Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

16 de diciembre de 2014

Tenis colombiano: Un momento para la historia

Por: Diego Nicolás Salamanca

No hay duda de que los últimos años han representado un período de triunfos para el tenis colombiano que han derivado en que, en la actualidad, el país se encuentre en una posición destacada en este deporte a nivel regional producto de importantes actuaciones en los principales torneos del circuito. No obstante, la ventaja que ostentan en la región Argentina y Brasil principalmente, hacen pensar que aun existe una distancia importante entre nuestro tenis y el tenis de élite, a pesar de que las cosas van bien.

Entre los futbolistas, ciclistas y atletas colombianos que se destacan a diario en niveles de alto rendimiento en sus respectivas disciplinas, falta el espacio para reconocer el avance del deporte colombiano en muchos aspectos.

En ese sentido, en la coyuntura de deportistas de élite colombianos, los tenistas no se quedan atrás. El tenis del país atraviesa el mejor momento de su historia y en los últimos meses se ha vuelto cada vez más común escuchar que uno o varios tenistas colombianos llegan a instancias definitivas en torneos importantes o que llegan a Colombia torneos y exhibiciones que traen al país a las más importantes raquetas del circuito.

Entonces, debe ser motivo de orgullo poder decir que el país cuenta en la actualidad con tres jugadores en el top 100 en singles y otros tres en el top 100 de dobles, que Bogotá hace parte del circuito ATP 500 y que el equipo nacional de Copa Davis logró un cupo para jugar el repechaje del torneo para ingresar al grupo mundial.

El dulce presente del tenis nacional

Históricamente el tenis no ha sido un deporte de grandes resultados para Colombia,han pasado casi veinte años desde la última vez que un tenista nacional anterior a esta generación, estuviera entre las cien mejores raquetas del mundo.

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Alejandro Falla: el pionero (fuente)

Hoy en día, no solo se ha logrado posicionar a Santiago Giraldo entre los 50 mejores del mundo en singles sino que además hay otros dos colombianos que integran el top 100 y otros tres que hacen parte del top 100 de dobles. Es decir, se pasó de dos jugadores top 100 en la historia del tenis nacional a seis jugadores (Santiago Giraldo, Alejandro Falla y Alejandro González en singles; y Juan Sebastián Cabal, Robert Farah y Nicolás Barrientos en dobles), de manera simultánea, entre los mejores del mundo. Adicionalmente, de esos seis jugadores top 100, hay tres que han alcanzado el top 30, algo sin precedentes para el deporte blanco del país.

Los buenos resultados no son producto de la casualidad y están transformando a Colombia, cada vez más, en una potencia regional. Esto se está logrando a partir de un proceso donde la Federación Colombiana de Tenis ha hecho un importante esfuerzo por elevar el nivel de los atletas colombianos a partir de la contratación de entrenadores de alto vuelo tanto en singles como en dobles.

¿Cómo vamos? Vamos bien, pero falta

No obstante al buen momento de los tenistas colombianos y su exponencial progresión en el ranking en las últimas dos temporadas, principalmente, hay que decir que la ventaja de algunos países de la región sigue siendo considerable. En ese sentido, está claro que los logros tenísticos de Argentina y Brasil principalmente, y Chile en menor medida, siguen estando distantes para nuestros deportistas.

Pero precisamente esos ejemplos y el estado de forma de nuestros tenistas, hacen pensar que s hay un momento para seguir agrandando el salto de calidad de nuestro tenis, es este. Tener tenistas top 10, integrar el grupo mundial de Copa Davis o ganar medallas olímpicas de tenis se ven hoy como logros lejanos, pero de la misma forma se veían hace unos años los éxitos que se están consiguiendo como tener más de 5 jugadores top 100 o traer un torneo ATP 500 a Bogotá.

Es acertado decir que el tenis colombiano está en el buen camino. Está claro también que el reto no es solo para los jugadores y toda la parte deportiva que tiene un potencial de grandes proporciones, sino además, para la dirigencia. Esta última deberá seguir comprometida con brindar las condiciones adecuadas para el crecimiento del tenis en Colombia y en esa línea, se deberá enfrentar a grandes desafíos de gestión en cuanto a la construcción de escenarios deportivos, por nombrar apenas un problema sobre el que no se habla demasiado.

Por lo pronto, queda disfrutar del dulce momento que atraviesa el tenis del país toda vez que en esa medida se construye país semana a semana.