspirar a Alcaldías Locales, Gobernaciones y Concejos, dado a que en los territorios, y en el caso de Bogotá, en sus localidades, las dinámicas de liderazgo juvenil empiezan a muy corta edad, contando con jóvenes que conocen las problemáticas de su comunidad desde una edad muy temprana.
2- Porcentaje de curules para personas jóvenes en Corporaciones Públicas:
Es claro que no será suficiente con reducir la edad mínima como requisito para lograr que las juventudes se vean representadas, de ahí que sea necesario garantizar un porcentaje mínimo de curules dentro de las Corporaciones Públicas.
Así como grupos representativos o minorías tienen un número de curules fijas en el Congreso, debería existir un porcentaje de las mismas para que sean ocupadas por personas entre los 25 y 28 años, (edad máxima para ser considerado como joven según la Ley).
Ahora, esto no debe ser solo en el Congreso, sino también en Concejos municipales y Asambleas, pues es claro que los cambios deben darse también en las regiones. En estos casos este mínimo de curules debería ser ocupadas por personas entre los 18 y los 28 años.
3- Cuota de juventudes en las listas de partidos:
Así como en el presente, las listas de los partidos deben contar con un número de mujeres inscritas, se debería exigir un número mínimo de jóvenes entre los 25 y 28 años para las listas de Senado y Cámara y de 18 y 28 años en las mismas para Concejos y Asambleas.
4- Apoyo económico a campañas de personas jóvenes y que aspiren por primera vez a un cargo público:
Es claro que uno de los limitantes para que los nuevos liderazgos lleguen a cargos públicos es la falta de recursos, pues para nadie es un secreto que las campañas políticas en Colombia son bastante costosas. De ahí la importancia que se brinde un apoyo económico adicional a los jóvenes que decidan aspirar a un cargo de elección popular por primera vez.
Ahora, no sería suficiente con facilitar, y garantizar la presencia de jóvenes en corporaciones públicas, también es necesario generar dinámicas que permitan despertar el interés de las nuevas generaciones en la política, y generar así una tendencia constante de cambio, para ello propondría:
5- Inclusión de cátedra sobre instituciones y valores democráticos en escuela y colegios
en el presente, gran parte de ciudadanos desconocen las competencias tanto de las instituciones como de sus dirigentes. Por eso sería de gran importancia incluir en el sistema educativo colombiano, una cátedra que permita aprender sobre el roll de las instituciones, y sobre todo la importancia y deberes que tenemos como ciudadanos frente a estas.
Esta cátedra debería dictarse tanto en escuelas y colegios, y debería reforzarse con visitas de niños, niñas, jóvenes y adolescentes a las diferentes entidades.
Finalmente, para lograr dicha renovación generacional en la política de nuestro país, hay un aspecto que es fundamental, y es la de Creer y darle oportunidad a las juventudes, y este aspecto recae solamente en el elector, pues depende de él y su voto darle la oportunidad a los jóvenes de llegar a gobernar y a empezar a generar cambios acorde a la realidad.
Bien claro lo dice Oscar Arias, Premio Nobel de Paz: “No existe edad para los sueños, no existe edad para querer cambiar el mundo”
Y usted, ¿Votaría por un joven en las próximas elecciones?