23 de julio de 2016
Eduardo Bechara: en absoluta paz
Por: Laura Alejandra Ruiz
Aunque nunca tuve la oportunidad de tener una clase con el profesor Eduardo Bechara, logré conocer una gran persona y dialogar sobre sus percepciones acerca de la vida. Entre risas y palabras, dejó ver su filosofía más allá de lo académico; principalmente su punto de vista a cerca de la cotidianidad. Comparto con ustedes, entonces, parte de nuestra corta plática, aquella que plasmé en el formato de entrevista Marcel Proust.
Laura Ruiz: ¿Su idea de la felicidad completa?
Eduardo Bechara : yo creo que es la realización… La realización personal, la realización profesional y el estar satisfecho con uno mismo, con su entorno y, el sentir que, como son las cosas, todo es perfecto y tiene una razón de ser.
L.R.: ¿Cuál es, para usted, el colmo de la desdicha?
E.B.: Mmmmm, déjame pensarlo… No saber valorar lo que se tiene, y, cuando se hace y se valora haberlo hecho demasiado tarde.
L.R.: ¿El rasgo principal de su carácter?
E.B.: ¿Qué diría yo?… Yo creería que la persistencia.
L.R.: ¿Sus poetas favoritos?
E.B.: Me gusta mucho la poesía de Mario Benedetti. Me gustan también los poetas franceses del siglo XIX: Charles Baudelaire y Arthur Rimbaud.
L.R.: ¿Cómo le gustaría morir?
E.B.: En absoluta paz.
L.R.: ¿Cuál es para usted el colmo de la miseria?
E.B.: La mezquindad humana.
L.R.: ¿Dónde le gustaría vivir?
E.B.: Me gustaría vivir en Nueva York, porque me parece una ciudad fascinante, que creo que uno nunca terminaría de conocer, multicultural, vibrante, en fin.
L.R.: ¿Qué faltas le inspiran mayor indulgencia?
E.B.: La mala fe. Los actos hechos con mala fe.
L.R.: ¿Cuáles son las obras literarias que usted prefiere?
E.B.: La literatura francesa del siglo XIX: Stendhal, Rojo y negro; Flaubert, La educación sentimental; Balzac, El lirio en el valle; Alejandro Dumas, La dama de las camelias; Óscar Wilde, El retrato de Dorian Gray… Y de América Latina Ernesto Sábato y Mario Benedetti.
L.R.: ¿La cualidad que prefiere en la mujer?
E.B.: La autenticidad.
L.R.: ¿La cualidad que prefiere en el hombre?
E.B.: La firmeza.
L.R.: ¿La virtud que prefiere?
E.B.: La transparencia.
L.R.: ¿Su defecto principal?
E.B.: Me desánimo rápido; por eso tengo que persistir.
L.R.: ¿Lo que le gusta hacer?
E.B.: Dictar clase, compartir con mi familia, con mis amigos, viajar…
L.R.: ¿Lo que detesta sobre todas las cosas?
E.B.: Pues en política, la corrupción. Detesto las agendas ocultas, que las personas no sean transparente y la violencia… Y los abusos de poder, y las injusticias.
L.P.: ¿Su lema?
E.B.: Todo tiene una razón de ser que entenderás más tarde y deja que la vida ocurra.
L.R.: ¿Cuál es el estado presente de su alma?
E.B.: Nunca me había hecho esa pregunta. Entusiasmada.
L.R.: ¿Cuál es su color favorito?
E.B.: El morado, color de la compasión.
L.R.: ¿Cuál es el personaje histórico más detesta?
E.B.: ¿El que más detesto? ¡Wuauuuuu! El que más detesto… Los que le han hecho mucho daño al país, bien sea por incitar a la violencia o por fomentar la corrupción.
L.R.: ¿Cuál es su mayor desgracia?
E.B.: Tener estándares demasiado altos y la obsesión con los detalles.
L.R.: ¿Qué es lo que más aprecia de sus amigos?
E.B.: La incondicionalidad.
L.R.: ¿Su músico favorito?
E.B.: Tengo muchos. Podría ser, en este momento, Adele.
L.R.: ¿Cuál es su flor favorita?
E.B.: Las astromelias.