7 de junio de 2017
Enrique Peñalosa, sí o no a su revocatoria
Por: Alice Brogat y Válery Bermúdez
El escenario político de Bogotá se encuentra frente a un momento de un alto nivel de desaprobación para el alcalde Enrique Peñalosa. Por lo que hay algunos grupos sociales que han empezado a liderar los movimientos de revocatoria de mandato del Alcalde. Álvaro Moisés Ninco Daza es un joven universitario del programa de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda, y es uno de líderes más visibles del movimiento “Revoquemos a Peñalosa.” Y quien compartió sus argumentos para revocar a Peñalosa con el Libre Pensador. Así mismo, entrevistamos a Ana María Arango, docente de Ciencia Política de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado y quien expresa “No estoy a favor de la revocatoria porque Peñalosa tiene derecho a gobernar. En la democracia, el que gana, gana. No ha pasado bastante tiempo para evaluar sus políticas”. Estas son las respuestas de dos puntos de vista opuestos.
Alice Brogat: ¿Según usted cómo se explica la mala opinión que la población tiene de Peñalosa? y ¿en qué se traduce esta inconformidad que tienen algunos ciudadanos frente a la situación actual?
Álvaro Ninco: La mala opinión que la población de Peñalosa o la desfavorabilidad tan grande que ya llegó al 89%, nosotros la leemos como una respuesta normal, lógica, a una serie de decisiones que confrontan un modelo de ciudad que estaba siendo implementado de manera muy radical. Por ejemplo, nosotros venimos de mitigar, por así decirlo, el alza en los precios de Transmilenio y de un momento para otro no sólo de manera nominal sino de manera real, Peñalosa le subió cuatrocientos pesos a Transmilenio, y es claro que la ciudadanía va a sentir eso en sus bolsillos y evidentemente en su opinión política.
Frente a la inconformidad, eso depende de cómo jueguen los actores políticos en la ciudad, porque muchos le apuestan a que haya una salida institucional a esta inconformidad ciudadana. Algunos como los que estamos en pro de la revocatoria, lo que pensamos es que la mejor salida a la inconformidad ciudadana que se presenta es precisamente la institucional; es decir, que se traduzca eso en un proceso de revocatoria electoral, democrático, en el que la gente decida por urnas, si quiere que Peñalosa siga o si no quieren que siga. Pero pueden haber otro tipo de expresiones, que también pueden ser legítimas, pero nosotros le apostamos es a esa.
Ana María Arango: Durante 12 años, los anteriores alcaldes han sido muy comprometidos en los temas de política social y se traduce en comedores comunitarios, huertas comunitarias, se protegían las asociaciones de población vulnerable. Sin embargo, muchos otros temas eran denegados. La gente eligió a Peñalosa porque las antiguas políticas dejaban de lado temas como la movilidad, la seguridad, la inversión en infraestructuras. Por lo tanto, la administración de Peñalosa está más enfocada sobre esos temas. Entonces, la gente que se beneficiaba de las políticas públicas sociales está descontenta.
La mala imagen que tiene el alcalde está también vinculada con su personalidad: es muy distante, sin mucho carisma y adopta una posición de élite, y no se acerca mucho a las personas. No es algo nuevo que el alcalde de Bogotá sea desaprobado por la población. Pasó lo mismo con los anteriores. Lo que es muy extraño es que la tasa de favorabilidad de Peñalosa sea tan baja solamente un año después de su elección. Nunca en la historia de las estadísticas de percepción ciudadana había habido un momento tan crítico en una alcaldía nueva. A mí me preocupa mucho el tema de la revocatoria, porque se nos volvió un tema de moda. Entonces desde la administración pasada aquí a todo el mundo lo quieren revocar. La revocatoria claramente está definida en la Constitución y la ley, solamente se puede dar en dos casos: cuando un alcalde no haya cumplido con su Plan de Desarrollo. Como les decía es muy pronto para decir que Peñalosa no ha cumplido con su Plan de Desarrollo, y luego porque hay un descontento generalizado en la población, y esa ya es una dificultad seria.
Valery Bermúdez: ¿Está de acuerdo con la afirmación del experto en movilidad Fernando Rojas que dice que “Peñalosa no se actualizó” desde hace 10 años mientras que la ciudad ha cambiado?
