8 de mayo de 2015
El Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Corea del Sur: una mirada a la dinámica de las importaciones
Por: Daniela Orozco Ovalle / @dani_orozco95
¿El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Corea del Sur supone más oportunidades que riesgos? Como se demostrará en las líneas que siguen, al considerar la dinámica de las importaciones desde Corea del Sur a Colombia, puede observarse que las importaciones de bienes propios del sector industrial -industria básica, junto con maquinaria y equipo-, representan una oportunidad, en tanto permitirán modernizar los procesos industriales, mediante inyecciones de tecnología y maquinaria, además de la posibilidad de aumentar la inversión productiva.
Ahora bien, existe un riesgo importante frente al sector automotriz pues, en el marco del TLC, los pares surcoreanos de la industria nacional entrarían al mercado colombiano con precios mucho más bajos. Lo anterior, por su parte, exige una serie de medidas de protección, por parte del Estado, más allá de la desgravación arancelaria progresiva, acordada en este ámbito. El artículo está estructurado en tres partes: la primera presenta una serie de observaciones generales sobre el TLC con el país asiático; la segunda examina la oportunidad que representa, para Colombia, la importación de bienes industriales desde Corea del Sur; la tercera analiza los riesgos, en particular, para la industria automotriz y de autopartes.
Como punto de partida, en una primera parte, no sobra recordar que el Tratado de Libre Comercio con Corea del Sur ya es un hecho y, a pesar de la gran controversia que suscitó la puesta en marcha de este acuerdo, el gobierno nacional logró que el Congreso de la República lo aprobara, a finales del 2014. Desde la perspectiva gubernamental, con el TLC entre Colombia y Corea del Sur, el producto interno bruto (PIB) real incrementará en un poco más del 0,5% (Ministerio de Comercio, Industria y Turismo [MINCOMERCIO], s.f.). Contrario a la generalidad de la mayoría de TLC que se han negociado y discutido en los foros de concertación, tanto nacionales como internacionales, el acuerdo de libre comercio con Corea del Sur favorece, de manera considerable, al sector agrícola[1]. Serían, en su mayoría, los productos de este sector los que se exportarían: el café, las flores y las frutas tropicales gozarían de la eliminación de aranceles. Así, según lo pactado, en un plazo de diez años, se habrán eliminado los aranceles del 96,1% de los productos colombianos en este ámbito (El País, 2013). Ahora bien, la gran preocupación gira en torno al sector automotriz, el cual “aporta el 4% al PIB y genera alrededor de veinticinco mil empleos directos” (Asociación Nacional de Empresarios de Colombia [ANDI], 2014). Muchos consideran que sería el gran perdedor, en el marco de este acuerdo, al entrar a competir con sus pares coreanos, pues estos ingresarían al país a precios mucho menores que los de la industria nacional.
Para seguir con la segunda parte, el TLC supone una oportunidad en términos de las importaciones de bienes industriales desde Corea del Sur. Tal como se puede observar en el Diagrama 1, las importaciones[2] provenientes de Corea del Sur corresponden a bienes industriales (49,51%); artículos de industria básica (conformados por la metalúrgica, la química básica y el papel, con un 16,68%); la industria automotriz (16,47%); la maquinaria y equipo (14,07%) y los bienes de industria liviana (como textiles y plásticos, con un 2,21%). En este sentido, el gobierno espera que la entrada en vigencia del acuerdo de libre comercio con Corea del Sur se “aumente la inversión productiva” (MINCOMERCIO, s.f.).
Diagrama 1
IMPORTACIONES DESDE COREA DEL SUR HACIA COLOMBIA (1991-2014) COMPOSICIÓN POR SECTORES
Fuente: Elaboración a propia a partir de Ministerio de Comercio, Industria y Turismo [MINCOMERCIO] (2014a, 2015a)
De igual manera, al observar la dinámica de sectores como el industrial -industria básica, junto con maquinaria y equipo (ver Gráficas 1.1, 2.1 y 3.1 en dólares FOB; 1.2, 2.2 y 3.2 en dólares CIF)-, es posible constatar que las importaciones de bienes, pertenecientes a este sector, tienden al alza, a pesar de las fluctuaciones que se presentaron, en cada sector, de un año a otro. Con la entrada en vigencia del TLC, podría esperarse que aumenten las importaciones de los bienes que componen el sector industrial, acompañada en una reducción en los precios de los mismos, lo cual sería beneficioso para Colombia, pues podría traducirse en una modernización e inyección de tecnología al sistema productivo de muchos sectores de la economía nacional como, por ejemplo, el agro.
Fuente: Elaboración a propia a partir de MINCOMERCIO (2014a, 2015a).
Fuente: Elaboración a propia a partir de MINCOMERCIO (2014b, 2015b).
Fuente: Elaboración a propia a partir de MINCOMERCIO (2014a, 2015a).
Fuente: Elaboración a propia a partir de MINCOMERCIO (2014b, 2015b).
Fuente: Elaboración a propia a partir de MINCOMERCIO (2014a, 2015a).
Fuente: Elaboración a propia a partir de MINCOMERCIO (2014b y 2015b).
Sin embargo, para abordar la tercera parte, como se ya se había mencionado, la gran preocupación se presenta en el sector automotriz. Aunque se ha presentado una caída sostenida, desde 2011, en el nivel de importaciones, tanto en dólares FOB como en dólares CIF[3], en este ámbito (Gráficos 4.1 y 4.2), con los beneficios arancelarios y la disminución del precio para la competencia surcoreana, el panorama para la industria automotriz nacional[4] no es prometedor. La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) asegura que el sector está atravesando una crisis estructural, marcada por una caída de la producción en un 19,8%, una reducción del sector ocupado en un 12,7% y una baja de las ventas en un 13,1%. Las anteriores cifras para el caso de sector vehículos. En cuanto al sector de autopartes, se observa, en 2013, una caída de la producción en un 22,8%, una reducción del personal ocupado en un 13,1% y un declive de las ventas en un 20,5% (El Tiempo, 2014). El ingreso de automóviles, por debajo del precio nacional, junto con la eliminación de aranceles para estos bienes, pactada por un lapso de diez años, agravaría aún más la situación del sector, en contraposición con la posición gubernamental que, con base en la desgravación gradual, considera posible se realicen ajustes en el sector (MINCOMERCIO, s.f.).
Fuente: Elaboración a propia a partir de MINCOMERCIO (2014a, 2015a).
Fuente: Elaboración a propia a partir de MINCOMERCIO (2014b, 2015b).
En conclusión, si bien el TLC con Corea del Sur produce grandes beneficios para el sector agrícola, a la vez que presenta un panorama de oportunidades para modernizar los procesos industriales, mediante inyecciones de tecnología y maquinaria, además de la posibilidad de aumentar la inversión productiva, es necesario implementar políticas para atender y fortalecer los sectores vulnerables a este acuerdo, como en el automotriz y el autopartista, más allá de la eliminación gradual de aranceles.
Bibliografía
International Trade Center [ITC]. (s.f.). INCOTERMS. Recuperado el 29 de abril de 2015