Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

16 de mayo de 2014

La formación de abreviaturas 1/2

Por: Luis Fernando García Nuñez

Varias son las consultas que resuelvo en el “aula de escritura” que comentaré, para ilustración de nuestros lectores, en esta Sección que llamaremos “Contornos del lenguaje”. Una de ellas, la primera, tiene que ver con la formación de las abreviaturas. El Diccionario de la Academia dice que esta abreviación “consiste en la representación gráfica reducida de una palabra mediante la supresión de letras finales o centrales, y que suele cerrarse con punto”, y da los siguientes ejemplos: afmo. por afectísimo; Dir.a por directora; íd. por ídem; SS. MM. por Sus Majestades; D. por don.

Es útil, por muchas razones, tener en cuenta lo que dice el Diccionario panhispánico de dudas sobre el tema: “el uso de las abreviaturas convencionales tiene ciertas restricciones, de forma que no pueden aparecer en cualquier lugar del texto”. Así, por ejemplo, “las abreviaturas de tratamientos solo deben usarse cuando anteceden al nombre propio (Sr. González, D.ª Juana, etc.); y no debe escribirse una cantidad con letras seguida de la abreviatura del concepto cuantificado: veinte cts. por veinte centavos”.

Y la Academia dice que “La abreviatura ha de ser eficaz y, por eso, debe suprimir como mínimo dos letras de la palabra abreviada (mejor, tres, si la palabra es suficientemente larga, para poder ahorrar, al menos, dos caracteres, ya que una de las letras suprimidas es reemplazada por el punto de cierre); aun así, hay ejemplos difundidos en que solo se elimina una: vid. por vide (‘véase’)”.

Para formar las abreviaturas existen dos procedimientos:

a. “Por truncamiento, suprimiendo letras o sílabas finales: cód. por código, art. por artículo. En este caso, la abreviatura nunca debe terminar en vocal: pról., y no pró. ni prólo., como abreviatura de prólogo. En el caso de las abreviaturas que corresponden a fórmulas fijas, se abrevian todas y cada una de las palabras que las integran, incluso artículos, preposiciones o conjunciones, reduciéndolos a la letra inicial: s. e. u o. por salvo error u omisión, q. e. p. d. por que en paz descanse”.

b “Por contracción, eliminando letras centrales y dejando solo las más representativas: dpto. o depto. por departamento, admr. por administrador. Entre las abreviaturas formadas por contracción están las que presentan la letra o letras finales voladas: n.o por número, af.mo por afectísimo”.

En la Parte II de esta primera columna abordaremos los problemas de ortografía y lectura.

Espero los oportunos comentarios de nuestros lectores, pues ellos nos ayudarán a enriquecer esta Sección.