Á.N.: El debate de la revocatoria es un debate entre modelos de ciudad. No es un debate entre ideas concretas, sino que es algo mucho más global. Por eso también, es que nosotros, y es una crítica frecuente que nos hacen, pero esta es la respuesta que tenemos, empezamos a hablar de revocatoria antes de que él fuera posicionado porque es que nosotros ya veníamos de un gobierno en el siglo pasado, en el cual sabemos cuál es el modelo de ciudad que él quiere implementar y sabemos así mismo que la ciudad iba avanzando hacia otro modelo de ciudad. En ese sentido, es entendible que a grandes rasgos, él no haya cambiado mucho, precisamente porque su modelo de ciudad a grandes rasgos sigue siendo el mismo, porque igual vemos como en el 98 quería vender la ETB, ahora quiere vender las empresas públicas, quiere acabar con el Canal Capital…
A.A.: Estoy totalmente de acuerdo. Creo que Peñalosa fue muy buen alcalde durante su primera administración. Logró ordenar una ciudad que era muy desordenada, le cambió la cara a lugares que de hecho eran hasta miedosos, oscuros con un nivel de peligrosidad importante como en la Caracas. Logra diseñar una ciudad con andenes amplios, nos metió en la moda de los parqueaderos porque aquí todo el mundo parqueaba en cualquier parte como en Europa. Hace 16 años creo que fue importante para la ciudad lo que él logro hacer, pero creo que hoy las necesidades de Bogotá son otras y distintas.
V.B.: Desde su posición, ¿cuáles considera que son las principales falencias de Peñalosa desde su elección?
Á.N.: Desde un punto de vista lo más sopesado posible, uno podría decir que Peñalosa ha sido un gobernante coherente con el modelo de ciudad que ha planteado. Desde su primer periodo de gobierno, está planteando básicamente lo mismo que planteó hace mucho tiempo. Y eso digamos, en política la gente lo valora que sea coherente. Ahora, que sea coherente para mal o para bien es otra cosa y eso es lo que nosotros estamos dando a conocer. Las Principales falencias como tal, serían en primera medida, una falencia evidentemente comunicativa, porque está haciendo cosas que él nunca mencionó que iba a hacer en campaña, como vender las empresas públicas, como urbanizar la Reserva Forestal Thomas Van der Hammen. Es claro, que si él decía en campaña que iba a urbanizar la Van der Hammen y que iba a vender las empresas públicas, que iba a construir sobre humedales, que no quería hacer el metro, la gente no iba a votar. Entonces, creo que es un problema de comunicación muy grave, porque afecta no solo a la ciudadanía, a su imagen, sino al desarrollo de la ciudad como tal.
Así mismo, una opinión más personal y que es plausible, es que él es una persona que no gobierna digamos pensando en el interés de la ciudadanía; sino que muchas veces lo hace pensando en el interés de él, de los particulares quienes le han financiado la campaña. Un ejemplo de ellos, es que él puso a dos funcionarios: la gerente del Acueducto y al secretario de Planeación que tienen terrenos en la Reserva Van der Hammen por ejemplo. O tres secretarios de él que tienen empresas en paraísos fiscales para evadir impuestos. Ahí hay cosas que no son funcionales, por ejemplo uno de ellos el presidente de la ETB la cual quiere vender, entonces uno se pregunta, por qué el presidente de la ETB que está adelantando la privatización de la empresa tiene una oficina en un paraíso fiscal para evadir impuestos. Esas son evidencias de que él está gobernando en función de intereses privados, intereses particulares, y no en función del interés general de la ciudadanía bogotana.
Peñalosa, de alguna forma u otra, ha logrado reducir la percepción de inseguridad lo que no necesariamente es bueno, porque el enfoque que él le dio en el plan de gobierno no fue reducir la inseguridad, sino reducir la percepción de inseguridad. Y tú puedes reducir la percepción de inseguridad, eso lo puedes hacer a través de los medios de comunicación, y que aún así no lo ha logrado consolidar, pero eso no implica que la gente vea una mejoría en su calidad de vida, no implica que la gente esté robando menos…
Otra promesa que está cumpliendo de su campaña es el ahorro, él siempre puso el ahorro como un valor a seguir en su programa de gobierno, y de alguna forma u otra sí está logrando bajo sus criterios ahorrar el presupuesto público. El problema es que lo hace a costa de qué, lo hace a costa del recorte de los presupuestos de inversión social, de inversión en las empresas públicas, precisamente desvalorizándolas para luego venderlas más baratas. Es un ahorro que hace a costa de la ciudadanía, de los impuestos que nosotros pagamos y que ellos celebran como si fuera algo positivo.
