5 de febrero de 2015
Juan Manuel Santos: el nuevo Hugo Chávez
Por: Nicolas Murillo
Últimamente, una corriente política se ha puesto en la tarea de advertirnos acerca del auge de la extrema izquierda en Colombia. Menos mal están para abrir nuestros ojos frente a la política del Presidente Santos y sus aliados castrochavistas. Debido que toda una franja de la sociedad colombiana no parece percatarse de este grave peligro para el país, no podía quedarme callado. Sí, claramente, Juan Manuel Santos es el nuevo Hugo Chávez.
Una historia personal pintada de rojo
El Presidente Santos no nos puede engañar. Su perfil encaja perfectamente. En efecto, es el tercer hijo de una familia colombiana conocida por su cercanía con la izquierda. Fundaron el periódico El Tiempo, ventana de propaganda leninista en el país desde su origen hasta hoy. Miembro del partido Liberal, reconocido bastión del comunismo a lo largo de su existencia, se graduó de economía y administración de empresas de la Universidad de Kansas; el lugar en el que se formaron todas las grandes mentes socialistas del siglo XX. Después de esto, fue a perfeccionar sus conocimientos estalinistas en la escuela de leyes y diplomacia de la Universidad de Harvard. Ahí, se relacionó personalmente con mentes influyentes de la Unión Soviética al igual que lo pudo hacer Mark Zuckerberg, quien nos visitó hace un par de semanas con el objetivo de crear la Unión de Repúblicas Soviéticas de América.
Su primo, Francisco Santos, es un líder conocido del avance del castrochavismo en Colombia. Todos los días inunda las redes sociales de sus declaraciones antiimperialistas y de apoyo a la guerrilla. Obviamente el hecho de que Pacho se oponga a Gustavo Petro de forma tan agresiva es simplemente una estrategia para confundir a la opinión. Además, el periodo de Juan Manuel Santos en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez es un claro testimonio de su cáncer del corazón (lo tiene a la izquierda obviamente…) y de la sangre (que tiene roja, lo pueden creer!?). En efecto, las operaciones contra Raúl Reyes, o las bajas dadas a la guerrilla durante este periodo sólo eran una estrategia para eliminar terroristas cuya ideología era demasiado moderada para el propósito del Estado soviético que anhela el actual presidente de la República.
El Presidente que le entrega el país a las FARC y al castrochavismo
Desde que subió al poder, no ha hecho nada que no confirme esta tendencia. Primero que todo, está negociando un tratado de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Como si eso no fuera suficiente, les negó el cese al fuego bilateral y la zona de despeje que pretendían imponer los terroristas; una señal clara de su voluntad de entregarles el país. Durante esta negociación, siguió con su limpieza ideológica de la guerrilla al matar varios mandos medios y cabecillas que, claramente, no eran lo suficientemente marxistas para llevar a cabo la dictadura del proletariado. Y cuando suspendió los diálogos tras el secuestro del General Alzate… fue claramente una muestra de su amistad profunda por las FARC y de su falta de respeto por nuestra fuerza publica.
Cuando el paro agrario estalló, mostró un respeto peligroso para con las problemáticas campesinas y sociales, lo que nos obliga a felicitarlo por su consecuencia con el proyecto maoísta que defiende. De hecho, al recibir a Monsanto y demás compañías de semillas, se aseguró que el socialismo venciese a mediano y largo plazo. Los tratados de libre comercio firmados y apoyados por su gobierno, evidentemente, siguen siendo entradas para el castrochavismo. En efecto, la Unión Europea y Corea del Sur son claramente disfrazados aliados de Fidel Castro y Nicolas Maduro.
Finalmente, su manejo de la reforma tributaria y su cercanía con las grandes empresas, al igual que su firme apoyo a Gustavo Petro durante el periodo de su destitución por el Procurador Ordoñez, terminan de demostrar que es la cabecilla de las fuerzas comunistas. Es notorio que el ajuste de los impuestos que pesan sobre la clase alta con los de la clase media (otra vez, lucha de clases; ¡¡comunista!!) tienden a fortalecer la equidad y la igualdad en el país. ¡¿Qué pretende?! ¡¿Que los ricos de este país tengan las mismas condiciones tributarias que los de la gentuza?!¡¡Comunista!!
Para terminar, es evidente que su proximidad y su notoria amistad con Iván Cepeda y el Polo Democrático Alternativo lo convierte en castrochavista. Existen los que creen que sus ideologías son opuestas y que pueden incluso odiarse; ¡¡calumnia!! Santos y Cepeda tienen el mismo perfil y se nota, cada día, que están de acuerdo en todo. El Polo se reclama de la oposición pero ayudó claramente a su elección presidencial. Si ustedes creen que solamente lo hizo para contrarrestar la democracia pura encarnada por el Uribe Centro Democrático, se equivocan. Es, obviamente, una estrategia más para deslegitimar a nuestro héroe, el Gran Colombiano, y facilitar la toma del poder por las FARC. Porque lo que queda claro es esto, como lo decía nuestro gran líder: “si no estás con nosotros, eres nuestro enemigo”.
(Este texto es una parodia del discurso de un grupo politico que seguramente reconocieron. Espero que al leerla se hayan reído tanto como yo al escribirla.)