Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

4 de febrero de 2016

El gran economista Piketty vino, vio y confirmó: Colombia tiene mucho trabajo por delante

Por: Daniel Del Castillo R.

El economista confirmó que Colombia es uno de los países más desiguales del mundo, incluso más desigual que los Estados Unidos. En efecto, según datos del Banco Mundial, el índice de Gini para el 2013 fue de 53,5 % lo cual significa que estamos bastante lejos de ser un país equitativo en la repartición de riqueza. El Estado es el encargado de cumplir con esta función, por lo que desde el principio de su intervención Piketty dejo entrever que se encuentra de acuerdo con la necesidad de regulación por parte de este.

Dos ideas económicas fundamentales

Piketty fue enfático sobre dos ideas económicas esenciales: primero, la desigualdad sostenida no permite el crecimiento sostenido a largo plazo. Esta premisa cae como un baldado de agua fría a Colombia, ya que, con una tasa de crecimiento promedio alrededor del 3,2% anual – a pesar de la desaceleración económica coyuntural que vive la región actualmente – pero con un gini de 53,5 %, no podemos esperar que nuestro crecimiento sea sostenido. Piketty lo dijo: la concentración de capital implica primero grandes retos políticos para los gobiernos, pero sobre todo plantea la necesidad de regulación por parte de los Estados.

El economista francés se quejó ampliamente que no hay suficiente transparencia en cuanto a las estadísticas producidas en el país. Esto se debe a que el DANE no cuenta con suficiente presupuesto para producir estas cifras de forma sistemática, por lo que en el país es el PNUD el que se ha encargado de esto, al producir cifras confiables que son las que hoy son generalmente utilizadas. Otra fuente confiable de datos es la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico (OCDE), a la cual Colombia aspira poder acceder próximamente. De hecho, no es una coincidencia que la primera recomendación que esta organización le da a Colombia es la de “promover un crecimiento más inclusivo”. Según Piketty, en Colombia, el 1% de la población comparte el 20% del ingreso; además que el 10% de la misma cuenta con el 50% del ingreso. Según estos resultados, Colombia resulta más desigual que Francia, un país que ha controlado su desigualdad, pero es aún más desigual que los Estados Unidos, el cual tenía en 2013 un índice de gini de 41,1%. Una de las principales causas que encuentra Piketty a la desigualdad en este país es la desigualdad creada por el gobierno corporativo, y el sistema de los llamados golden parachutes.

La segunda idea económica fundamental que adelantó, y que es de corte liberal, es que no hay problema en una economía de mercado, en que unos tengan considerablemente más dinero que otros. Dicho de otra manera, el enriquecimiento individual como tal no es un obstáculo para una economía sana. El problema como tal radica en los ritmos de crecimiento. En efecto, el crecimiento del ingreso bajo y medio se encuentra muy rezagado con respecto al ingreso alto. Por otro lado, Piketty descubrió que mientras que los grupos más altos de riqueza han aumentado su riqueza entre 3 y 4 veces más rápido desde los años 80, el ingreso promedio mundial solo ha crecido 2,1 veces en este mismo período de tiempo. Esto constituye un desequilibrio macro-económico que hay que arreglar.

De alguna u otra manera, la discusión que se plantea aquí es en términos de justicia ya que, a simple vista, el crecimiento de los más ricos se ha hecho en detrimento del crecimiento de los más pobres. Piketty defendió la democracia por encima de todo, luego debería estar de acuerdo que la idea democrática es indisociable – esto a pesar de lo que afirmen los neoliberales – de la idea de justicia. Y el sistema económico capitalista globalizado de corte neoliberal, siguiendo la receta occidental, terminó siendo, lo podemos afirmar hoy pasada la primera década del siglo XXI, una receta injusta para los ingresos más bajos, siendo que los ingresos más altos se siguen favoreciendo. En otras palabras, el rico más rico, y el pobre sigue siendo pobre.

El regreso a la sociedad patrimonial

Uno de los hallazgos de Piketty que más llaman la atención, es su tesis que nos encontramos actualmente en un come-back de la sociedad patrimonial. Esta se define como aquella donde el principal origen de la riqueza, su fuente, no es el trabajo personal sino la herencia recibida. En otras palabras, el modelo estadounidense del self-made man está mandado a recoger: en las condiciones actuales, es la primera consecuencia de esta, la tendencia sería que los verdaderos ricos hayan recibido una herencia con anterioridad, y que por ende resulta más difícil volverse rico uno solo. Esta sociedad se encuentra construida sobre la idea de perpetuación del capital en las mismas manos. Consecuencia número dos: resulta necesario el impuesto al patrimonio.