A.A.: Mira yo he buscado realmente, y le creo a la metodología cartesiana de que nada es del todo bueno y del todo malo y que todo tiene sus dos caras. Honestamente he tratado de buscarle cosas buenas a la alcaldía de Peñalosa tristemente no he encontrado ninguna. Con mi estructura ideológica con mi estructura de valores, yo creo que no le ha hecho bien a esta ciudad, y aún así creo que revocarlo es un error. Él ganó. Así es la democracia. Él tiene derecho de gobernar al menos hasta que no podamos realmente comprobar que no está siguiendo su plan de desarrollo.
Por ahora creo que él no ha perdido ese derecho, a pesar de que a mí no me gusta su alcaldía, y yo cero que no ha representado ninguno bien para Bogotá en ningún aspecto. Ni en movilidad. El tema de la Reserva Forestal Thomas Van der Hammen yo lo veo como un tema de soberbia, que fue uno de los grandes fallos de la administración Mockus. Una de las fallas es de querer mejorar la movilidad quitando protección a la Reserva Forestal Thomas Van der Hammen. Es contradictorio el tipo de decisión del alcalde, ya que en la primera administración hace unos años, una de las grandes banderas de Peñalosa fue la protección a la Conejera, que queda en la 170, y ahí sí la protegió, pero ahora con la Van der Hammen, no.
Además, Peñalosa siempre ha sido ligado con el sector privado en su vida profesional, y normalmente en Colombia no hay muchos ejemplos de eso. Pero Peñalosa sí ha tenido una vida muy activa en el sector público y en el privado y por eso tiene una visión distinta del sector público que los demás políticos. Acerca del Transmilenio, lo que sí es cierto es que los contratos de concesión perjudican al Estado claramente, y el contrato es perverso en tanto los gastos que genera la operación regular del sistema de transporte recaen sobre el sector público, y en cambio las ganancias sí se dividen con el sector privado.
A.B.: ¿Cuáles pueden ser los riesgos si la revocación funciona?
Á.N.: Los mismos que podrían ser los riesgos que si la revocatoria no funciona. En todo proceso electoral y democrático siempre va a haber un factor de inestabilidad, y en ese factor de inestabilidad caben muchas cosas. En este caso específico, podría ser, por ejemplo, que la ciudad se vea en vuelta en una crisis institucional otra vez como la que se vivió cuando la destitución de Petro fue exitosa, y de esa forma, entonces, el establecimiento no podría poner a alguien que representara sus intereses. Por ende, la ciudadanía tendría que tomarse el trabajo de tomar a una persona que lo hiciera, lo cual no necesariamente es totalmente fidedigno. Son unos riesgos normales de cualquier proceso democrático.
A.A.: Los riesgos son muy serios. En términos de educación política. Si la gente no entiende que quien gana una elección tiene derecho de gobernar hasta que no demuestre que no está siendo fiel a las promesas que le permitieron ser alcalde, porque la gente votó por un plan de gobierno y ganó. Tienen derecho a quienes votaron por él a que su ideología y sus preferencias políticas se han llevadas acabo. Entonces, revocarlo sin el cumplimiento de los requisitos legales es un riesgo para la democracia en sí misma y para la cultura democrática de este país, porque sustentaría y validaría esa tesis de que la revocatoria del mandato puede ser un acto de revanchismo político.
Luego hay un riesgo de vacío del poder. Uno puede mirar los otros candidatos, y se recuerda que Rafael Pardo quedó como el segundo candidato después de Peñalosa, y si en algún momento debe reemplazarlo, tiene la misma ideología que el alcalde. Nuevamente otro movimiento de revocatoria de mandado porque es que no nos gustó las disposiciones dadas para la movilidad.
Libre pensador- La seguridad ciudadana tras la sombra del Bronx