7 de mayo de 2015
¿Crisis de recursos?: el dilema de las Organizaciones de la Sociedad Civil
Por: Andrés Pérez Rodríguez
Desde 2010 diversos factores, entre ellos la crisis económica en Europa y la condición de Colombia como país de “renta media alta” según la OCDE, han provocado una paulatina reducción en la Ayuda Oficial al Desarrollo ‒ AOD. Algunos señalan que el país “enfrenta la última ola de cooperación internacional”, y que en general las Organizaciones de la Sociedad Civil ‒ OSC se están quedando sin recursos. Si uno tiene contacto con personas que trabajan en algunas de estas organizaciones, queda la sensación de que hay un panorama generalizado de crisis en un sector tan clave para la consolidación de un país más equitativo, educado y en paz; como lo propone el actual gobierno nacional. ¿Pero qué tan real puede ser esta crisis?
¿El fin de la AOD?
Efectivamente hay escasez de recursos porque gran parte de la AOD es ejecutada directamente o bajo la dirección del gobierno nacional (Estado). Y a excepción de las grandes ONG o los centros de pensamiento que cuentan con la capacidad técnica y de implementación para competir por recursos de cooperación disponibles, el resto de las más de 60 mil OSC que existen en el país, poco acceso tienen a estos recursos. Como en toda actividad económica –incluso la que no tiene ánimo de lucro- hay una competencia por lo poco que se pueda obtener de la AOD o recurrir a lo que se conocen como nuevas fuentes (todo lo que no es AOD). Competencia que a su vez genera falta de cooperación entre las OSC e incluso desconfianza; cada pequeña fundación, asociación comunitaria u ONG trabaja por su cuenta lo que hace ineficaces e ineficientes gran parte de sus acciones y objetivos.
Nuevas Formas de Cooperación Internacional
Sin embargo, el panorama no es del todo negativo. A pesar de esa reducción paulatina, que sobra decir, no está actualmente cuantificada, la semana pasada la Agencia Presidencial para la Cooperación Internacional ‒ APC Colombia entregó un informe en el que señaló, que en 2014 ingresaron al país alrededor 550 millones de dólares en cooperación internacional, cifra similar a la que registraba en 2010. Y lo que es más interesante, casi 60 millones provenían de nuevas fuentes (principalmente fundaciones u organizaciones filantrópicas internacionales). Por su parte, en febrero de este año la firma consultora privada, Azaí Consultores, entregaba un informe en el que señalaba que en 2014 hubo un total de 1060 millones de dólares en subvenciones y otros tipos de ayuda a los que hubieran podido acceder OSC colombianas, y señalaba que más allá de la crisis de recursos, el problema se centraba en desinformación o poco acceso a todo el universo de convocatorias especialmente de nuevas fuentes, así como a la falta de sinergias entre las organizaciones.
Los Retos que enfrentan las OSC
Actualmente APC Colombia busca promover el intercambio de experiencias entre los departamentos para adquirir buenas prácticas a nivel territorial de cómo acceder a recursos de cooperación internacional e implementar de manera exitosa proyectos, y cooperantes tradicionales entre ellos Estados Unidos, la Unión Europea, España, Suecia, Canadá o el Reino Unido mantienen todavía recursos de AOD no necesariamente monetarios sino técnicos. Por otra parte, emprendimientos tecnológicos están surgiendo como alternativas a la falta de información, basta con ver iniciativas como Innpactia o Nodo-ka que buscan centralizar toda esa información existente sobre fuentes de cooperación, a través de sistemas de información en línea a los que podrían acceder las OSC, facilitándoles el proceso de búsqueda de recursos.
A su vez CCONG, iniciativas privadas como Alianza Social Uniandina, o proyectos de fundaciones empresariales, están promoviendo no solo el desarrollo de capacidades organizacionales para una mayor eficacia del sector, sino también apoyo para desarrollar capacidades en fund y people raising, estructuración de proyectos que cumplan con estándares tanto de la AOD como de las organizaciones privadas que han sido identificadas como nuevas fuentes de recursos; por ejemplo la Fundación Bill y Melinda Gates o la Open Society Foundations de George Soros, y para promover la cooperación entre las OSC. Es clave es que estas organizaciones unan su voz para demandar del Estado no necesariamente apoyo financiero pero si acompañamiento, pues uno de los grandes desafíos del sector es la desconexión Estado – Sociedad Civil. Más que crisis, hay oportunidades y retos que en el marco de un posible posconflicto pueden posicionar a las OSC como el aliado fundamental para la construcción del bienestar y la paz; principal razón de ser de todas y cada una de estas organizaciones.
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APC-Colombia reportó más de US$550 millones de cooperación internacional en el 2014.
Innpactia – Panorama de Oportunidades de Apoyo para el Desarrollo