Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

20 de mayo de 2015

Espectáculo, arte y piratería

Por: María Paula Pinzón R

Desde la llegada de los hermanaos Lumière, el cine se convirtió en uno de los puntos de mayor entretención e impacto para niños y adultos. Sin embargo, este negocio se ve mermado por la distribución de cintas, de toda índole, por medio de la piratería. Este sistema de comercio ilegal, en definitiva, permite llevar a casa la película a un costo mucho más económico, pero que, al mismo tiempo, perjudica la esencia del cine y su valor cultural.

La magia del cine

Los Lumière rodaron su primera película en Francia el 22 de marzo de 1895 “Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir”. Más adelante, presentaron la “Llegada de un tren a la estación de la Ciotat”. Fue así como el cine, gracias a la imagen en movimiento, logró mover, sorprender y cautivar a miles de personas.

Al crear arte el hombre puede valerse de imagen, sonido, o lenguaje. Además, de esto el cine retoma la literatura, poesía, música, danza, arquitectura, escultura, pintura y el teatro, por esto es denominado el séptimo arte. El cine es utilizado por el hombre para expresar verdades y transmitir valores. Es cultura por su capacidad de recrear y transmitir nuestros deseos, sentimientos y proyectos; es capaz de crear asombro, tristeza, miedo. En síntesis,  llega y mueve nuestras fibras.

El poder de sensibilización que tiene el cine, y ya que su principal objetivo es entretener, se podría entender como un espectáculo. La experiencia constituye para muchos un plan familiar o un plan entre amigos. Sin embrago, es una herramienta que permite fácilmente presentar una critica contra la sociedad o contra la situación actual que se vive, en determinado momento. Aunque, en muchas ocasiones, puede transportar a los espectadores a otras realidades, a mundos soñados o de ficción.

La piratería

Motion Pictures Association of America (MPAA) publicó un detallado informe sobre la piratería, titulado “El coste de la piratería”. En este se indicaba que el cine legal mueve más de 40.000 millones de dólares en venta de entradas y cerca de 55.000 millones en ventas de DVD. Además, muestra que durante el año 2005 las descargas y ventas ilegales de películas provocaron una pérdida de $18.000 millones de dólares a la industria del cine.

En el informe también se detallan los diferentes países con mayor índice de descargas y compras ilegales de películas. Estos son, China con un 90% de copias ilegales, seguido de Rusia, Tailandia y Hungría con más de un 75%. Entre un 55 y un 65% están países como México, Polonia y Taiwán, y con menos de un 30% España, India e Italia.

Según la MPAA, México sería el país que produciría más perdidas a los seis grandes estudios de Hollywood: un total de 483 millones de dólares. Seguido de este país estaría Gran Bretaña, con más 400 millones y Francia, con 380 millones en pérdidas.Esta diferencia entre los países con más “pirateo” y los que más pérdidas producen, estriba en  el precio de la entrada y el costo de promoción de la cinta.

Asimismo, el informe también señala que el público que más consume los contenidos piratas son los jóvenes de entre 16 y 21 años. Igualmente, expresa que entre el año 1996 y el 2004 el número de producciones se incrementó un 25%, aproximadamente 470 películas por año, pero solo durante el año 2006 se estrenaron 607 películas. De lo cual se concluye, que tanto estreno es poco lucrativo para el público.

Según un censo realizado en España, en marzo de este de este año, por la Federación para la Protección de la Propiedad Intelectual (FAP) las principales razones por las cuales los consumidores piratean son, entre otras cosas, que no pagarían por un contenido cuando podrían acceder al mismo, por un precio más bajo, cerca de un (58%), no tenían ningún lugar dónde comprar la película, porque no se encontraba, cerca de  un (30%), y, los últimos, no pagarían un elevado precio por un contenido que, tal vez, no le guste, cerca de un (22%).

Un ejemplo de cómo la piratería afecta, no solo a la productoras, sino a otras empresas se evidencia con la cadena de videoclubs, Blockbuster que, en el 2012 tuvo que cerrar sus puertas. La piratería, por supuesto, figura en la lista de factores que ayudaron al cierre de la empresa. Esto es lógico cuando uno piensa en el coste de alquilar un filme es aproximadamente 6000 pesos  y el precio de la compra de una película pirata 2000 pesos. Al parecer, la economía prima más que la ilegalidad.

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Motion Picture Association of America