En especial en un país como Colombia, porque este permite la redistribución. Precisamente, la segunda recomendación de la OCDE menciona “Aumentar la recaudación y construir un sistema impositivo más eficiente y justo”. Lo cual lleva a la idea de un sistema impositivo proporcional al nivel de la riqueza. Piketty está de acuerdo. Pero esto representa un profundo problema político para el gobierno colombiano: es una medida completamente impopular, y podría derivar en controversias políticas en contra del mismo. Porque si la gente sabe que va a pagar más impuestos, es porque finalmente sabe que van a recibir también más. En este caso, el colombiano, sería literalmente un impuesto de tipo Robin Hood: quitarle a los ricos más, para darle más a los menos favorecidos. Fortalecer y sostener la clase media. Piketty dictamina que el impuesto a la renta disminuye la desigualdad.

Empero, históricamente esto no es lo que sucede. La ola de privatizaciones en la era neoliberal muestra que el 70% del crecimiento fue absorbido por la desigualdad, porque el ingreso de la clase media se estancó, siendo que su deuda aumentó. Lo cual significó la crisis que sobrevino a finales de 2008. Observemos lo siguiente con detenimiento: mientras que el valor absoluto del salario mínimo en los Estados Unidos ha venido tendencialmente disminuyendo desde los años 60 al mismo tiempo que los sindicatos vienen perdiendo poder; el ingreso de los más ricos no ha parado de aumentar. Es una paradoja fundamental que subraya la desigualdad. Ni qué decir sobre los efectos en la desigualdad de oportunidades, el acceso a la educación y la meritocracia.

La fórmula contra la desigualdad.

Despues de esta conferencia hemos entendido bien que la desigualdad es un problema multidimensional (al igual que la pobreza), y por ende Piketty aplica una metodología mutidimensional basada en la Economía Política Internacional para comprender el fenómeno, además que se requieren múltiples acciones políticas, sociales y económicas para combatirla. La sociedad patrimonial aumenta la concentración de la riqueza, mientras que el crecimiento disminuye en un contexto de riesgo debido a las burbujas especulativas en el sector inmobiliario en los Estados Unidos. El aumento de los precios de la vivienda hacen difícil que la clase media pueda acceder a estos. Luego la propuesta de imposición es más a la riqueza, que al ingreso. Por su lado, los billonarios no solamente han aumentado su riqueza, sino que ahora hay más billonarios que antes: es la más alta probabilidad, a pesar de que el secreto bancario sigue protegiendo los ceros a la derecha que esconden sus cuentas de oro. Piketty sugiere la estabilización progresiva de las fortunas. Pero no puede decirnos cuando… Sin embargo, agrega que entonces lo importante es hacer crecer el ingreso a la misma velocidad para todos, sobre todo ahora que pasará la ola de privatizaciones porque “ya no queda mucho por privatizar en el mundo”. Es enfático en que la desregulación financiera aumenta la brecha de desigualdad, porque entonces la tasa de retorno de inversión resulta superior a la tasa misma de crecimiento del país. Es lo que acontece hoy en el sector bancario y de las finanzas. Otro desequilibrio macroeconómico. Por ende la regulación se presenta como una necesidad principal, simultáneamente que se vaya estableciendo el impuesto progresivo a la riqueza.

La OCDE agrega una última recomendación sobre la cual vale la pena detenerse: “ampliar la cobertura y aumentar la equidad de los programas de subsidios a la tercera edad”. En efecto, la pobreza de la tercera edad es elevada en Colombia, luego el sistema de subsidios y pensional ha sido debilitado por gobiernos anteriores. Además, hay que invertir en educación de calidad, y aumentar la productividad. Y con esto aún no bastaría para frenar la desigualdad, verdadero problema estructural del capitalismo.

Referencias El Libre Pensador:

Universidad Externado de Colombia – Thomas Piketty: El crecimiento económico por sí solo no mejora la distribución del ingreso. Incluso, puede profundizar las desigualdades.

Banco Mundial – Datos índice de gini

Revista Dinero – El motor económico de Colombia funcionará a mediana marcha este año

Portafolio – Crecimiento económico del país será de 3,4 %: Cepal

Gobierno y analistas moderan proyección económica del 2015

El Tiempo.com – Banco de la República ve a la economía creciendo solo 3,2 % este año

Presidencia de la República – Abecé de Colombia en la OCDE

OCDE – Estudios económicos de la OCDE Colombia enero de 2015.

Revista Forbes – The World’s Billionaires