14 de marzo de 2017
Un papel a punto de acabar mis sueños
Por: Maria Alejandra Chaparro
“Ser pilo paga”, un programa que busca brindar a jóvenes de escasos recursos la oportunidad de ingresar a cursar los estudios superiores, me dio esperanzas y motivación para ingresar a la universidad, educarme y así hacer de Colombia un país más justo. Desde el momento en el que surgió esta oportunidad, trabajé duro para obtener un buen puntaje y así poder alcanzar el sueño de estudiar. Pero un papel está a punto de acabar con mis sueños.
Al cumplir con todos los requisitos me presenté a la Universidad Externado de Colombia, y el día que me informaron que pase la entrevista fue uno de los mejores días de mi vida, había logrado ingresar a la carrera de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales que, en lo que a mi concierne, es la mejor carrera en la mejor universidad. Incluso me vine a estudiar antes de que el ICETEX me hubiera aprobado el crédito porque, según esa institución, los resultados debían aparecer publicados los primeros días de enero, y aunque las clases comenzaron el 13 de enero, solo el 25 de ese mes se me notificó que sería beneficiaria del crédito condonable.
Cuando llegué a Bogotá, todo era muy nuevo para mí. La experiencia ha sido maravillosa, desde el primer momento sabía que esto era lo mío, que aquí es donde pertenezco. He conocido personas increíbles que han sido un gran apoyo y ayuda en mi proceso de formación tanto intelectual como personal. Las clases son magníficas y se aprende un montón, me ha ido muy bien en parciales y trabajos. Las cosas marchaban bien. Pero, de un momento a otro, todo empezó a tornarse gris, pues yo pensaba que ya todo el proceso había culminado, pero no era así, en realidad faltaba un último paso, un último paso que hasta el día de hoy me ha dificultado todo. Esta encrucijada inició cuando al aprobar el crédito tenía que hacer firmar por mi mamá el pagaré y la carta de instrucciones, ya que, al ser menor de edad, necesitaba la firma de mi acudiente. Así que tan pronto tuve los papeles, los mande para que los firmaran y pusieran la huella. Hasta ahí todo iba bien, pero entonces la funcionaria del ICETEX me los devolvió porque las firmas tenían diferentes tamaños, así que tuve que volver a enviar los documentos.
El problema es que estaba sola, y no contaba con los recursos para estar enviando cada rato los papeles, pues me cobraban 12 mil pesos por cada envío, mi mamá al ver mi preocupación consiguió el dinero prestado, pues se le dificultaba venir a la ciudad, ya que esta al cuidado de mi hermano que sufre de convulsiones. Lamentablemente, me devolvieron nuevamente los papeles, esta vez porque la huella se salía del recuadro, y posteriormente me los devolvieron una vez más.
Los documentos se podían llevar hasta el 10 de febrero, y ante mi intranquilidad le informé el problema a la universidad, y en la reunión que se realizó con todos los ‘pilos’, les comuniqué el problema a los funcionarios del ICETEX, del ministerio y del programa (no estoy sola en esto, otros estudiantes también manifestaron la misma preocupación, en mi universidad hay 10 estudiantes del programa con el mismo problema), pero aparentemente no habría problema, los representantes del Estado nos dijeron que enviáramos un correo con los casos y que los papeles los lleváramos el lunes. Así hicimos, pero llegado el día no nos recibieron los papeles, según nos dijo la encargada de hacerlo, estaba siguiendo órdenes. Nos anunciaron que no iba a haber plazo extemporáneo.
Todo se volvió negro. Fui al ICETEX, envíe derechos de petición a esa entidad y al Ministerio e interpuse una tutela, la cual me fue negada el pasado 8 de Marzo, la razón: no me están vulnerando ningún derecho.
No es justo que lo que nos ganamos con esfuerzo y dedicación nos lo arrebaten de la noche a la mañana. Que nos estén atormentando con procesos administrativos que no conocemos.
Por ahora nada es claro, excepto que esto no será impedimento para que siga luchando por mis sueños, para seguir peleando por lo que me pertenece, por hacer de Colombia un país más justo y menos burocratizado.
Nuestros compañeros en la universidad han sido un gran apoyo, realizamos un plantón el pasado martes dando a conocer la problemática que estamos viviendo, y la incoherencia del ICETEX al exigirnos los papeles cuando hay estudiantes que no han recibido el apoyo de sostenimiento.
Invito a los jóvenes colombianos, para que unamos fuerzas y nos hagamos notar ante las injusticias que día a día nos atormentan, porque si bien es cierto somos el futuro del mundo, también somos el presente y tenemos como compromiso hacer de Colombia un país más justo y menos burocratizado.