19 de abril de 2022
¿Qué hacer con las bolsas plásticas?
Por: Karen Sofía Albarracín
Se estima que un colombiano promedio usa seis bolsas plásticas a la semana, 288 al año y por lo menos 20.000 a lo largo de su vida (Según El Espectador). Debido a su manejo excesivo, el Ministerio de Ambiente expidió la ley 1819 de 2016, que incentiva a su uso racional, cobrando un impuesto de $20 a los consumidores, que puede incrementar anualmente. Actualmente, esta tarifa ha subido a $53, con lo que se espera la disminución de la producción de residuos de tipo plástico en el país. Sin embargo, el consumo de estas bolsas sigue siendo una necesidad, debido a la inexistencia de una solución más efectiva, además, del desconocimiento sobre el impacto del polímero en el ambiente.
Plástico y más plástico
Las bolsas plásticas consumen grandes cantidades de energía para ser fabricadas. Están hechas por sustancias derivadas del petróleo y, en varias ocasiones, contienen residuos metálicos tóxicos. La gran mayoría son desechadas indiscriminadamente, contaminando tanto las ciudades, como los ecosistemas naturales. Por esta razón, son consideradas la principal fuente de contaminación de la biodiversidad marina, generando anualmente ocho mil millones de residuos plásticos. Posteriormente, estos son arrojados a los mares, ríos y lagos, donde las especies que habitan en estos ecosistemas se ven fuertemente afectadas, ya que, en algunos casos, pueden confundir el plástico con alimento e ingerirlo, lo que puede llegar a ser perjudicial para su salud. Su tiempo de descomposición es aproximadamente de cuatro siglos, lo que las convierte en uno de los objetos más contaminantes del planeta.
Otra preocupación sobre esta clase de contaminación es el deterioro de grandes extensiones de suelo, que es causado por los químicos dañinos liberados por estos productos que tardan demasiado en degradarse. Este tipo de plástico ha provocado la disminución de especies que viven debajo de la superficie como larvas, ácaros y otras criaturas que ayudan a la fertilidad de la tierra. Adicionalmente, el alto costo del plástico influye a largo plazo en la economía de los hogares colombianos, pues estas bolsas son un artículo de uso cotidiano. Para muchas familias, esta es la manera más sencilla y eficaz de empacar artículos, pero debido al gasto que representan hoy en día, su presupuesto ha sido alterado casi de la noche a la mañana.
¿Un daño necesario?
Al conocer los efectos negativos que tienen las bolsas de plástico en diversos ambientes, se puede afirmar que su uso debería disminuir drásticamente. Sin embargo, sigue siendo un elemento que saca de apuros a muchas personas y que, si bien puede haber alternativas de sustitución, estas no son claras para los hogares colombianos. Empero, con los años, las personas se han visto presionadas para optar por opciones más sostenibles. Una de las más populares es la bolsa de tela que es fabricada generalmente de algodón y su tiempo de descomposición varía entre uno y cinco meses. También, provee una mayor durabilidad, lo que permite que sean reutilizadas en varias ocasiones. Otra alternativa que ha tomado fuerza gracias a los avances de la ciencia son las bolsas biodegradables. Son fabricadas a partir de una mezcla de materiales orgánicos, como almidón de maíz o papa. Su tiempo de degradación es de aproximadamente 18 meses, evitando los residuos dañinos.
Un argumento en contra de esta opción son los resultados de algunos estudios que afirman que todas las fibras no se descomponen totalmente y, por el contrario, se deshacen en microplásticos, lo que las convertiría en contaminantes por la presencia y acumulación de metales pesados. Si bien estas representan una mejor alternativa ambiental a la bolsa plástica, no son una solución perfecta ni definitiva. Actualmente, los colombianos han sido más conscientes de las desventajas de las bolsas plásticas y se han interesado en llevar un estilo de vida más amigable y responsable con el planeta. Pero, siguen en la búsqueda de un artículo que les brinde las mismas funciones del plástico y que esté al alcance de todos.